Encerrados, hacinados, maltrechos, marginados, hambrientos, enfermos, harapientos, degradados, odiados y aún humanos, nuestros iguales, nuestros hermanos.
Ocho de cada diez son hijos de otros presos, piezas en los ciclos del destino, almas que crecen en el barro, lejos de la paz, víctimas y ejército de las drogas, casi ajenos a la Escuela , miseria enervada y en pie de guerra.
La muerte se ha vuelto gratuita, ilimitada, abrazo del olvido, oleaje que derrota la vida y estalla como sangre en nuestros rostros.
Oleaje que derrota a la vida, ahoga la mínima ternura, irrita la palabra y el consuelo, perdura en la conciencia de la tierra, renace en los jardines de este fuego.
1 comentario:
Es magnífico Gonzalo, tienes un don para la escritura. Felicidades. Me gusta esta nueva andanza en la prosa poética. Me encanta la prosa poética.
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