Amanda y Vicente no están solos,
no lloran lejos de la aurora,
no temen los ritos del invierno,
no buscan la lluvia en su memoria.
Mágicos, receptivos y azules,
hay lazos de unión entre sus soles,
cajas de música los llaman,
Francisca los adora,
Pablo los escucha,
Vestal los ampara,
Pía está en el borde de sus sueños.
Hermanos caminando en el bosque,
son niños con cristales en la mente,
almas que brillan en la noche,
seres que abrazan a sus padres,
luces de vida en el desierto.
2 comentarios:
Niños que alegran la vida. Abrazos.
son verdaderos ángeles a esta edad
más abrazooo
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