Conocí a una mujer que bebe fuego,
siete colinas de Roma
quemándose en un mar de anís.
Esencial como un aguacero en el Caribe,
obrera de cámaras,
ángel criado por otros padres,
reina de escotes y sonrisas,
buenamadre,
viajera secreta a Estambul.
Firme y saludable de sueños,
valiente de futuros,
primera en los crepúsculos,
princesa del tacto,
chispeante,
llorosa,
amante y compañera del sol.
La imagen proviene del sitio www.ramblingspoon.com
3 comentarios:
que preciosas alegorías
Felicitaciones
besitos de luz
Temprano leyendo tus poemas. Dan vida.
Beso.
es bello encontrar a alguien que logre traspasar del sentir a las letras
dejo suaves caricias
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