El hombre ama sus autos.
Esa libertad alcanza a pagar.
Son saldos del antiguo fuego.
YouTube.
Muerte a Prometeo el titán.
Gonzalo:
Simónides daría un brazo por viajar en citrola.
Leonardo da Vinci vive en el aeropuerto de Roma.
Euclides diseña Ferraris.
Beethoven monta una Yamaha.
Imagina su Pastoral en moto.
Siente el ritmo que tendrían los vientos.
El arroyo y su nuevo espíritu.
Expresivo silencio de aves.
Esclavos templados por su sinfonía.
Furtwängler invisible en los discos.
¿Por qué regresas sobre la guerra?
Las hermanas de Sigmund han sido asesinadas.
30.000 han muerto en Hamburgo.
100.000 son cenizas en Tokio.
Stalin ordena avanzar.
Messiaen continua prisionero.
Los cruzados incendian Jerusalem.
La montaña ha perdido su sangre.
Wagner bombardea Vietnam.
El hombre ama sus autos.
¿Por qué no habría de hacerlo?
Hay robots uniendo sus partes.
Energía desplazando el acero.
Satélites conectados a su brío.
Cervantes in the screen.
La tierra aguarda su asalto.
¿ Y de qué libertad hablábamos?
El derecho a matarnos a cien por hora.
Volver al bordoneo.
Saltar de Itaca a Davos.
Comprar helados en Combray.
Desafiar a Comte.
Manchar este "papel" con gotas de luz.
Es cierto Gonzalo: quieres hablar de otra libertad.
Aquella de ser fiel a tu hambre.
Abrazar lo querido.
Conversar con el viento.
Dejar al cielo en tu rostro.
Sentir que haces lo correcto.
Uf, demasiado lío partir con luz verde.