Fume usted la alta poesía
Observe la voz haciendo círculos en el aire.
Véala declinar hasta ahogarse en el silencio.
Pequeña mancha en mi cuaderno de sueños.
Lector:
Imagine un submarino atravesando su
cabeza.
Su yo diminuto al
mando de la nave.
Recibiendo órdenes de verdaderos almirantes.
Concentrado en su trabajo.
Seguro de ser usted atrapado en el
poema.
Lector:
Observe las puertas en el puente de
mando.
Todas llevan el número 103
y poseen pequeñas ventanillas
rayos de claridad
red sagrada del Yo.
Poema dedicado a Maia-Gea Casanova Krisam
Este texto conversa con Vladímir Mayakovski en :
ADOLESCENTE
La juventud tiene mil ocupaciones.
Estudiamos gramática hasta atontarnos.
A mí,
me echaron del quinto año,
y fui a apolillar las cárceles de Moscú.
En nuestro pequeño mundo doméstico,
las camas parecen poetas de pelo rizado.
¿Qué saben estos líricos anémicos?
A mí, pues,
me enseñaron a amar en la cárcel.
¿Qué vale comparado con esto,
la tristeza del bosque de Boulogne?
¿Qué vale comparado con esto,
los suspiros ante un paisaje de mar?
Yo, pues,
me enamoré de la ventanilla de la cámara 103,
de la "oficina de pompas fúnebres".
Hay gente que mira al sol todos los días
y se enorgullece.
"No valen mucho sus rayos" -dicen.
Pero yo,
entonces,
por un rayito de sol amarillo,
reflejado sobre mi pared,
hubiera dado todo en el mundo.