El invierno levantó su mano de barro
Y mintió sobre los límites del silencio
Habló en esperanto y en persa
En griego de Platón
En el hebreo antiguo de Sansón
*
Luego llegó la primavera
Con sus campanas de estrellas
Y su eterno amor por la verdad
No levantó su mano
Simplemente llevó su luz