Te quiero hija
Sol que camina tan rápido
Niña de estrellas
Ojos en que miro a mi madre
Ojos en que veo a mis abuelas
Te quiero hija
Sol que camina tan rápido
Niña de estrellas
Ojos en que miro a mi madre
Ojos en que veo a mis abuelas
Un poco de energía para mi carne
Tal vez un dardo de nieve
Una palabra de Óscar Peterson
La tarde bailando junto a ti
La herradura cuelga del acero
Cierto clavo sobre la puerta
Ella le falta a pegasus
Mi corcel volador
Al clavo lo llaman rayo del tiempo
Yo: El palo del minutero
El domingo cayó de su yegua
Su cabeza se golpeó contra una piedra
Acudí con veinte corazones en mi mano
Bebí la sangre que brotaba
Ahora llevo en mi alma los secretos del tiempo
Me duelen las piernas Isidora
Arrastro el cemento de la cancha
La luz de siete estrellas
Muchos años que pesan sobre mis hombros
Eligí escribirte Josephine
Aceptar tu pantera y tu serpiente
Tu beso inundado de estrellas
Tus ojos llenos de danza
La belleza que cargas en tu cuerpo
Escogí mirar
Observar el despertar de Bella
Verla arrojada al mundo
Escuchar sus conservaciones
Tomar razón de sus heridas
Tras seguir la senda de los colores
Pude verla abrazar a su padre
Indagar en su cuerpo
Vengarse de su otro padre
Mis zapatos nuevos tienen espíritu
Se niegan a caminar hacia el sur
Me llevan sólo cuando brilla el sol
*
Son mocasines de cubierta café
Simpáticos, ligeros, muy conscientes
Sonríen cuando leen a Trotsky
Lloran antes de perder su paz.
Me escondo en el día jueves
Allí hay una vaca de ubres azules
Una canasta con choros
Mi copa de vino blanco
*
La jornada cabe en un cubo de cristal
Hunde sus zapatos en el barro
Es callada como una flor
El día ha parido un beso de mi hija
Espacios breves de alegría
La salud de mi padre
Una carta con sombras
Nubes en el verano tardío
Pienso que llevo la noche en mi cuerpo
Lo noto por las estrellas que derramo a mi paso
La leche que busco en tus pechos
La aurora que tengo al mirarte
La novia ha despertado en Cerro Placeres
El novio en calle Yungay
¿Cómo fueron aquellos desayunos?
Imagino huevos con carne
Jugo de Naranja
Tecito
Nuestro sol besando a Valparaíso
El tiempo se encuentra distraído
Marzo quedó sobre la cama de su hotel
Hay un lunes botado en el patio
Mañana está tardando y quizás no llegará
La mañana es seria
Construye sus nubes y luces
Combate en los hospitales
Nace y muere a la vez
Bacterias invaden nuestro cuerpo
Portan lanzas envenenadas
Devoran pobladores inocentes
Encienden hogueras invasoras
Arrancan e incendian nuestros bosques
Respondemos con Ciprofloxacino
Agua y más agua
Descanso hasta vencer los bandidos
Llovizna en la madrugada
La ciudad duerme
y nosotros cruzándola
hiriendo las últimas sombras
martillando bacterias
Amparando al papá
No gobierno mi cuerpo
Apenas converso con él
Me habla en sueños
También me habla el sol
Encontré en mi alma
un bosque sagrado
cierta colección de sueños
la montaña que conduce al sol.
Sólo el Amor es para siempre
El pensamiento nace y renace
Se estrella con límites
Sufre la gravedad del miedo
Lo dobla el vendaval de las emociones
Lo engaña y lo empuja la ambición.
Escuché a Mozart reír en verano
y partir a pocos pasos del invierno
Conocí a Francisca y su pasión tan pura
En el año de la Abeja de Fuego
La flauta arrancada de un árbol
El canto como obra invisible
Puentes y túneles de una mente mayor
Las artes, nuestra ciudad en el aire
Escuché a Mozart reír en verano
llevaba las grandes gafas de Edison
Definía al cuerpo como instrumento de vientos
Bailaba con Astrifamante
Ahora libre y feliz, radiante Señora de su Arquetipo