Comencé a buscar a Isolda
La encontré en su barco de muerte
La bebí en sus filtros
Hembra golpeada por miradas
Estrellas del destino
La luna dormida en su frente
Comencé a buscar a Isolda
La encontré en su barco de muerte
La bebí en sus filtros
Hembra golpeada por miradas
Estrellas del destino
La luna dormida en su frente
Sentí el poder del Llanquihue
Su agua hecha de piedras
Formada por miradas de Luna
Lágrimas del bosque
Poemas hundidos por el trabajo del hombre
Hoy la luna tiene su rostro de enero
Resplandece
Escupe su magia
Extiende sus manos de fuego
Ganar belleza exterior carece de sentido
Es luz que se apaga y consume
No importa si es antorcha,
cabo de vela o poderosa hoguera
Pronto es lumbre, ceniza
Apenas huella del bosque verdadero.
Pero esa, la que brilla en tu sombra
Esa que alza y conserva la justicia
Ella perdura como estrella
Preside los cielos
Enamora al tiempo
Une a los que buscan
Abre puertas y ventanas del Uno.
Y esa, la que brilla en tu sombra
Causa resplandor en tu rostro
Enseña a tus manos la música
Gobierna los pasos de la danza
Es aurora nocturna
Imán de amores
Química en la raíz del Uno.
Borré algunas letras de destino
Bastó dejar carne y alcohol
Volar desnudo entre las nubes
Cenar con cantantes y actrices
Tía Panchi se seca los pies
Atrapa el cielo con sus canas
Prueba michelada
Helado de chocolate
Cine de mujeres en tarde de sol
De repente se baña en pelotas
Anota en su libreta
Ofrece te y pastelito
Llenamos la mañana con música y luz
Café en la hora 9
Todo lavado y cama hecha
Nuestro sol abriendo el camino
Mi cuerpo cruzando las aguas
Once con te en bolsitas
Panchita erguida sobre su fe.
En camisa azul encontré mi alma
Un poema roto en la ciudad
Tiempo desgarrado
El invierno derramado en las estrellas
Escribo mi alma en paredes del hospital
En papeles de otoño
y en el agua que ahora falta en el cielo
La escribo mientras busco a mi hija
Mientras duermo
Mientras vuelvo a pensar
¿Iremos al cine Carola?
Habrá nueces y mazapán
Tu perfume
El libro de alegrías que surge de tus ojos
Mi trabajo es dibujar en el aire
trazar líneas de mi azul
expresar la música
volver a piel los sentimientos
dejar anudado el abrazo
Oscar está de cumpleaños
Nuestro maestro merece un día de sol
Me impacta su conciencia tan libre
Cierto empuje de su alma
Ojos de su nieta elevando su luz
Inquietud de quien lleva la antorcha
El llamado y el deber de enseñar
Me detengo a soñar el sol
Él me responde con un baño de luz
Venerable grito atómico
La estrella en su fiesta de verano
No le digas algo al tiempo
No hables con el árbol
Ni con la espada
Habla en cambio con tu madre
Abraza a tus abuelos
Regresa a la mesa familiar
Piezas de cristal que sostenían los servicios
La alfombra del living
La plantas
Figuras de yeso mirando desde los muros
La aurora ha llegado tarde
El lucero viene joven y enamorado
Persiste el domingo con sus rosarios
El beso de la montaña calva
Las siglas y el monto de esta venganza
Vamos en tren y hay calor
El agua helada falta en mi espalda
Falta calma en mi espíritu
El consejo de Juan Reyes
La luna con su rostro de noche
Imagina Gonzalo que te calma la esperanza
Y prefieres el agua a nuestro fuego
Hombre volando sobre palacios
Espíritu templado por la lluvia
Aire y viento sobre la Plaza Victoria
Apenas cabe el verano en mi cuerpo
Pero no tengo ganas de quejarme
Sino de caminar junto al mar
Llamar a todas las Cecilias
Saltar las cuerda de lo diferente
ABCDTemplanza
La niña estuvo feliz con sus regalos
Imaginó colores para crear su mundo
Su poema de luz cayendo sobre hojas en blanco
Bendita niña poblada de estrellas
Ser hecha de tiempo y agua
Fabiana ante las puertas del tiempo
¿Quién eres?
Tal vez uno que abrazó al Maestro
Ese que buscó agua limpia para compartirla
El que leyó sobre Job
Aquel que mordió racimos de uva
Yo al interior de mi madre
Ese que amó a la mujer de su prójimo