No esperes que el viernes te persiga con sus abrazos
Sale tú a escuchar las gardenias
Tal vez te enredes en mirada verde
Laberinto de Carnaval
Tiempo azul y dorado
Golondrinas naciendo desde sus voces
Matices de claridad
Fulgor del cantar eterno
No esperes que diciembre se saque los zapatos
Deja que en tu alma crezcan las gardenias
y beban las estrellas de tu nombre
hasta incendiarse de notas y melodías
vaivén de caderas
voces que suman y juegan
como labios pintando un lienzo
o diosas mordiendo el paraíso
No esperes que el verano haga su fiesta en tu techo
Sale tú a encontrarte con la Luna
y vuela en la voz de estas Gardenias
Leonas perdonando el silencio
Reinas que mueven los vientos
Viajeras de otras primaveras
Doctoras en risas y alegrías
Hermanas en la ternura
Chispas femeninas de lo eterno.