No quiero esperar la sangre fría
ni enervar mi tiempo en tu retorno
ni encogerme en silencios
ni suplicar la brisa a nuestro cielo
No, quiero
No me va tanta paciencia
Ni el temor de mi pueblo
Ni los hieros y traiciones del olvido
No quiero esperar la sangre fría
ni enervar mi tiempo en tu retorno
ni encogerme en silencios
ni suplicar la brisa a nuestro cielo
No, quiero
No me va tanta paciencia
Ni el temor de mi pueblo
Ni los hieros y traiciones del olvido
Jesús anunció el fin
y las viejas piedras del templo
apenas movieron su soberbia
descansaron al verlo maniatado
pensaron en Él
cuando Roma las arrancó de cuajo
Nada me abraza más que este invierno
el tic tac de los sueños
patria y fe de los muertos
la calma sacudiendo sus silencios
Nada me separa del amor
porque siempre estoy allí
y abunda mi sol en tu cuerpo
y tu calor se cobija en mi nombre
lo mismo que tu boca
y la matriz de tu cantar
Cuando Netflix está en todos
yo resido en Ondamedia
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El Ojo tras la H y la B
Todo nuestro sábado estuvo contigo
Me abracé a tus lágrimas
Pasamos de una lluvia a otra
Nos alojamos en el viento
Allí nos arrulló el sol
Lo que salves hoy
Será un cristal mañana
Niños caminando en la playa
Los ojos del cielo sobre mi nombre
Irradias la noche en tu nombre
Hay cometas en tu aliento
Un ojo de cristal
te busca desde el cielo
y desde tu centro
La niña tiene su rostro redondo
La piel tibia
El alma llena de palabras
El norte escrito en la nariz
He estado en el nombre de las cosas
En el borde urbano del bosque
A tres o cinco nudos de la muerte
En el aire y el fuego de la vida
Hablar de Cole Porter es hablar del Gran Libro de la Canción Americana, que construyó junto a Irving Berlin. George Gershwin y Jerome David Kern, todos ellos francmasones.
Sin embargo, Porter, nacido en 1891, en una millonaria familia de pedigrí petrolero en la localidad de Perú, en el estado de Indiana, se incorporó a otra institución iniciática en la Universidad de Yale, la célebre Fraternidad Kappa Delta Kappa, en la que compartió sendero con los presidentes francmasones Theodore y Franklin Roosevelt, entre otras desatacadas personalidades.
Probablemente su explícita y pionera homosexualidad, le impidió caminar sobre el mosaico, conforme a los criterios conservadores de la época.
Pero su amor por la verdad y la justicia, quedó explícito en las canciones de las que fue autor y compositor.
En efecto, el arte de Porter, generalmente en tono de comedia, dibujó, el rostro de la sociedad norteamericana, develando la realidad del comercio sexual en "Love For Sale", la extendida corrupción en "Anithing Goes", el estilo de vida de la elite plutocrática en " I get a kick of out you", en que logra vencer la censura, nombrando la cocaína; y la naturaleza apasionada del homoerotismo en I've got you under my skin" e "Easy to love"
Falleció en 1964 alcoholizado, deprimido, y con una pierna amputada, pero dejando una nube de belleza sobre el espectro musical de la Tierra. Sincrónicamente, su obra más popular, marca la frontera crepuscular entre la noche y el día, momentos del día celebrados ya por los pitagóricos.
Creo en Emma Thompson
y en la forma
en que actúa con su piel
La ternura que expresa su cuerpo
La lluvia que baña su rostro
aquellas tardes en que sale del set
En mi país
hay múltiples naciones
Persisten los rapa nui
gigantes que enseñaron al mar sus rostros de piedra
Changos
que aún lavan sus silencios en aguas de sol
Quechuas y aymarás,
inventores del nombre de Chile
Diaguitas, artistas de la arcilla
Kawésqar, yaganes y Selk´nam
casi hundidos en el frío del tiempo
seres con fuego en su interior.
.
.
Hay mapuches fuertes como la ternura
héroes de resistencia
seres creados por estrellas
ojos y espíritus del bosque.
Africanos secuestrados de su mundo
y collas,
como mis ancestros que honraron a la Luna.
.
.
Están también los que perdieron su raíz
ignoran el sentir de sus mayores
no escuchan el decir de la montaña
no honran a sus árboles
no recuerdan su herencia
olvidaron su lengua
y han extinguido su luz.
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En la imagen, un grupo de indígenas Kawésqar
Chile lleva en su alma
tanto sufrimiento indígena
genocido y tortura
humillaciones
robo
usurpación
atropellos del hinca hacia la tierra
Tengo frío en mi alma
Quiero hilos de tu nombre
Un lucero parecido a tu boca
La chispa que figura en tu píel
El mundo se ha hundido al revés
y ya no puedo rescatarlo
no cabe un libro más en mi mesa
y el oro del Nilo puebla mi nariz
Capturo palabras
voces que llevan siglos en sus puestos
ideas abrazadas a lo humano
bibliotecas
hospitales
trazos de bondad que permanecen