Leonardo tiene su puerta al cielo
Por cierto, un acto de justicia
Química del tiempo
Su alma en la ciencia de volar
Leonardo tiene su puerta al cielo
Por cierto, un acto de justicia
Química del tiempo
Su alma en la ciencia de volar
Sálvame de Roma Lorenzo
Defiéndeme de sus taxistas
Dame sombra en este calor
Guíame en el viaje de las palabras
Maestro del sentido y de los términos
Hombre tallado por la luz
Junto a Carola
En la marejada de sus ojos
Sobre las orejas del verano
Asido al rabo de un taxi
Mi cuerpo está sobre piedras y agua
pende de una soga vestida de algas
recibe y refleja al sol
flota sobre aguas tranquilas
mientras el texto lo observa
y lo empuja a la orilla
Antes de Santa Zita y el Santo Rostro
La mitad azul del verano
Voz tranquila del Serchio
Una copa de luz en el patio de Gentucca
Quizás mi pan se convierta en flores
y nuestra agua en vino
gente baila junto a su santa
los viajeros siguen anhelando a Lucca
No le mientas a un poema verde
No lo hagas porque es infinito
y escucha tus sombras
salta y retorna en el tiempo
limpia y recibe tu boca
Miro hacia uno y otro lado
y veo a mi madre en abanicos
puentes
calor y cristales de Venecia
Escucho a mi hija conversando en francés
Enunciado palabras de Dante
Conversando en inglés
Preguntando en alemán
El sol y las aguas
presiden esta fiesta
también los rayos nocturnos
tanto arte que cruza desde un sueño.
Noche en el Gran Canal
Venecia exhibiendo su belleza
Serena decadencia
Mercante
Bélica
Industrial
El agua registrando tantos sueños
Aquí el sol camina desnudo
Recoge guindas en el bosque
Brilla sobre espigas doradas
Observa a través de cristales
Lanza sus dardos al pudor
Algo la faltaba a París
Por supuesto es Buenos Aires
Así que la gente inventó sus tardes de tango
Los sábados frente a la Comedia Francesa
Justo entre Cortázar
y el corazón del mundo.
Quiero deslizarme sobre el aire
Escribir en jardín templado
Cabalgar mi alegría
sobre un libro de nubes
Soy el padre de la primavera
Me encanta serlo
Observar las estrellas
reunidas en su rostro
y al cielo
rodearla con torbellinos
y brisas.
Me encantó bailar contigo, amor
Descender a la caverna
Sentir el tiempo y los espíritus
Instalar nuestra luz en esa tumba
Palpar los nudos del día
Hurgar el jazz
Reír con Dios
Escribo sobre la luz del sol.
Dibujo hilos del tiempo.Leonardo ha dejado su luz en París
Juan y María visten de misterio
Hay una hija en el regazo de su madre
También un niño
El abismo
Un cordero
Los colores sagrados de los mantos
En el Gran Azul, vi a Carola sonreír
Llevaba el cielo impregnado en sus ojos
y el sol se filtraba hasta su piel
ávido de comprender su ternura
Lo botes dormían en la tarde
había jugadores de bochas
y risas de un atardecer brillante
muy cerca de la Place Bastille
Incluso cuando duermes eres maestra
Sol nocturno
Espíritu que nace en mi noche
La piel y los ojos del Amor
Los domingos poseo un espíritu olímpico
Me llaman azul las estrellas
y nazco silencioso desde mi tumba
héroe la ciudad extinta
buscador incansable
hombre que despierta en medio de un sueño absurdo