Viene la ciudad a preguntarme cosas
Soy yo tu alegría?
Por qué me miras y me gozas?
Me dejas besarte con mi luz?
Hermosa, se desnuda en mi ventana
y canta
alza las bocinas de su puerto
juega con sus barcos
eleva sus colores a mi nombre
Viene la ciudad a preguntarme cosas
Soy yo tu alegría?
Por qué me miras y me gozas?
Me dejas besarte con mi luz?
Hermosa, se desnuda en mi ventana
y canta
alza las bocinas de su puerto
juega con sus barcos
eleva sus colores a mi nombre
En mi ricón del infierno
hay un ratón muerto
hiede su sangre y sus pellejos
invade la raíz del papel
nuestras carpetas de lunes
la página en que escribo mis sueños
Que nadie se atreva a perdonar la Luna
Que siga allí en su cielo de castigo
atada a este planeta madre
siempre envidiando este azul
este extraño cielo
desde donde ahora: la miro
Dejé mi nombre en San Francisco
Tal vez un par de mis zapatos rojos
Algunos libros que robé en Paris
Aquella nube con mi lluvia propia
Los pequeños huesos
que ahora faltan en mi cabeza
Marzo pesa sobre el tiempo
Lo horada
Hiere como el toque de queda
Es un bolso cargado de cuadernos
Niño perdido en los patios
La tiza feliz y de fiesta
En mi ventana los barcos
Sus viajes reflejados en el agua
Flotando sobre el tiempo
Nostálgicos de la distancia
Notables hijo del hierroi
Un extraño invadió mi casa
Desde mi cama
lo acosé con preguntas incómodas.
y el hombre se acercó,
tocó mi frente y dijo:
despierta.
Renacer desde la palabra
Un nuevo ser desde el relato
Shakespeare y Cristo
Virginia Woolf
Cada alma que produjo palabras
Me estai hueveando
Puedo morir de pena
Hundirme en la humedad de esta carta
Enloquecer de miedo
Ahogarme en la tinta de tus párrafos
Me estai hueveando te digo
Para de nombrarme la verdad
Dibujar mis venganzas
Alumbrar mis defectos
Cortar mis huevos sobre la mesa del tiempo
Quién castiga a la Nación del Invierno
Quién reprende el grosor de sus noches
La soberbia del aguacero
Esas trampas del barro
La pesada escarcha que este cesped
Tu lo sabes Gonzalo
El joven sol que conserva su corona
El Sol no limita su luz ante el mal
Se regala como el tiempo
Incesante
Incondicionado
Gesto inmemorial del Ser
Escucho el mar
Me bendice su canto
Vuela y me abraza
Participa de mi nombre y mi sangre
Surge del tiempo y del aire
Licor de estrellas
Belleza con cuerpo de agua
Me atrae el infierno.
Lo conocí de niño
Estuve allí con alambres en las manos
Caí sobre el mar con un riel atado a mi cuerpo
Sufrí dinamita en el desierto
Me inundó el veneno
Estuve mudo y aterrado
Estallé mil veces sobre Washington y Buenos Aires
He descubierto tu sitio en el cielo
Sumé tus letras de fuego
La montaña por sobre tus manos
Futuro y pasado en tus bordes
Fiesta de alegría en tu rostro
La libertad es siempre destino
Así que rompo el telón de la noche
Empaco mis gestos de yoga
Arrimo una nube de estrellas
y pierdo mi piel en tus labios
La niña teje a palillo
Abre colores con sus manos
Lee el camino de sus lanas
Usa sus ojos profundos
Conversa mientras trabaja
Lleva el ritmo con los pies
Huyo de tus piernas
porque me enloquecen
y quedo pensando en suavidades
años tibios
orejas desnudas
mis manos descubriendo cacavidades
Millones de miradas me asedian en la noche
Buses pasan en mi memoria
Falta cielo en mi cabeza
La rosa del silencio
y aquellos ojos que leen mis recuerdos
Aquí acepto las razones invierno.
Sumo sus pausas y preludios
Perdono vendavales y granizos
El barro
La saña del aguacero
Mi aliento congelado por el aire
Lo que no acepto es a mi silencio
Ese no ver y no hacer
Mi par tiritando en la calle
Vencida su tibieza por el frío
Invadida su pobreza
Castigado su sol
Quebrada la hermandad entre los hombres.