Necesito las razones del territorio
La vida de los nombres
Mil veces la palabra mamá
Sus ojos
Sus labios aceptando mi frente
Necesito las razones del territorio
La vida de los nombres
Mil veces la palabra mamá
Sus ojos
Sus labios aceptando mi frente
Aquí nos besa el eclipse
Habita el péndulo y la risa
La Luna se opone
Crece el tiempo
Hay alerta y hondura
Ahora, se triza el silencio
Imagino la vida al interior de mi madre
Cruzando jardines
Mordiendo aceitunas
Abrazando a mi padre
Ella y yo en los patios del Pedagógico
En el cine
Las Cachás Grandes
La Peña de los Parra
La pienso subiendo las escalas de mis abuelo
Comiendo albóndigas scon su padre
Tomando jugo en el Café Vienés
Mirándome fijamente a los ojos
Aprendí a girar hacia la izquierda
borré la magia del Palatino
sumé el agua, el aceite y la luz
las empujé con mi mente
y retrocediendo a la noche
cerré la puerta de Dios
Si abres tu mente a la luz
Nunca el océano podrá borrar tu corazón
Ni caerás en falacias de la noche
Tributos al miedo
Falsos caminos de falsos agentes
De ciudades alzadas desde tumbas
He herido al país con mi mirada
Con el brusco latir de mi nombre
El vértigo de mi cuerpo incendiado
Lanzo esta mirada de acero
Hay tensión en mis músculos
Parezco un niño gritando por falta de atención
Mi corazón tiene fuego
Dispara sus poderes sobre la tierra
Flamea sobre la noche
Martilla
Disuelve
Empuja su tempestad sobre la Iglesia
Cumples las edades de la luna y estás feliz. Recibes los ojos del sol. Llevas mi nombre en tu frente. Bailas cuando crece tu amor.
La torta lleva panqueques y manjar. Eres alegría y abrazos. Disfrutas las amigas. Tu mirada camina sobre el mar.
Eres como yo
Guardas moscas en primavera
Abres tumbas en el garage
No lloras
Gritas los orgasmos
Nadas desnuda al atardecer
Tomas a la niña
y ofreces enseñarle religiones
la cultura del espíritu
los diversos caminos de la fe
Luego, sacas tu sable de la manga
y la llevas hasta el agua clara
para hundirla en río ajeno
Lejos de la Luz
En tan lejana vereda.
Me encanta la cultura dices
Verás
Tal vez basta con atender
Conversar tus sueños
Sacudir las bibliotecas
Abrir los poemas del sol
Basta con la amistad
Dibujar sonrisas en las mejillas
Dudar las historias
Saltar entre gaviotas y retratos
Llegan temprano los dedales de oro
Cargan sus rieles y quebradas
Vienen con su color de alegría
Bella alfombra naranja
Filtro de sueños
Sonrisa extensa de la tierra
Aquí fornican los dragones
Marcan sus huellas los poemas
y las hembras mojan estas noches
hasta quebrar el mundo
domarlo
hacer del sexo un diluvio
Buenos Aires es perfecta
Sus avenidas cumplen primaveras
Huelen a frambuesa
Llevan desde la lluvia hacia Dios.
Amanece
y muerde su primera fractura
baila entre obuses y vitrales
lee Sur
de gala, asiste a la ópera
usa zapatos de tango
piensa en teatro y en el fútbol
Abres el tiempo con tu nombre
Llevas hacia ti los rayos de sol
Los tomas con tus manos delicadas
Haces ovillos de luz
y guardas silencio ante esa esfera
Borras el tiempo con tu nombre
Mientras acercas tu piel a mi cuerpo
Reduciendo el andar de los segundos
Las caídas del otoño
La ostentosa muerte del momento
Mi niña es una persona distinta
No soy yo
Es el árbol que crece en mi nombre
Otro lenguaje de estrellas
Antípodas de mis ojos
Otras cejas comentando su alegría
En cuaresma
Ciclos de la sangre
Olores cruzados
Ternura de miradas
Cuerpos que el deseo atrapa
El fuego purifica la tierra
A veces soy insoportable, un orador de piedra fornicando al infierno. El amigo de la lluvia. Un sombrerero tartamudo. El hombre que juzga los senos.
Entonces crece mi torpeza. Anudo con nubes mis moños. Almuerzo un salario de hongos. Me gusta orinar junto a centauros.
¿Y si volviera a ser como antes? Un robot a cuerda. Bombero de nieve. Cineasta ciego. Hombre ahogado en su semen.
Vi y abracé a mi madre
La escuché hablar y emocionarse
Crucé el agua con mi cuerpo
Viajé abrazado a mi hija
Ahora,
llevo marcas de sol en mi rostro
leo años en mi pelo
huyo de tus lápices azules
veo delfines en la pared
Estamos en el hogar del humo
Habita la luz de Carlos Marx
La noche de Freud
Nuestro océano esperando mi abrazo.