Hay muertos recordando esta vida
Huérfanos en laberintos de sueños
Energías desplegadas en libros
Esparcidas en carreteras
Fronteras de uno y otro mundo
Lugares cargados de infancia.
Hay muertos recordando esta vida
Huérfanos en laberintos de sueños
Energías desplegadas en libros
Esparcidas en carreteras
Fronteras de uno y otro mundo
Lugares cargados de infancia.
Nada queda en mis ojos
Pero el día crece
Arranca sus raíces
Devora los nombres de la muerte
Vuelca su tormenta en la noche.
Leo las palabras claras del sol
Creo en su buena fe
Me alegra su voz de luz
Su caricia sobre el planeta
La forma en que expone su alegría
Pensar
Desplegar el lenguaje interno
Brincar de una imagen a otra
Caer en manos del viento
Sacudirnos de prejuicios
Criticar la percepción
Explorar emociones y conciencia
Escuchar gigantes internos
Elegir las alas del sol
Esta es la vida que sigue a la muerte
Aquí encuentras Luz
Sigues la voz de tus ancestros
Juegas el poema del tiempo
Piensas con letras
Honras el milagro de tu cuerpo
Estoy sentado en el futuro
Desde allá me miro en este día
Primavera 21
Septiembre en nuestra tierra
Me recuerdo entre Infierno y Purgatorio
Lanzando un disco rojo
Observando a mi madre
Abrazado al cielo de Carola Jamett
M miro entre sombras de muerte
Cargado de tiempo
Sobre los hombros de nuevos viajes
Leyendo mi conciencia de ayer
Estoy cansado
Lo mismo que el mar y sus naves
Esta noche sin nubes
El fuego que irradia mi nombre
Pero dormiré alegre
y mañana cruzaré el cielo
pondré mis pies sobre el mundo
vestiré de azul la tristeza
Mis tasas llevaban elefantes y circos
Trapecistas voladores
Mujeres elásticas
Payasos de grandes zapatos
y cisnes sobre sus cabezas
Mas, ahora, esta loza es blanca
Los elefantes han roto mis baños
La carpa se levanta en el patio
Los cisnes persiguen a la gaviotas
Duermen siesta los payasos.
Los acróbatas están a cargo del asado
El té, posee un nuevo sabor.
Estoy y no estoy en el claustro de mi madre
En la tina celeste junto a mi hermano
Escuchando el corazón de mi abuelita
Asombrado el día que llegó mi hermana
Estoy escuchando cuentos de Alyosha
Caminando desde Yungay a Guillermo Rivera
Uniendo mis ojos la máquina de Estrabismo
Con mi jarrito de pipí en el Cine Metro
La niña se levanta y dice Hola Papá.
Estoy llorando en el Aeropuerto de Atenas
Pensando en Hagia Sofía
Conversando con Gabriel Mistral
Escuchando mi mente
Isidora canta Dancing Queen
En estricto rigor estamos en el cielo
Sobre el cráneo
Bajo las plantas
Incluso en el fluir del pensamiento.
Ser hecho de colores
Amigo del mar
Estudiante travieso
Viajero empedernido
Hombre feliz
Niño insistente
Padre herido por la muerte
Maestro de Artes
Gran guerrillero de la Luz
Salvo los tulipanes
Toda la casa te extraña
Mis ojos cargados de sueño
La cama de pronto gigante
Mis párpados ahora cansados
A veces, no se callarme
Le grito a las paredes del baño
Hablo con el adversario
Escribo mi bosque en una pantalla.
Imagino palabras en peligro de extinción: yupi, cuita, melenudo, parco,infausto, embuste, fritanga, talud, treta, mentecato, soto, lastre, tieso, colérico, pulóver, gobelino , desopilante, mayólica, zancas, zaguán, umbral, tara, lustro, sobaco, ballesta, serpentina, calcar y cancel.
Pienso en las que resurgen cargando un nuevo resplandor:
Arroba
Perno
Ordenador
Parlante
Radical
Zeuz, Deus, Dios
Ahora soy el guardián de los tulipanes.
Me debo a su tierra húmeda
Vigilo los gusanos del aire
La ambición de las gaviotas
El orín nuevo de los halcones.
Estoy en el amor
Lo recibo
Lo dejo pasar por mi cuerpo
Reflejarse en mis actos
Expandirse en el bosque y las estrellas
Toda la tarde tomados de la mano
La hija y su padre
Dos nubes en lo alto
Ambos cruzados por el cielo
El tiempo colmado de amor
En mi puerta hay un ángel
Mi madre a sus veinte años
La sombra de un domingo
El bosque que llega cantando.