¿Ama usted a su hijo?.
Yo lo hice.
Visité con él los dominios de la música.
Le mostré el valor de las cuerdas.
El tiempo.
Los espíritus que habitan el silencio.
Orgulloso y alegre:
Le confié mi asombro.
Le enseñé la estatura de lo justo.
Lo hice digno de sus sueños.
Libre como genio del aire.
Arquitecto del sonido.
Elevado como la palabra "Maestro"
Y mi hijo triunfó.
No se conformó con ser justo
y fue más allá de su estrella.
Se hizo armonía y abrazo.
Creó escuelas y orquestas.
Forjó el futuro de los niños.
Unió la vida y la belleza.
Yo amé a mi hijo.
El me dio luz y alegría.
Pero decenas de balas apagaron su aurora.
A cuchillo lo remataron los soldados
y avergonzados escondieron su cuerpo.
Yo amé a mi hijo.
Tal vez ello lo acercó a la muerte.
Poema inspirado en la vida de Jorge Peña Hen, y la de su padre, Tomás Peña Fernández.
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