23 de abril de 2020
Quetzacóatl
Soñé con la serpiente emplumada
Ella tenía tu olor y tu rosa
Ocultaba su luz bajo la hierba
mientras yo te cuidaba y seguía
como águila girando en lo puro
La imagen proviene de este sitio.
Sabor a mora
Hoy mis palabras tienen sabor a mora.
Hablo y la gente me persigue con cucharas
para tomar mi voz y beberla
batida con yogur.
Otros toman los puntos de mis íes
y las incrustan como pequeños frutos
sobre sus helados de chirimoya.
Me gusta cuando las voces
más fuertes y robustas
son saboreadas como
eróticas varas de caramelo
por mujeres de labios rojos
y caderas asombrosas.
En cambio, temo a los hombres
que untan sus gruesos dedos
con aquellas palabras que duermen
o caen desaprensivas
en las manos equivocadas.
Masita, usted sabe
En mi barrio hay un sitio especial
El fuego de lo humano
crece y nos llama
La cuarta muralla se rompe
El espíritu extiende
su escena
Llegue usted con
suerte
y lo abrazará el pueblo
cierta bailarina desnuda
nuestro distinguido bufón
Colombina y Truffaldino
A veces despierta el piano
Se acerca el rostro de Gladys
Toca un dúo de saxos
Un poeta borra el invierno
Llegue usted con suerte
Y la gente le hablará del Banquete
Recibirá besos en servilletas
Bailará tango
y si tiene tiempo, conversará un café
Manuel

Manuel nació ayer
No habrá helicópteros sobre sus sueños
Se vestirá de mago en los estadios
Su alegría danzará en las escuelas
Aprenderá la música de los bosques
Hablará de estrellas
Fecundará la Tierra
Sus ojos buscarán el amanecer
Aprenderá de su pueblo
Conocerá desiertos.
Llenará su alma de mar
Tendrá montañas y bosques en su espíritu
Amará los domingos
Dará besos tiernos a su abuelos
Comerá choclos en días de sol
Manuel será un delfín chiquitito
Jugará con volantines en primavera
Anudará sus zapatos antes de ir al Colegio
Ignorará la muerte
Olvidará el temor.
Ayer, ocho de enero, nació Manuel, el primer hijo de Valentina y Daniel.
El mismo día, hace muchos años, tres niños de Valparaíso esperábamos el nacimiento de un nuevo hermano.
Cuando mi padre tocó el timbre de nuestra antigua casa, salimos corriendo a preguntarle cuál era su sexo, cómo sonreía, cómo estaba nuestro cuarto hermano.
El niño había nacido muerto. Nunca tuvo nombre - Diego -nunca le miramos a los ojos, nunca nadamos junto a él en verano.
Siempre pienso en en mi madre cuando es un ocho de enero. Siempre le tengo temor a los nacimientos.
La imagen del bebé recién nacido proviene de esta página japonesa
Violación
Corre el animal tras su presa
ebrio de ansias primarias
armado con puñales de piedra
inmundo en su risa
grosero en sus deseos
iracundo, ponzoñoso
definitivamente humano.
Ella busca negrura del bosque
fulgor de las casas
refugio entre árboles
grieta sorpresiva
promisorio oleaje del río
La carrera es a pie descalzo
batalla entre ramajes
chivateos malignos
profuso llanto
espinas hiriendo las piernas
continua presencia del barro.
De pronto
largo salto sobre la víctima
golpe en la frente y en el estómago
ropas rajadas con rabia
mujer inconsciente sobre la tierra
derramada su alegría sobre la hierba
prohibido el futuro
quebrada la luz de su pureza.
Con Dafne, Leda y Europa hemos abordado violaciones míticas, sacralizadas por un régimen patriarcal triunfante.
En dichos mitos se intuye que poetas varones intervinieron una antigua tradición femenina, expresando este robo cultural mediante el rapto y la violación.
Creo que es justo tratar ahora una violación en tono realista, con toda su cobardía, abuso y desamor.
La imagen proviene de http://www.periodistadigital.com/
Calle 9

La calle comienza en una parra que sostiene el cielo,
mientras la quebrada va dejando atrás el siglo
y los bungalows de los pequeños burgueses
para adentrarse en el mundo de las flores,
nísperos, abejorros, nenúfares,
impecables ciruelas, azucarados damascos,
jaurías de perros, machos cabríos, cerdos gigantes,
pequeños puentes sobre el agua que aflora,
selva tupida y profundamente verde.
En pocas cuadras, el ejecutivo bancario
es reemplazado por el especialista en focos,
la costurera, el pequeño almacén, el dipsómano,
el cuidador de cabras y el vendedor de drogas.
Los barrancos son atacados por múltiples escalas,
algunas forjadas en húmedas piedras,
otras zigzagueando en jardineras
o apenas dibujadas sobre el suelo.
Cada casa tiene ocasión de amar el agua,
buscar refugio en las grietas del cerro,
escuchar al invierno en su camino al océano,
observar los barcos llenando las ventanas,
los feroces aguiluchos que gobiernan el cielo,
la llamada del afilador de cuchillos,
Johanna Haun
![]() |
Emily Ratajowski, retratada en abc.es |
En sus sueños hay gatos y libros
Felinos circuncisos
Recetas para seres refinados
Aguas mediterráneas
Viejos pupitres del Manuel de Salas.
Está también su hijo
Maridos
Cielo y luz de este puerto
Matanzas sobre el invierno
El ser y morir de la lluvia sobre la tierra.
La cola de Dan

Mi hermano hizo nudos con su cola.
Hombre de labios y sangre, mi bien.
Ser cargando su nombre.
Sol herido al nacer.
En el patio, su cola cortada.
Aún saltando en el césped.
Muda al narrar su tormenta.
Carne perdiendo su luz.
La fotografía proviene de este sitio.
Dsnuda en la cocina

Leibovitz
Desnuda
siempre vas desnuda en la cocina
persuadiéndome del orégano y el tomate
hablándome de mantequilla
habas de Pitágoras,
lúdico sentido de los puerros,
mi olor cuando nace el curanto
y tu cuelas el caldo.
Desnuda
siempre muerdes los tomates/
para provocarme
me obligas a cubrirte de oliva
buscar naranjas en tus labios
beber vino desde tu boca
Desnuda
mientras pienso el café de los sufis
lleno tu cuerpo de albahaca
planto fresas en tu ombligo
saco miel de tus pechos
busco granadas y moras
encuentro uvas y rojo maqui.
Eliana Abarzúa y El Principito
En ciudad borrada por el olvido nos enseñó a viajar con Antoine.
Francisco Gómez sirvió a una rosa en las estrellas.
Jorge González fue el aviador.
¿Quién fue el zorro?
¿A dónde nos llevó aquel ritual?
En papel roneo, Eliana Abarzúa imprimió el guión.
Cargó allí auroras y secretos.
Aquella libertad de niños.
Poder inmortal de la rosa.
Antoine caído ante los nazis.
El rito como acto de unión.
Recuerdo que fui hombre de negocios.
y apenas vi un número en el salario del hombre.
En mi locura creí poseer estrellas.
Torres de aire.
Grandes montañas sobre mi tumba.
¡ Que necio fui !
Hubo luz en mi espíritu y no supe ser libre.
Llegó aquella alegría y no quise abrazarla.
Francisco Gómez tuvo una rosa en las estrellas
Jorge González fue el aviador.
La rosa sigue niña entre los cielos.
La maestra enseña entre recuerdos.
Aquí agradezco su luz.
Pituca
Alta y pituca
noble de sonrisas
celeste de caderas
libre en sus afectos
colorada de orgasmos
elegante en su pubis
insolente de labios
excitante al levantar su Luna
contener mi sangre
revelar su cuerpo.
La obra "Desnudo de rodillas", de 1897, pertenece a Toulouse Lautrec
Ocupación de Recreo
Foto de Gonzalo Villar en la Escuela de Arquitectura PUCV |
Reclamo para mis torres y esdrújulas el territorio que va desde el Marga Marga hasta el secreto Estero Delicias, la bruma de las mañanas, las cotidianas bocinas de los barcos, la mirada de sus ninfas, el poder de sus flores, el agua derramada en sus quebradas.
Lo hago con la humildad calmada de la brisa, como si hoy estuviera diluido en tu taza de té, mirando tu rostro desde el nombre de un gato, erguido sobre el olor del pan tostado, colgado como ropa en tu ventana, volando como un águila entre los muros, mordiendo tu oreja al final de esta frase.
La hago para quedarme y desaparecer, volverme oleaje, vaciarme en el deseo de las novias, dividirme sobre manteles mosaicos, dejar mi rayo en las palabras, mi laberinto bajo el piso de tus sueños.
Muros que miran al Mar
Busco muros,
los pido como ventanas,
pozos que cruzan los años,
puertas de otros inviernos,
pizarras cargadas de flores,
ramas del árbol primero,
dedos del niño que crece,
huellas de luz en la paz.
Busco un horizonte perdido,
rostros simples del cemento,
páginas que miran el agua,
labios desnudos del alma,
pumas que lloran y mienten.
Busco entonces fragmentos,
trozos de otra palabra,
formas que superan al número,
raíces de otra esperanza,
frutos y espejos del tiempo.
Busco la lluvia que limpia,
insistentes bocinas de barcos,
balas en la ruta de Diego,
lápices en cuadernos de niños,
limones que crecen en el aire.
Busco puentes,
círculos sagrados,
naves del silencio,
zapatos de otras almas,
brazos del río interior.
En concreto,
pido muros y puertas,
cuerpos del espíritu,
océanos de viento,
lujuria de mirada,
ojos mirando desde la piedra.
Vencedora del destino
La niña
habla con su padre en la estación,
las máquinas respiran el fuego
y empujan el mundo hacia el sur,
llenando de vapor las mañanas,
moviendo la antigua esperanza.
En la escuela,
sus ojos buscan los libros,
caminan en cada palabra,
como si su alma pudiera desprenderse,
descender en letras y verbos,
existir en otros tiempos,
crecer en otros cuerpos,
definir otra magia y otro sueño.
Como brilla tu aurora en los campos,
mientras vuelcas tu sol en el mundo,
escuchas un relato sin dioses,
emprendes los ritos del hambre,
vuelas como un himno de furia,
caes en la noche y la nieve,
un extenso país en las nubes,
otras aulas, otros hierros,
otra puerta en la historia.
Y sin embargo, retornas,
buscas razón en el lodo,
música entre almas heridas,
labios formados de piedra,
extensas fronteras de olvido.
Regresas y cambias,
pasas de la tinta a las formas,
indagas la pura mirada,
el escorzo,
los viejos buriles,
las almas que gritan colores,
el peso del cielo en los rostros.
Aquí estás y no estás,
insistente en días perdidos,
simple de cariños,
limpia de agua y de vida.
Aquí abrazas y creces,
dejas lo pequeño y lo sucio,
derribas antiguas paredes,
liberas lo nuevo y lo eterno.
Aquí te pintas de verde,
inventas un río de fuerza,
reclamas la luz de la lluvia,
recoges al sol en tu cuerpo.
Poema dedicado a Myriam Parra, quien aparece en la imagen junto a la admirable Roser Bru en su Galería "Casa Verde", de Recreo.
La foto proviene del Facebook de Myriam.
Para cuando cumplas 40
![]() |
Leibovitz |
Cuarenta inviernos han secado tu frente
y sigues tan niña como tus labios
engreída de tanta ternura
turbulenta
simpática en las mesas
en las nubes
en mi siesta.
Me encantas porque tienes la cabeza llena de imágenes
y enredas tu pelo en cada combate
en cada disparo
Me encantas porque tienes la cabeza llena de imágenes
y enredas tu pelo en cada combate
en cada disparo
en cada momento.
Me gustas
Me gustas
porque crees en mis historias
lloras en los cines y tienes olor a pan
Cuando tú lloras, lloro yo también
cuando tu sonríes
se despliegan mariposas en mis ojos
y una brisa de mar
me envuelve de espuma
y de colores celestes
Cuarenta inviernos te han hecho
más bella, más dichosa,
más incierta.
lloras en los cines y tienes olor a pan
Cuando tú lloras, lloro yo también
cuando tu sonríes
se despliegan mariposas en mis ojos
y una brisa de mar
me envuelve de espuma
y de colores celestes
Cuarenta inviernos te han hecho
más bella, más dichosa,
más incierta.
Creado en tu interior
![]() |
Ed van der Elksen |
Hermosa, quédate conmigo
Deja aquí mi olor, mi nombre, mi grito
No te saques este abrazo de estrellas
Mis manos que saben tus secretos
Mi cuerpo que es tu cuerpo también
Quédate y florece conmigo
Hereda el jardín que te ofrezco
Acepta tu corona de azahares
Nuestra boda sobre oleajes
La aurora que guardo junto al cepillo de dientes
Quédate y recibe mis ojos
Porque yo beberé tu chocolate caliente
Pensaré tu vestido de novia
Bailaré la noche en tus brazos
Dueño de otro
Nadie es dueño de otro
Que lo entienda la esposa del viento
Los padres del agua
El rey que asfixia a su pueblo
Que lo entienda el hombre que acosa
Aquella que rompe las fotos
Ese que prohíbe rezar
Ese que impone oraciones
Maestra de Cocina

Muchas veces me he enamorado de ti.
Lo hice al robar chocolate desde tus dedos.
Al morder tu oreja izquierda.
Trazar mi sendero en tu cuerpo.
En nuestra cocina gobierna la canela.
La murtilla. El licor de guindas
Los anchos picarones del invierno.
Tu aroma guiando mis besos.
Muchas veces me he enamorado de ti.
Lo hice al probar el sol en tus pechos.
Al recibir tu perfume de granadas
y elegir mi lugar en tus sueños.
En nuestra cocina gobierna la canela.
El maíz muy fresco.
Zanahoria y manzana ralladas.
Tus ojos creando lo nuestro.
Me gustas porque eres dulce
Me gustas porque eres dulce,
hermosa como una boda,
insolente los días martes
y brava de cuando en vez.
Me gustas a pesar de tus certezas,
porque te enmierda la injusticia
y te sienta bien morder.
Me gustas porque eres libre y no tanto,
porque me agobia tu belleza
y me falta tu querer.
Llegué a tu casa
vestido de tumulto
y me fui quedando en tu mirada
y me fui embriagando en tu dolor.
No temas...
no soy un asaltante de tu cuerpo,
no quiero ser tu padre,
ni tu amante ni tu don.
No temas...
en los buenos días
sólo llego a ser un hombre.
No temas...
en los buenos días
pronunciar tu nombre
es un presente de Dios.
Y no te pido besos ni engaños
ni una cama doble en un motel lejano.
Sólo te pido los días que el viento no
perdona
y las tardes de lluvia que me duelen sin ti.
Espacio y Tiempo Sagrado
![]() |
Fragmento de "San Juan Bautista", Leonardo |
Hoy
aplaudimos vuestra osadía
Tumba
Parto
Caída
Tres viajes esenciales
Tres golpes en la puerta
Tres luces en el centro
Tres golpes en la puerta
Tres luces en el centro
La
gran bondad irradia y vence
Cuatro
elementos hablan en silencio
Cordón al cuello
Solsticios de Juan
Reencarnación
Elías degollando profetas
Alzados sobre el mosaico
Observamos símbolos de Pitágoras
Dos veces tres al cuadrado
El nueve que regresa
Hay espacio y tiempo sagrado
La palabra está en el altar
Hay estrellas en el cielo
Sobre la tierra
vuestra marcha fijada con compás
Tronan malletes y espadas
vuestros ojos se colman de luz.
Vuestra conciencia ahora guía la acción
Y no basta con rito y templanza
Os pedimos activo combate contra el mal
Trabajos del hombre sobre sí mismo
Vuestra luz extendida en la ciudad
Solsticios de Juan
Reencarnación
Elías degollando profetas
Alzados sobre el mosaico
Observamos símbolos de Pitágoras
Dos veces tres al cuadrado
El nueve que regresa
Hay espacio y tiempo sagrado
La palabra está en el altar
Hay estrellas en el cielo
Sobre la tierra
vuestra marcha fijada con compás
Tronan malletes y espadas
vuestros ojos se colman de luz.
Vuestra conciencia ahora guía la acción
Y no basta con rito y templanza
Os pedimos activo combate contra el mal
Trabajos del hombre sobre sí mismo
Vuestra luz extendida en la ciudad
Notas para reflexionar sobre el poema:
El vínculo entre la batería del grado de aprendiz y el
teorema de Pitágoras es un mensaje importante del rito, porque denota la
creación de un tiempo y de un espacio sagrado.
El simbolismo del nueve asociado a la inmortalidad
La tradición de Elías reencarnado en Juan
Suscribirse a:
Entradas (Atom)
años y años de blog!!!!
-
▼
2025
(124)
-
▼
abril
(29)
- 67 Tu mejor invento
- 66 Me sigue el sol
- 65 No creas Gonzalo
- 64 Adelgazando
- 63 Nuevos limones
- Rabí de Recreo
- 61 Hoy murió Francisco
- 60 Temores de párrafos
- 59 Mañana de otoño
- 58 Monedas sobre párpados helados
- 57 Abrigado por la maternidad
- 56 Aquí estamos
- 55 Mi herramienta
- 54 Pastel con textura de sueños
- 53 Nacimiento de Aurora
- 52 Poema con los pies arriba
- Gabriela Mistral: la iniciada
- 51 Saci de Heitor Villalobos
- Syrinx de Claude Debussy
- 50 Día de elecciones
- 49 Carola levita
- 48 8 de abril
- 47 Acepto el poder de la conciencia
- 46 día de lluvia
- 45 Metamorfosis de estrellas
- 44 Vuelve a florecer la palabra
- 43 Calcetines
- 42 Diálogos entre naranjas
- 41 1 de abril
-
▼
abril
(29)
-
►
2024
(388)
- ► septiembre (32)
-
►
2023
(405)
- ► septiembre (32)
-
►
2022
(400)
- ► septiembre (29)
-
►
2021
(377)
- ► septiembre (30)
-
►
2020
(404)
- ► septiembre (32)
-
►
2019
(397)
- ► septiembre (32)
-
►
2018
(422)
- ► septiembre (45)
-
►
2017
(408)
- ► septiembre (32)
-
►
2016
(410)
- ► septiembre (34)
-
►
2015
(435)
- ► septiembre (49)
-
►
2014
(422)
- ► septiembre (37)
-
►
2013
(497)
- ► septiembre (41)
-
►
2012
(546)
- ► septiembre (49)
-
►
2011
(520)
- ► septiembre (34)
-
►
2010
(404)
- ► septiembre (30)
-
►
2009
(28)
- ► septiembre (2)
-
►
2008
(61)
- ► septiembre (3)
-
►
2007
(58)
- ► septiembre (7)
-
►
2006
(45)
- ► septiembre (5)