Ella

Mi hija duerme
y yo camino sobre el cielo
Despierta y habla con sus ojos
Conversa y pregunta
Grita
Defiende sus dioses
Llama primavera al cepillo de dientes
Conversas con  la noche y su escudo de luz.

Réquiem

Tras la muerte, perseguir a Dios

Confusión

Nuestro rancho en Dite

Pintar los nueve círculos

Izar velas en nao de Ulises

Despertar como Chile en el Infierno

Espíriu de la carne

Soy el espíritu de la carne
Luz pasando por mi cuerpo
Peldaño del infinito
Ojo interior de esta galaxia

Pueblo Unido

Niños bailando el pueblo unido.
Encaramados sobre dioses de bronce.
Arrimados a este cielo de esperanza.
Traspasados por olas de espíritu.
Niños disfrutando la paz.
Músicos en su Réquiem de Chile.

Strange Fruit

Sobre el mundo
extraños frutos
África mutilada
Holocausto
Armenia
Bombas sobre niños
El siglo roba nuestro ser

No es el siglo Gonzalo
Es el ser humano
Sus miedos
Odio inmemorial
Estúpidas fronteras
entre la luz

La brisa balancea los cuerpos en Marion
El odio muerde sus bocas torcidas
La ley cuelga de un árbol
Lewis Allan observa a través de una foto
Billie Holliday
lo enseña a la noche
llora la aurora y el sol

Elicira Godoy

Isidora encontró tu nombre
Lo recogió del aire
Linda abuelita de mi abuelita
Estrella madre
Montaña a la que suben mis ojos.

Abuelita, imagina tu beso
convertido en poema
El solsticio en tu bolsillo
Las gotas de tu vida
en el ancho río.

En el país de los muertos

Un día cruzamos la muerte
Niña Simone presidía desde la Luz
Había rabinos y  probostes
Reyes de  Persia
Peregrinos a La Meca
Loros con acento francés

Nuestra carne difuminada
era aire que avanzaba
Un rayo de silencio
La ruda que crece en la sombra

Introducción

Les presento mi muerte
Cierto aleteo de moscas
Piel abandonada
Nuestro vacío
La noche dormida en mis ojos

Peticiones

Pido ojos ligeros
El te a las 6 y cuarto
Mis pies desnudos 
sobre la tierra
La niña cantando al atardecer

Pienso en ti

Pienso en ti
Como si fuera mi deber
y mi alegría
Me empuja el oleaje interior
La estrella que te nombra
Aquella tibieza que dejas
en mi calma

Sicarios de Valparaíso

Descubro  a los sicarios en mis pasta de dientes

Gritan desde sus púlpitos y cornisas

Deambulan como huevos de pascua

Chauchas

Viejos llaveros olvidados

Tickets de un  cine inexistente

Veo sus huellas en edificios derruidos

Muros centelleantes

Huesos de jaibas

Siglos de basura

Uñas de ancianas

El oleaje verde de  Plaza Victoria

Los escucho entre copas de champaña

Soñolientos en mi espejo

Dichosos en  páginas de comercio

Galantes con su primavera

Bloody Mary a las doce en punto

Nuestro incendio con zambuca

y  granos de  café

Ella se refresca

Antes del anochecer
Ella se baña desnuda
Marca el agua con su luz
Baila tangos sobre el césped
Nombra duendes del día
Bebe malta con raíces de sol

La Noche

La noche ha saltado sobre mi cuerpo
Clava estrellas en mi sexo
Grita
Queda fecundada
Duerme desnuda sobre la tierra.

Materiales

Estoy hecho de esperanza
Gotas de cielo
Hilos de sangre
Humor de océano
Juegos de naipe
Niños que ríen en la fila

Estoy sin terminar
Me falta un sombrero de nubes
Guantes de  monje
Reflejos de memoria
en mi celda.

El peso de esta mirada

Traduzca en oro la primavera
Deme en gajos sus naranjas
Sienta el peso de esta mirada
Sea usted  ciudad desnuda
Noche cálida
Luna que grita antes de arder

Números y Letras

Debo medir y borrar  números
Encontrar allí ciertos vientres
Ojos del siete
Silencios del 0
Manos de  Pi
La casa azul  del nueve

Debo  besar las letras
Aceptar a Nun
Clavar mi espada en la A
Llevar mi rumbo hacia la T
Parir este siglo en la B

Tener

Tienes el dolor de mis huesos
La partitura del llanto
Licores sexuales del tiempo

Yo, en cambio,
tengo la rosa de tus sueños
mi futuro en tus labios
el libro que cubre tu cielo

Santo viejo

Santo viejo no hace milagro
Ni fecunda al cielo con su mirada
Ni torna húmedas a las hembras
Ni levanta al siglo con sus brazos gigantes

Santo viejo no hace milagro
Pero enseña a preguntar por la vida
Escribe su luz en los cuerpos
Alza su poema entre los pueblos

Myrtha Bordones Garrido

Te  acercas tía cariñosa
El buen Buda  escribe tu alegría
Disuelves tus misterios en la lluvia
Marcas tu poema en mi nombre
Vas nueva  y radiante
Maestra de fuego
Signo del sol en la  raíz esta noche

Destino

A ninguna parte vamos
Sólo al naufragio del día
Nuestro funeral
La tumba que busca este día