Horacio

Horacio abandonó el escudo
Dejó el terror de Filipo y regresó a su Patria
Almorzó cazuela con papas
Calmó su sátira
Formó sociedad con Mecenas

Tomó número entre sus amigos.
Lo siguió a territorios de la muerte.
Recibió finca en Sabina
Compró caballos para el Derby
Dejó de leer El Mercurio
Fue agradecido pero no servil.

Viajaba del campo a Roma
siempre en su Vespa
llevó rábanos a su biblioteca
alzó la bandera de Octavio
pasó  temores en el mes sextil

Elena

Elena, has salvado al mundo muchas veces

Lo haces, al mirar nuestro silencio

Caminar entre gigantes

Usar los zapatos de tu madre

Recibir  los hilos que nombramos lluvia

Lo salvas sempre con tu risa

Al triunfar tus latidos

Mirarte en  ojos  del invierno

Regresar una y otra vez
 desde lo imposible

Ahora el mundo te abraza

Llama humilde desde un boldo

Ronda   con abejas y zancudos

Te piensa desde la brisa

Te besa con los ojos de tu padre

¿Te arrepientes?

Sobrino, ¿dónde están tus  hermanos?
¿ Por qué  la sangre en nuestros padres?
¿Recuerdas  tu juramento?
¿Qué ilusión  ha cegado tu espíritu?

Ay, Patricio.
Llevas por sombra a la muerte
Evoca conmigo sus nombres:
René,  José, Augusto,  Eduardo
Piensa en sus familias y su pueblo.

Acércate.
Recuerda tu comunión y mi abrazo.
Dime: ¿Por que lo hiciste?
¿Te arrepientes?
Por favor, regresa.
Sólo hay vida en el amor.

Mi niña

De todo lo que tuve en mi existencia.
Destaco el amor  de mi  niña
Su defensa de mi nombre
Su afán sereno de justicia.

Ahora camino sutil por calle Hinderburg
Bendigo partos en Clínica Santa María
Escucho respirar a mis hijos
Escribo papeles invisibles

Me gusta  traspasar murallas en  La Moneda
Oír a los jesuitas
Sentir el mar de Algarrobo
Regresar a nuestro sol del norte.

Cada día, busco ignorar a los traidores.
Limpiarme de sus miradas
Dejar atrás sus  atroces  lisonjas
Perdonarles, sí, perdonarles  mi muerte.

La Favorita

“La Favorita”, de Yorgos Lanthimos nos lleva de visita a un palacio inglés de 1700. Allí nos reciba la Reina Ana que enferma y triste confía las labores de gobierno en su estrecha amiga, confidente y amante, la duquesa de Marlborough.

El conflicto que se relata es el ascenso de la advenediza prima empobrecida de la duquesa, Abigail Masham, valiéndose de intriga, traición, seducción, complot y veneno.

Como efecto secundario el control del gobierno se desplaza desde los comerciantes wighs hacia los terratenientes tories.

Rachel Weisz y Emma Stone, personifican a las favoritas con particular encanto. El Palacio de Hatfield House, meceré una mención especial por su exquisito encanto barroco que nos introduce en la realidad de salones, jardines y subterráneos de la Corte inglesa.

La película, siguiendo el camino de Ricardo III nos informa sobre la atmósfera en los laberintos del poder, repletos de aduladores, orejeros y asesinos.

La música de Johann Sebastian Bach, Händel, Purcell , Vivaldi, Olivier Messiaen, Luc Ferrari , Anna Meredith y Elton John, sirve de contrapunto a los excesos barrocos de arquitectura, diseño y vestuario.

Domingos

Dejé mi domingo estacionado en el aire.
Ya niños, subir los tomates.
Bolsos con ropa.
No maltraten los duraznos.

Lo llevo al Club Central.
Vamos a jugar con espadas.
Oscuridad del templo.
Gatear bajo mesas repletas
Juguemos  billar de blancas y roja.


Ahora comienxa en empanadas.
Ensaladas en la mesa de abuelita.
Papas de Hinojo.
Huancaína.
Mi amor por manzanas rallada.

Aurora

¿Qué regalarte Aurora?
Un cubo lleno de cielo
Mi par de zapatos rojos.
La garúa
Mis caballos de trote
La palabra piñín
Aquella tarde  en  que nació  tu padre.

¿Qué regalarte?
Un viaje a Creta entre delfines.
Mi  alegría en el Laberinto
El ovillo de Ariadna
La  mirada de Jo
Siete estrellas amigas
Quipus que anudaron mis soles
La tierra que bendice tu nombre

29 de enero de 2019

¿Cuándo naciste?
Anoche Zorba habló de  delfines rumbo a Creta.
¿Cuándo naciste?
Algo me dijeron las siete en punto
El agua cae y me limpia.
¿Cuándo naciste?
Siete treinta
Hierve el agua  para romper mi ayuno.
¿Cuándo naciste?
Siete cincuenta, llega el tren mientras cargo una Iglesia
¿Cuándo llegaste Aurora?
Golpeaste mis ojos  poco  después de  las seis.

¿Cómo matar al Jefe?

Este  viernes  viajamos a Santiago a ver ¿Cómo matar al Jefe?.  Comedia que refleja la vida cotidiana en las oficinas públicas, destacando sus sombras de  falta de amor por el trabajo, hacinamiento, envidia, podredumbre de los baños y resentimiento hacia las jefaturas.

La puesta en escena es profesional,  destacando  el sonido  y  el juego  de luces empleando un biombo.

La actuación de Lorena Ormeño sobresale por su versatilidad, pasando de una agria empleada a una bailarina erótica, una detective y una asesina psicópata  en forma sencilla y creíble. La actuación de Felipe Vargas resulta dinámica, fluida y cargada de pasión por su trabajo.

Entre lo que puede mejorarse, anoto el recurso excesivo a las miserias del baño  y   la ausencia de una crisis dramática  de la cual los personajes surjan airosos o derrotados.

1 de enero 1953

El  Rey Fuego en Valparaíso
Es el primero de todos los años nuevos
En medio del festejo: dos  grandes explosiones
Hay pedazos de bomberos en los árboles
Pesa el cielo sobre la ciudad perdida.
La muerte grita en la Barraca Schulze
El día y  el siglo figuran heridos.

Desde otro plano

Oh Señora
Bendice a los que aún
residen en sus cuerpos

Deja que perseveren en dar
incita en ellos la acción del perdón
invítalos a cuidar sus rosas
entrega tu Luz en su jardín

Déjalos ser livianos como nombres
obreros serenos
buenos estudiantes
seres que sólo cargan su amor

Hacer el amor

Hacer el amory
concretar el deseo
tomar cuerpos con lujuria
ceder nuestra  noche
llevar tu ternura en la piel

airbnb

rozar la máquina con  tu piel 

desbloquear mi teclado y mis números

presionar las cifras que brincan

mira mi rostro iluminado

ingresa tu clave 9507* y abre esta puerta

al cerrar: sujétame por cinco segundos

o gemiré

al salir, vuelve a sujetarme

No soy tuya

Todas íbamos a ser prostitutas
madres de toda primavera
carne partida en mil partes
seres libres y dichosos
solteras a medida del cielo
espíritus químicos y din Dios.

Pero surgió el Rey y el matrimonio
Mañanas lavando en los ríos
Barro en el rostro de los niños
La palabra mía
Nuestros cuerpos al servicio de Dios

Mi lujuria

En mi lujuria hay hormigas
Tierra y semen
Lenguas
Abejas
Hombros desnudos
Naves cargando el cielo
La noche en gotas transparentes
Tempestad en mi rostro.
Erección del aire
Tu traje verde de novia.


Este texto conversa con René  Chair en:

La lujuria

El águila ve como se borran gradualmente las huellas de la memoria helada
La extensión de la soledad hace apenas visible la presa que huye
A través de cada una de las regiones
Donde uno mata donde a uno lo matan libremente
Presa insensible
Proyectada indistintamente
Más acá del deseo y más allá de la muerte

El soñador embalsamado en su camisa de fuerza
Rodeado de utensilios efímeros
Figuras que se desvanecen apenas formadas
Su revolución celebra la apoteosis de la vida que declina
La desaparición progresiva de las partes lamidas
La caída de los torrentes en la opacidad de las tumbas
Los sudores y malestares que anuncian el fuego central
Y finalmente el universo con todo su pecho atlético
Necrópolis fluvial
Después del diluvio de los rabdomantes

Ese fanático de las nubes
Tiene el poder sobrenatural
De desplazar a considerables distancias
Los paisajes habituales
De romper la armonía acumulada
De tomar irreconocibles los lugares fúnebres
Al día siguiente de los homicidios provechosos
Sin que la conciencia originaria
Se cubra con el deslizamiento purificador del suelo.

De "Le Marteau Sans Maître"
Versión de Aldo Pellegrini

Falos

Los falos son para el veramo
mumura septiembre y sus bicicletas.
Las muchachas no se marchan
y piensan tragar las semanas
exponerse
morir de llanto o de placer

La gran caída

Aquí la muerte enseña su poesía
Todos caemos como piedras desde el cielo
Aprendices y Reyes
Niñas cargando sus libros
Hombres soñando
Los dueños del viento
Las tejedoras Los enfermos
Nosotros brindando en la tierra

Dueña de Casa

Con ternura enseñas a ser feliz.
Gobiernas pantallas con tus piernas
Reclamas  tus sueños
Indagas mi unión a colores
Estado de marruecos
El  ir y venir de camisas sobre mi cuerpo.

Cold War

Después de la película
Salimos con Zula
Cantó iglesias azules
Enfrentó  meones
Cañones sobre Aníbal Pinto
Neptuno infectado
Niños limpiando silencios
Aquí se canta La Internacional

Hijos

Me lavo mal los dientes
Apenas balbuceo en griego
Bailo cueca descalzo
Enseño tango a este tiempo

Pero tengo una hija urgente
ojos  como fondos de río
somnolienta los viernes
adversaria de mequetrefes
cantante de buena cepa