La rosa estalla por estar desnuda
abre y clausura la noche
crece en otros soles
habita los sueños
perdura en el viento
cierra los ojos de mi estrella.
La rosa habla en su desnudez
abriga luz en su cuerpo
tiene el espíritu del tiempo
muere, muere y siempre vuelve.
Este texto conversa con René Ménard en:
La Rosa.
Cúmplete, rosa
Hasta la punta extrema de mis músculos
Abre mis manos
Respira para la sabiduría
Los animales risueños, la pulpa prieta de los robles
Los ojos cerrados de la Tierra
Mis soles se deslizan unos hacia otros
Y el día más resplandeciente
Dejará cantar para nosotros
La Osa y Vega de la Lira
Para hombres confiados a su mirada
Donde tantos árboles inclinan los verdaderos bosques
Nombraremos las comunidades magnéticas
Los cuerpos amigos de asemejarse
El espíritu más humano que la luz
La rosa estalla por estar desnuda
(Architecte de la Solitude, 1970.)