11 de agosto de 2010

Homicidio en Recreo




Notas la fuerza del viento?

el hielo buscando las campanas,

la hora en que mueren los ancianos,

la firme tristeza del invierno.


Oyes el diálogo de los cuervos?

la molicie en las tardes,

la muerte en los hospicios,

los callejones,

los pobres hospitales.


Ves el hombre de la esquina?

su mercancía química y blanca,

sus cañones hechizos,

el rápido gotear del dinero.


El domingo en Recreo,

a pocas cuadras,

a una mínima distancia,

quince años de una niña,

empuñaron un estoque

contra su padre,

su sombra,

su propio invierno.


El hombre,

nacido en mi propio verano,

fue atravesado

en sus pulmones,

su corazón,

los lugares centrales

de su alma.


Fue el último recurso

contra la barbarie,

los golpes continuos,

los gritos en la noche,

el infierno quemándose

en este barrio.


En la imagen, "La delación y el Giotto", de Roser Bru.

10 de agosto de 2010

figuras para un sweater






eres número y sello del día,

nombre azul de la ciruela,

palabra que toca mi boca,

árbol que vuelve a mentir.


eres viento y labios,

cisne pintado en mis ojos,

cesto de naranjas,

asombro de mariposas,

beso entre arañas.


eres sismo y frecuencia,

derrumbe,

pirámide de fractales,

batalla de nubes,

limones que vuelan y ríen.


eres nieve enojada,

espuma,

caracol enfurecido,

templo de símbolos,

mano que vuelve a tejer.










La imagen proviene de este sitio.

9 de agosto de 2010

* (asterisco)





Tengo la caótica experiencia

de ser un hombre,

puente entre dos presencias,

mundos y cuerpo,

piedras y voz.


Soy engaño de la música,

tempestad como joya de la orquesta,

agua en el teclado del piano,

película filmada por los peces.


A fin de cuentas soy otro,

obús disparado por obreros,

coro y guerra de libros,

plato de medusas e higos.


A nadie menciones que soy un asterisco,

borra de café egipcio,

mano de otros cuerpos,

padre feliz de Isidora.


Tengo la caótica experiencia

de ser un mundo,

voz de piedras,

astrum,

nudo de sangre y luz.









La imagen proviene de www.astroden.com

8 de agosto de 2010

controlando la ira




Aprendo a ceder,

formo un espíritu sin ira,

miro la rabia

como una enfermedad de otros,

una propiedad

de tigres y calibanes.


Aprendo y no aprendo,

porque crece

una laguna negra

en mi alma,

rumor de células

que gritan,

alfabeto de sombras,

centro del mundo inferior.


¿Qué sigue entonces?

ese barro va quedando en mi casa,

se alza como una telaraña en los balcones,

atrapa a los ángeles,

ahoga a los seres de luz.


Allí es cuando urge la tempestad,

el agua que barre con el moho,

libera ventanales,

limpia el rostro de mis duendes.


Una tempestad inteligente,

ataque feroz de neuronas,

sin víctimas ni dolores,

danza de un cuerpo en la selva,

rapto fulminante del orgasmo.


Ese barro es mi petróleo,

leña que incendio en mi hogar,

toro que muere en mis danzas,

juego de luz y de fuerza.



La imagen proviene de este sitio.

7 de agosto de 2010

Derrumbe





Mudos,

los obreros están bajo el derrumbe,

furiosos en su silencio,

vigilantes,

vencedores sobre el miedo

y la poderosa Tierra.


Sus familiares los lloran

y miles de almas

buscan a toda marcha

su alegría,

sus manos de gigantes,

los niños que dejaron el aula

para bajar al laberinto,

hallar su propia piedra,

sepultar sus cuerpos.





La imagen corresponde a la obra “Minero”, de Vania Yunusic Puelma y proviene de www.artelista.com

6 de agosto de 2010

juventud del mundo




Somos la juventud del mundo,

fuego de ceremonias,

lluvia gruesa de invierno,

multitud de círculos,

luna de primavera,

poemas que aman su futuro.


Somos grito del mar,

árbol que ríe en el bosque,

canto grave de las cordilleras,

libro y mirada de obreros,

pasión hecha ronda,

fuerza hecha luz.


Somos madres y padres,

horizontes,

volcanes,

rosales en el desierto,

pueblos que construyen

su paz.


Somos tiempo y espíritu,

conciencia del otro,

obreros del compartir,

luces perdidas en la sombra,

flores que retornan en la aurora.













Poema inspirado en carta de Marcelo Concha Bascuñan, escrita desde el campo de de prisioneros de Chacabuco, fechado en enero de 1974.

En esta carta, relata como intuyó el nacimiento de du hija María Paz Concha Traverso, habla de su amor y de la solidaridad entre los presos.

En la imagen está ella, hija de de aquella primavera.

La foto proviene de su blog.

5 de agosto de 2010

Probé del fruto buscado por Jesús





Hoy creció una higuera en mi jardín.

En sánscrito,

cada hoja tiene el nombre de una estrella,

Eva y Adán, dejaron su olor

de barro en el entorno,

los retos de Jesús tienen una placa de oro,

bajo ella, crecen flores de loto

donde aún se divisan

las manos y los ojos de Buda.



Las raíces como brazos de luz,

buscan agua más allá de este mundo

e intentan dos frutos por año,

dos grandes seres en Piscis,

dos en nuestro Orden de Acuario.


Una loba y dos gemelos

llegaron también a mi jardín,

anuncian la paz en las ciudades,

fronteras diluidas y ajenas,

futuro castigado por la vejez,

ancianos vencidos por la pobreza.


Anuncian también

el fin de los niños,

la huída de flores y libros,

la era del conocimiento,

la intuición

y la ignorancia.


Animado por tantas visiones,

recogí el taksh

y comí de aquel fruto buscado por Jesús,

su sabor era solar

como un buen vino blanco

y tenía secretos de amor

en buena esperanza.






La higuera, una de las primeras plantas cultivadas por el ser humano, ha sida premiada por los poetas, que la han llevado al paraíso bíblico, la han asociado a Buda a Rómulo y Remo y a Jesús.

Según los Evangelios, poco antes de atacar a los mercaderes del Templo, Jesús retó a una higuera por no dar frutos fuera de temporada y con su poder la secó. Algunos dicen que buscaba taksh, el brote primaveral de los higos palestinos, que también pueden ser consumidos.

4 de agosto de 2010

Amanece en Recreo





El día va tomando un color irremediablemente celeste,

hacia el sur, nuestra águila domina el reducto de las sombras,

el norte y el oriente se asoman por la ventana de la cocina,

repletos de carros rojos que insisten en formar el mediodía,

marcando el arribo del futuro,

el monarca dorado del día,

el mago que eleva los árboles

y bendice el rocío.


El Océano está calmado y expectante,

desde mi roca, su superficie parece

el cabello ondulado de un hombre gris,

sólo a lo lejos se divisa un barco,

mientras que en esta calle Portales,

fluye el reclamo ronco de los motores.


En algún lugar,

los escolares beben su café con leche,

los amantes se despiden,

los médicos entregan su turno,

los periódicos caen en medio de los patios,

la Luna juega a gobernar la noche.


Seguro que mi padre alista su clase de las ocho,

mi hermana besa a sus hijos,

mi hermano examina a su primer paciente,

mil aviones aterrizan en todo el mundo.


Hoy no tengo audiencia ni alegato,

sólo debo escribir poemas,

repartir abrazos,

estudiar expedientes,

escuchar problemas,

buscar los misterios ocultos

de esta luz.







La imagen pertenece a David y proviene de este sitio.


En el flickr de Erwin Thieme pueden apreciarse imágenes de Recreo, el barrio asociado a este poema.

3 de agosto de 2010

vida en el espejo de la muerte





siempre estamos a un plaf de perderlo todo,

separados por un semáforo,

la llave del gas,

frenazo tardío,

pastilla equivocada,

piquero en aguas bajas,

jabón sonriendo en la tina,

virus en el metro,

torpeza de un ebrio en el cruce que viene,

hábitos de sales y grasas,

células asesinas,

manos mojadas en los cables,

maridos celosos,

mayonesa casera,

hongos porfiados,

agua en las baldosas,

un disparo durmiendo sobre el piano.



pero aún no ocurre,

todavía respiramos estrellas,

nos llenamos de abrazos,

aplaudimos la nata de la leche,

mordemos manzanas,

defendemos mujeres sencillas,

pintamos trazos sobre la tierra,

dejamos hilos de luz,

palpamos latidos del océano,

escuchamos la voz de nuestros hijos,

cantamos y bebemos la música,

calentamos empanadas en hornos de barro,

reímos,

cerramos los párpados y viajamos al mar.

















En las imágenes, observamos distintos autorretratos de Pablo Ruiz Picasso, encabezados por el de su propia muerte.

2 de agosto de 2010

Isidora en la ciudad




Isidora corre para darme un abrazo,

baja saltando la escala,

se esconde en el patio,

saluda a la gente en la calle

y en el restorán,

se sienta conmigo en el cine,

vamos juntos al baño de damas

y al de hombres,

se esconde entre las ropas

de las tiendas,

habla, habla y habla,

duerme profundo

apenas sube a su silla de auto,

ama Toy Story,

come churros y helados,

busca a su mamá,

pide mis brazos cuando llueve.





En la imagen, Isidora junto a su primo Nicolás, en los ojos de Cecilia Bordones, su tía abuela.

1 de agosto de 2010

Dios está en todas las bodas




Dios es un árbol con zapatos azules,

un beso extraviado en un burdel,

profeta contra la pena de muerte,

aguacero vestido de arco iris,

prisionero y amigo de condenados,

nada de omnipotente,

sereno, escuchante, perdonoso,

grande enemigo del hambre y la ignorancia,

indignado con sus cardenales,

voluntario contra la guerra y la tortura,

femenino y masculino a la vez,

presente en todas las almas,

ocupado del que sufre,

encadenado en los hospitales,

libre en las bibliotecas,

científico, intuitivo, musical,

definitivamente artista,

presente en todas las bodas,

feliz con el matrimonio gay,

la pastilla del día antes

y la del día después.

31 de julio de 2010

tres de la madrugada




Comprendo la timidez del día viernes,

los nudos en el cuello de Gabriela Krisam,

las banderas en las casas del barrio alto,

los ojos de los niños con cáncer,

los libros en la biblioteca de Próspero,

el olor a chocolate de mi tabaco.


Vivo en la palabra de los profesores,

con perfumes salinos de mi barrio,

aromas vivos de lo verde,

tierra negra del invierno,

lluvia sobre Curiñanco y Antilhue,

balaceras en Nablus y Shebaa,

rayos que frecuentan mi verano.


Bebo champaña

con necesaria frecuencia,

admiro el pan de Estambul

los más distintos quesos,

el vino con toques de mora,

el yogurt de mis mañanas,

los postres con naranjas,

miel de palma, azúcar quemada.


Grabo miradas de mi hija,

la observo hacer “el árbol”

en sus días de yoga,

la escucho decir “un besito”,

“tengo que taparme la boca”,

“papá, gracias por el regalo”







Mi retrato representando el rol de Próspero, es un regalo de Pía Gómez.

30 de julio de 2010

Brujo de Chiloé






Me comporto como un mueble.

un zancudo, un yoghurt,

hablo claro con las zanahorias,

obedezco a los zapatos,

me baño en gotas de rocío,

bebo rayos del primer sol,

siempre doy el primer beso.


Tengo un teléfono rojo,

soy obispo de Quicaví,

robo a las almas en pena,

enfado al Imbunche,

me convierto en Tue Tue,

felino, mosca,

ratón

que bebe saliva

y aplica su magia a las rosas.


Soy fuerte y antiguo

como la madera de una Iglesia,

me abrigo con ponchos

tejidos por viudas,

siempre miro las estrellas,

pongo mi rostro

en el humo de los cigarros,

viajo en dardos invisibles,

jamás ataco a los pobres,

nunca salgo de un círculo encendido.


Vivo en los bosques del Pacífico,

bajo los manzanos silvestres,

en los túneles del metro,

las alcancías de los niños,

los dedales de las abuelas.





La imagen proviene de este sitio.


El sitio "Memoria Chilena" nos informa sobre el célebre juicio a los brujos de Chiloé en el siglo XIX.

29 de julio de 2010

Rudolf Hess





Alejandría está a dos saltos de Berlín y de Londres,

así como el macedonio está a un paso de Federico

y del Virrey de la India.


Hay una biblioteca que tiene puertas hacia las tres

urbes, mientras los espías y los traidores

van llevando luces y engaños de un lado a otro.


Comienza el siglo de las bombas y las mujeres,

mientras el temor de los dueños

tiene el rostro de labriegos y obreros

que atacan palacios, bancos y gobiernos.


Los generales de Berlín,

los mismos que enviaron a Lenin contra el Zar,

propugnan la guerra con Francia

y la revancha de todas las revanchas.

En cambio, los camisas negras

prefieren el combate en el Este,

un espacio para repartir granjas

y acabar con los soviets,

sus empresas colectivas,

su ejército de obreros, judíos y sargentos.


Los espías rojos, azules

y pardos, comienzan su labor

de guiños y fintas,

infiltrando y dejándose infiltrar,

combatiendo y ayudando a combatir.


Los británicos tienen un hombre

en Münich, el hijo de una inglesa

radicada en Alejandría,

trabaja para la Corona

desde el año catorce

cuando dejó las islas para

volar pequeñas misiones

en las ruidosas

máquinas del infierno.


Tras el armisticio,

le ordenan unirse

a los cuerpos sombríos de Alemania,

la Sociedad de Thule,

las fuerzas de choque

contra la Joven República Soviética

de Baviera,

contra de la Democracia de Weimar,

contra bolcheviques, hebreos y masones.


Se hace amigo de Hitler

y le sigue en todas sus andanzas,

juntos intentan un golpe de estado en Münich,

fracasan y comparten la prisión,

juntos escriben “Mein Kampf”,

se convierten en dos caras

del mismo furor,

dos armas del mismo guerrero.


Derrotado en su intento

de remitir el fuego hacia Oriente,

Rudolf Hess consigue clemencia en Dunkerque

y luego tiene su jornada de oro

al definirse la operación Barbarroja,

sacando el centro de la guerra

de los cielos de Londres.


Sin embargo,

ya en la mira de la GESTAPO,

la noche siguiente al bombardeo

del Parlamento Británico,

Inglaterra necesitaba de los Nazis

un gesto de fractura,

Rudolf recibió el mensaje pactado

y tomó un bimotor Messerschmitt

- último invento de la guerra -

para pilotearlo en la oscuridad,

como buen James Bond de blanco y negro,

hasta el Palacio del Duque de Hamilton

en la fantasmal y nórdica Escocia.


En Berlín dejó una carta al Führer,

describiendo su viaje como un intento de paz

y un llamado a los atlantes arios de Albión.

Aunque reconociendo los riegos de la aventura,

permitía declararlo loco si algo salía mal.


Y así ocurrió,

la inexistente oferta de paz fue rechazada,

el pueblo Ruso tuvo que asumir

la sangre y el esfuerzo de la batalla

y el gran agente Rudolf

pagó con 40 años de prisión y drogas

sus servicios ocultos al Monarca.


Aunque un informe médico

dice que el hombre de Spandau

fue un doble, un amnésico

con el cerebro lavado por los fármacos,

aislado de la familia y del mundo,

encerrado en su vacío,

asesinado en su exclusiva celda,

último prisionero

de su propia guerra.





La imagen proviene de este sitio. En la foto se aprecia como Hess, organizador de los Juegos Olímpicos de 1936, acompaña a Hitler al estadio.

28 de julio de 2010

Magaly en la Feria de "El Belloto"





Hablemos de Geometría

- dijo Magaly-

mientras ordenaba

una pila de zapallos

en la feria de “El Belloto”.


Eran apenas las seis de la mañana

y la mujer de 30 años

se sanaba entre verduras y gritos

de sus varios años

de estadía en el laberinto.


Había sobrevivido

gracias a su capacidad de silencio

o mejor dicho:

su habilidad de de huir a otro lenguaje,

vestida de rojo, verde y celeste,

viendo telenovelas con los toros,

fumando a escondidas con el Minotauro.


Mientras yo pensaba en su epopeya,

ella se explayaba sobre π

y su búsqueda del cuadrado imposible,

comentaba sobre los viajes de Orfeo,

disertaba sobre el sentido

de las pirámides y las rosas.


Ella hablaba

y su cabello comenzó a tender

una escalera hacia el cielo,

un espiral rubio

que se empinaba sobre las nubes

y las capas del alma,

una línea hacia el centro,

un lazo entre ella

y el buen sol.


Los zapallos, las uvas

y los niños,

abrieron su ojo especial

para observar todo esto.

Incluso algunos

subieron por la escalera

y bajaron luego de varios días,

helados como una noche de estrellas,

con luz en las manos

y con los mismos ojos gatunos

de Magaly.






La imagen proviene del facebook de Magaly Cisternas.

27 de julio de 2010

hambre






¿Cómo leen los hambrientos?

¿Cómo perdonan?

¿Cómo mueren de amor?



Recuerdo un comedor popular en Buenos Aires,

el hombre que comió los huevos azules,

Carla caminando desnuda sobre la mesa,

lo que aprendimos de los hambrientos,

el grito de sus ojos,

el latido gris de su pena.


Recuerdo la gente comiendo de la basura,

compitiendo con perros y roedores,

muy cerca de las grandes tiendas,

el obelisco, los restoranes,

el lugar en que se entregan las ostias.


Recuerdo que nunca he tenido hambre,

ni siquiera un tarro de neoprén en mis manos,

pero la lluvia no deja de caer sobre mi cuerpo

y me acecha la miseria de los barrios,

los niños vendiendo monos,

el frío aplastando mis lamentos.




La imagen proviene de este sitio

26 de julio de 2010

un poema para cada sol

Llevo 214 días escribiendo un poema para cada sol,

incluso en las jornadas de terremoto y muerte.

¿Que he obtenido con ello?

la extensión de los temas,

el ensayo de excluir los puntos y las comas

a la manera ruda de Apollinaire,

los poemas gay y lésbicos,

los gritos de barricada,

religiones y misterios,

almas de amigos,

diálogo con el cine y la pintura,

con objetos del hogar,

frutas y colores,

inventos de cocina,

hembras de la vanguardia,

Shakespeare,

rosas que crecen en Palestina,

lazos de mi propia boda.


Descubrí sentidos en mis sueños,

conexiones con Beatriz,

bosques en el alma de Isidora,

disparos en Stalingrado,

reacciones de miedo,

pudor y alegría en mis lectores.


Escribí mirándome en vuestros espejos,

aprendiendo del silencio y del aplauso,

del rechazo y la polémica,

del ejercicio de completar y sumar,

haciendo evidente que somos uno,

miles de gotas en el mismo mar.


Recorrí laberintos de mi alma,

usé poemas como dardos,

me detuve en los santuarios,

abusé de vuestra luz

y vuestra paciencia,

tropecé con ángeles y un árbol azul,

jugué naipes con los toros,

hilé historias de tango,

abracé a mis abuelos,

conversé con mis muertos,

no olvidé el amor.

cumpleaños de mi padre





Mi padre estaba al pie de una montaña blanca,

le rodeaban sus nietos y sus hijos,

mi madre,

los rayos de un cielo de invierno,

sus amigos más cercanos,

las naranjas que maduran en el frío.


Recordé entonces una mañana extraviada,

él de 30 años,

llegando a casa de sus padres,

mi abuelita lo sienta en su regazo

y lo mima como a un pequeño niño.


Isidora que tiene la mirada

y las sonrisas de nuestra historia,

lo observa apagar los fuegos de su torta

y aplaude abrazada a Victoria,

conectando los hilos de la alegría,

los ritmos de las estaciones,

la presencia constante de la luz.


Regresamos

y el tesoro,

que ha hecho un dibujo para su abuelo,

viene durmiendo sobre mi pecho,

roncando con la fuerza de sus dos años,

extenuada de sus correrías,

inocente de tanta ternura.

25 de julio de 2010

nuestra fiesta

¿Lo recuerda?

usted que votó para que no sigan los mismos,

para que no sigan robando,

para acabar con las puertas que giran,

porque recibió diez mil pesos

por poner un cartel en su cielo,

porque nadie reconoció sus grandes méritos,

porque ellos saben de economía,

porque el otro indultó a un narco,

porque al fin y al cabo

todo da lo mismo

y es uno el que tiene que trabajar

y sacarse la cresta.


¿Recuerda señor y amiga de viaje

cuál era el slogan de la campaña?

¿Cómo era la frase contra los delincuentes?

Acaso: ¿Se les acabó la fiesta?


Ah, pobre país sin colores,

sin crepúsculo, sin estrellas,

ahora se abre la reja de septiembre

y los espectros comienzan su fiesta,

porque la tortura es sólo un juego,

una forma de defender a Cristo,

las Haciendas, los columpios,

una buena rebaja en los impuestos.


Señor y querida lectora,

hablemos a calzón quitado,

usted pidió el indulto en su voto,

pidió medallas y honores para la DINA,

el ocaso de los volantines,

el exterminio de los libros,

la paz de los malls y el dinero,

el olvido y el otoño de los tiempos.


Vaya y dígaselo a su conciencia,

piénselo cuando vea jugar al Colo Colo

cuando mire el festival

en el Canal del Presidente,

cuando queme este poema,

cuando vuelva a votar por nuestros dueños.


Vaya, no tema,

dígaselo a las viudas

que visitan tumbas en el aire,

a los hijos que imaginan a sus padres,

a las víctimas que votaron por Piñera.


Dígaselo,

total el tiempo lo borra todo,

al final es uno el que tiene que sacarse la cresta,

uno el que vota,

uno el que gobierna su fiesta.







Gonzalo Villar// contribución a 100 poemas contra el indulto

24 de julio de 2010

Daniel y Valentina





Daniel es silencioso

como un cuaderno de música,

frecuenta bares antiguos,

escribe en “Tres Párrafos”,

investiga sobre Miguel Enríquez,

los fuegos de la “Divine”,

los atentados a nuestros

hermanos travestis,

el ir y venir de los gatos

con las platas de nuestro pueblo.


Matilde y Manuel

se llaman sus hijos,

niños que crecen justos

como el alma de sus padres,

tomando el cristal de las primaveras,

el fuego de los inviernos,

la parte azul y granate

de los árboles

y las cordilleras.


Su esposa se llama Valentina

y estudia el espíritu de los niños vejados,

las fracturas del infierno

y los efectos del mal sobre la pureza.



Mas cuando llega casa,

abre las botellas de leche,

peina los rulos de Manuel,

besa los ojos de Matilde,

enciende el alma de Daniel.




En la imagen, Daniel, Valentina y Manuel, en los ojos de Joaquín Vallejo.
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