25 de junio de 2010
Esperando el partido en el Bar Inglés
Estoy en la barra,
el pisco sour a mi derecha,
el país alterado,
cinco televisores
en los recodos del bar.
Bertoni camina solo por Concón,
mi vecino apura los gin tonic
para que no le importe nada
y todo pase rápido
como una boda o
una noche de amor.
El solsticio indica
que va a ganar Chile,
pero los toros,
bestias al fin y al cabo,
todavía creen en la vieja España
en los soles de Andalucía,
en los gazpachos
y las tardes infernales
de su sacrificio.
Puta que le tengo miedo
a los españoles
dice el viejito del tonic
luego de llamar a su hija
y anunciar su regreso para el entretiempo.
Vivo con mi hija
y mi nieta de siete años
mientras Celia provoca
con las tareas sin hacer
mientras Pablo y don Juanca
sacan las banderas y las bubizelas.
24 de junio de 2010
El amante de Pasifae
Me permites ser una bestia
y voy cortando las flores de tu pubis
derramando mis labios
volcando el carmesí
y las palabras hechas
de vidrio
Me empeño en tomar tus silencios
colmarte del barro más limpio
volverte un jardín
un bosque
una pequeña granja de invierno
Tengo todo de ti
y todo me falta
aunque tu cuerpo lleve mi nombre
y muchas descargas eléctricas
respondan a mis embates
a mi fuerza
a mi alma hecha sangre
La imagen proviene de este sitio.
23 de junio de 2010
Pasifae en Recreo
Mientes cuando nadie pregunta
sonríes cuando arrasa la pena
bebes vodka con tomates
haces el amor con los ojos cerrados
lloras con los primeros gritos del sol
Tienes la cartera llena de cohetes
lápices pistolas y frascos
nunca usas sostenes
nunca mantienes tu palabra
eres dura
abrigas con tu sombra
eres zumbido de nubes
timbre escudo
pílsener que se destapa
y hace zuap pssss squasch
mientras sube tu espuma
y comienzo a probarte
a tragos pausados
impúdicos
desafiantes
Tu mirada raspa
hace cosquillas
come pan
desnuda el espíritu de la tarde
y abre senderos en mi rostro
porque eres búdica
intensa
boscosa
lasciva
múltiple
minotáurica
locamente genial
Te apagas y nada te detiene
sigues sosteniendo los colores
tersa y enigmática
porque
nada puede ser más breve que la muerte
nada puede derribar tu alma
Pasifae, en la versión del escultor catalán Òscar Estruga
22 de junio de 2010
Solsticio de Invierno
Junto a Isidora
nos ocupamos de esperar el amanecer.
Sobre la columna del norte
comenzaron las luces rojizas
a borrar la voz muda de las estrellas
hiriendo las cordilleras
con un rubor insolente
y puro.
Como el sol estaba nuevo
hice tres brincos y llegué hasta él,
lo tomé en mis manos
cuando era una pequeña
esfera de luz,
lo amasé con paciencia
hasta mirar en él
las sonrisas de mi hija,
los mosaicos de los templos,
los hímenes de las vírgenes,
los rostros de Beatriz,
las aguas primigenias
del Océano.
De pronto,
miré hacia arriba
y estaba Isidora en un plano superior,
abrazándome con su mirada de alegría
corriendo de la sombra a la verdad
uniendo los sueños y las certezas.
Ahora miro mi navidad
y vuelvo a nacer con ustedes
abrazado a vuestras miradas,
unidos en el verbo y la luz.
La fantástica imagen de Juana Belmonte, tomada de este sitio, proviene del templo egipcio de Karnak.
En el mismo sitio,el Institituto de Estudios del Nuevo Egipto nos expresa:
El templo de Karnak es un ejemplo del cuidado con el que los egipcios elegían los emplazamientos y las orientaciones para sus lugares sagrados. Fue construido en uno de los pocos lugares de Egipto donde la línea del solsticio que conecta la salida del sol en invierno con la puesta de sol en verano es, al mismo tiempo, perpendicular al Nilo.
Las orientaciones buscando el solsticio eran habituales en el antiguo Egipto y, según indican los autores en su artículo, podrían ser un reflejo de la importancia del culto al Sol, que aún no se comprende del todo. Desde el punto de vista práctico, el solsticio de verano habría sido una fecha importante, al estar cercana a la llegada de la inundación que todos los años provocaba el Nilo, esencial para la economía del país. El especial significado religioso del solsticio invernal parece no ser exclusiva de Egipto. Entre las culturas del Mediterráneo, estaba muy extendida la idea de que el Sol nacía precisamente ese día.
Otro de los cuerpos celestes que los constructores del reino de los faraones no podían descuidar era Sopdet, la estrella que nosotros conocemos como Sirio. La estrella más brillante del firmamento fue, al menos a partir del Reino Medio, el heraldo de la crecida del Nilo.
El cielo era una fuente de orden para los habitantes de Egipto, pero eso no significa que necesitasen unos conocimientos de astronomía excesivamente sofisticados. "Lo único que necesitaban era una buena capacidad de observación del cielo, conocimiento de la esfera celeste y un saber acumulado sobre los movimientos de la Luna y, en particular, del Sol", explica Belmonte.
El faraón arquitecto
El investigador del Instituto Astrofísico de Canarias lleva muchos años viajando por todo el mundo para recoger evidencias sobre cómo influyó el conocimiento del cosmos en las civilizaciones antiguas. La arqueoastronomía, una disciplina científica relativamente joven, a medio camino entre la arqueología y la astronomía, es una forma más de hurgar en la psicología de las civilizaciones antiguas.
Hasta la publicación de los trabajos de Copérnico o incluso Galileo, la observación del cielo estuvo impregnada por una interpretación religiosa y muchos yacimientos arqueológicos guardan pruebas de ello. "Uno de los aspectos más interesantes de este trabajo en el antiguo Egipto es que puedes cotejar lo que observas en las construcciones con lo que dejaron escrito en los jeroglíficos", afirma Belmonte.
Los símbolos que ilustran las paredes de los templos ya sugerían que los constructores de estos lugares sagrados tenían en cuenta el firmamento. Estos jeroglíficos incluyen la representación de una ceremonia en la que el faraón tiraba una cuerda para marcar el alineamiento con el que el templo se debería construir. Sin embargo, las pruebas que sustentasen este interés por la astronomía eran escasas. Ahora, tras el estudio de Belmonte y Shaltout, se podría asumir que algún ciudadano realizaría una ceremonia para marcar el alineamiento del futuro edificio y es posible que, en el caso de los lugares más importantes ,quien lo hiciese fuese el faraón.
"Las antas muestran una clara orientación hacia la salida del Sol"
El trabajo de Belmonte no se reduce a los templos de Egipto. Dejando a un lado hipótesis sobre representaciones astronómicas en las pinturas de Lascaux o las de la cueva cántabra de El Castillo, las pruebas más antiguas de observaciones astronómicas están en los monumentos megalíticos. "Las antas, unos dólmenes de siete piedras del sudeste de la Península, muestran una clara orientación hacia la salida del Sol", apunta Belmonte.
A partir de ahí, durante siglos, las evidencias pueden encontrarse en todo el mundo, desde los monumentos ciclópeos de las tumbas de Cerdeña hasta las plataformas de los moai de la Isla de Pascua. Hasta ahora, una época en que "la tecnología ha provocado un distanciamiento entre el hombre y el cosmos", concluye Belmonte.
21 de junio de 2010
nuestra mesa en el cinzano
No se morirme sin ti
ni dejarte atada
por un lazo de letras
ni divorciarme de tus manos
ni caminar por recintos
en que habitamos juntos
No se quedarme ni irme
no puedo
apurar el vapor
de las teteras
sorprender al día jueves
girar sobre una mesa vacía
aprender a estar sin mis recuerdos
dejarte enredada en un zapato
en nuestra mesa del Cinzano
en la primera cuadra de Cumming
Tuve que quemar nuestros muebles
poner nuestras fotos en una tumba
cambiar el rostro del sol
volverme opaco e insmone
En la imagen, reprodución de la obra de Mnuel Ossandón Aguirre, pintor antofagastino.
20 de junio de 2010
mujer de trece dedos
humana como una palabra,
enfática, laberíntica,
ronca, próspera,
franca,
amiga del caldillo
y del café,
viajera, callejera,
bohemia, bailadora,
conversadora, sombría,
reluciente, enojosa,
anárquica, radiante,
cocinante, generosa,
gentil, tenaz,
burbujeante,
poderosa, sutil,
vestida de lila,
blanco y celeste,
feliz en los océanos
y en los cielos,
hombreriega los días viernes,
húmeda,
voraz de postres,
desnuda ante mis ojos,
psicóloga, profesora,
doctora, periodista,
poeta,
cantante en lengua mapuche,
arquitecta del barro y de la música,
maestra de luz,
mujer de trece dedos,
complicada de parejas e hijos,
humana hasta decir basta.
El siglo XX popularizó una nueva forma de ser mujer, no dócil, autónoma, propietaria de su cuerpo, rebelde y, por consiguiente, en pugna constante con las reglas que buscan gobernar lo público y lo íntimo.
Anne Sexton, poeta norteamericana, fue uno de los arquetipos de esta nueva mujer y lúcidamente se dibujó con doce dedos. Ahora yo agrego uno, en homenjae a aquellos tiempos en que el año tenía trece meses.
Una muestra de los poemas de Sexton en castellano está aquí.
Para alcanzar este registro, tomé prestado los rostros de las mujeres a las que quiero.
19 de junio de 2010
Amós 8,9
Oigan esto, ustedes que oprimen a los humildes
y arruinan a los pobres del país
ustedes que dicen:
¿Cuándo llegará el dieciocho para que
podamos vender volantines y empanadas?
¿Cuándo pasará el domingo?
y caerá el precio de la mano de obra
para vender el pan
con tarjeta de crédito
y cuatro por ciento
de interés mensual
Arruinemos a los pobres
hasta que ellos mismos
se nos vendan como esclavos
y voten a cambio de un par de jeans
o de un techo de calamina
para la mejora sin agua ni baños
Arruinemos a los pobres
para poder comprarlos
por un par de sandalias
aunque el Señor en su Gloria
nunca olvide lo que hemos hecho
¿Y no habrá de temblar la tierra por todo esto?
¿No habrán de llorar todos sus habitantes?
Chile subirá y bajará
y las multitudes ocultarán el mediodía
levantando los himnos de Lenin y de Trotsky
cambiando las fiestas por el llanto
y los lamentos fúnebres
hasta que las madres se vistan de luto
y rapen su cabeza en señal de dolor
Vienen días en que habrá hambre sobre la tierra
la gente andará errante
y las muchachas más bellas desmayarán de sed
sin refugio en los dioses del fútbol
o de la televisión
hasta que septiembre caiga
y no vuelva a levantarse jamás
porque los Israelitas han salido de Egipto
los Fenicios han dejado Creta
y la Patria se llama Humanidad
La imagen proviene de este sitio y corresponde a una representación del profeta "Amós"
18 de junio de 2010
Tempestad
La tempestad sobre los ojos de los hombres
los niños recogidos en sus casas
las playas desiertas y llenas de bruma
Gaby almorzando en el Divino Pecado
Isidora saltando y danzando
los pequeños abrazados en los albergues
Saramago muerto en medio de tanto viento
los padres celebrando
Jesús comiendo queso crocante
y leyendo el evangelio del portugués
mientras mira el mundial
come picarones
y bebe su tercer tecito del día
Tati saliendo de la UCI
pese a rechazar
toda clase de sangre
la vida hundiéndose
y brincando hacia los aires
mientras Caperucita vuela de regreso
y mi alma busca sus contrastes
Poema dedicado a mi amiga Pía Gómez.
La reina de este día de lluvia.
toros en el laberinto
Isidora tenía frío
y hubo que prestarle
todo el calor de sus padres
abrigarla en medio del viento
que golpeaba ventanas
haciendo temer por los barcos
y los hombres
que duermen en las plazas
Nuestra águila
se cobijó en un árbol frondoso
esperando los primeros ángeles
el árbol azul
extendió sus brazos
con mayor brío
nuestra hada
extendió sus oraciones
a todos los huérfanos del mundo
¡Que días tan oscuros!
que lucha en los cielos
tendremos que abrir
la puerta del invierno
encender una chimenea ideal
llamar a Gaby
soltar los toros
que viven en el laberinto
17 de junio de 2010
Caleta Abarca
Sobre Caleta Abarca
ayer me hechizó el crepúsculo
tanto que olvidé mi cabeza en Agua Santa
poseído por los colores de la tarde
abrumado por el aliento del mar
conquistado por el horizonte
y sus varios planos de luz
el aire lleno de sal
el invierno mordiendo mis piernas
acechando mis orejas
encogiendo mi cuerpo
hasta volverme mínimo
una pequeña roca
el diente del ogro
que duerme en la caverna
junto al cementerio de Recreo
en el camino de Diego Portales
16 de junio de 2010
Martín Vargas va al mundial
Comienza el día con sus feronomas
pizarras y bocinazos
aún está oscuro y Martín Vargas
abre su pequeño puesto de diarios
en la Alameda Salvador Allende
cerca de la “Unión Chica”
y de la calle Bandera
Lleva un pequeño televisor
en blanco y negro
listo para ver al equipo
del barrio
en la pelotera
de todos los colores
frente a Honduras
Ve las entrevistas a los hinchas
y comienza a llorar
busca en el cielo
los primeros rayos de luz
toma te a grandes sorbos
y recuerda el sonido de los golpes
sobre el ring
las campanas
los gritos de la gente
en la calle San Diego
en Osorno
en Ciudad de México
Su mente se transporta
y piensa que podría
haberse levantado del suelo
horadando el alma de los pueblos
haciendo que ciudades
y calles lleven su nombre
imponiendo su Rehue
exprimiendo el tiempo
pegándole a Yoko Gushiken
a Betulio González
a Miguel Canto
15 de junio de 2010
Nuestra hada
El hada que visita nuestro hogar
es una guerrera dorada
un ser de espíritu
que vive en el borde de las olas
una luz en bicicleta
una ciudadana de zapatos rojos
La mujer de cintillos en la cabeza
un color cada día
siguiendo la música de las estrellas
el latido secreto de los vientos
Es mi amiga de corazón verde
caminante del fuego
madrina cósmica de Isidora
la que sana con piedras calientes
conversa con delfines
enseña a los cuerpos
modela la luz
Mi amiga
la novia de un benedictino
la madre de tres hijos
nuestro día de paz
14 de junio de 2010
Complete la oración
Soy el agua,
el movimiento,
el desayuno, el peso,
las manos de mi madre,
las colmenas, las cucharas,
los latidos,
las sandalias,
Babilonia, los ciclos,
las primeras miradas del sol.
Soy la noche
las bocinas
la espuma sobre el café
las corbatas de Mahler
los ojos de Astarté
la lluvia de Baal
Aunque lo parezca
no soy un Dios
no pido el corazón de los hijos
no castigo con la muerte
no destruyo ciudades
no pido templos
ni diezmos
ni oraciones
Aunque lo parezca
no soy un Dios
soy………
En la imagen, "Shiva"
13 de junio de 2010
Tauromaquia
Estilizado
estrecho de cintura
femenino de zapatos
enfundado
en su traje blin blin
nada más gay
que el matador
con su paño rojo
en el tercio final
El coraje desbordado
del furioso animal
y la valentía yin
del hombre con espada
y banderillas
una boda de engaño
y sangre
El animal ataca
y el hombre hunde su espada
en el cuerpo de la bestia
unidos en la comunión de la muerte
combatiendo en los bordes de la luz
bellos en sus giros y amagues
ajenos a su siglo
amantes de la sangre
y del vértigo
Testigos de una misma tarde de sol
cuando Cristo llega a su laberinto
para ser azotado en Tebas
y una lanza le hiere
como en las antiguas religiones
del Mare Nostrum
en tiempos de Minos y Pasifae
cuando Baal era rey
y Mitra era su príncipe
antes de que Hiram
cuidara los toros de Salomón
antes de que Zeus tomara a Europa
la excitara con sus formas
y su cuernos
y la hiciera volar
sobre el deseo
robando su fenicio alfabeto
sus cartas de navegación
los ingeniosos planos de sus barcos
Evidentemente
la lanza en la cruz
es la clave del engaño
Gloria a Dios
y a la hija del soldado romano
Gloria a la luz
que surge del toro
y cierra la puerta
de una gran obra de teatro
Arquetipos y simbología de la tauromaquia y simbología de la tauromaquia
El origen sagrado del toro
En torno al toro existen numerosas pinturas rupestres en que abundan las representaciones del uro (el toro de lidia actual procede del extinto uro) localizadas en gran parte de Europa y, de manera especial en España, Italia y Suiza. Según numerosos arqueólogos, estas figuras fueron realizadas con finalidades mágicas para propiciar la existencia de una abundante caza.
Es muy sugerente la hipótesis de que la primera corrida de toros provenga de los pueblos atlantes. Y es que en el Critias y en el Timeo, en los diálogos de Platón, se nos dice que los diez reyes de la confederación atlante se reunían una vez al año para dirimir los problemas de su alianza. Y el filósofo ateniense, que había recibido estas informaciones vía Solón, a través de los conductos herméticos del Antiguo Egipto, nos dice literalmente que para celebrar este acontecimiento organizaban los atlantes una ceremonia durante la cual el matador, trapo en mano, degollaba a una res luego de capturarla con arreglo al ritual programado.
Sí hay constancia del nacimiento del toro como animal sagrado durante la era de tauro -que corresponde a los años 4513 a 2353 antes de Cristo-. En todas las culturas mediterráneas y en el mundo celta, la creencia mágica en las virtudes genéticas del toro y su transmisión al hombre, le hicieron figura sacra y objeto de culto de numerosos ritos religiosos y celebraciones festivas. Una pequeña muestra es el mazdeísmo que profesaba que el toro había sido el primer ser vivo creado. El Indra védico es el Toro divino, como Marduk o Anu en Babilonia incluso como Horus en Egipto. Heliópolis, por ejemplo, era un centro de adoración del Toro de Ra.
Hace seis mil años en Creta, radiante cuna de la civilización pre-helénica, se celebraba el culto al toro con ejercicios taurinos realizados por acróbatas femeninos. Es posible que hubiese una relación entre Creta y el sur de España y hay dos modos de interpretar las rústicas figuras taurinas de la Edad de Bronce en España: como valor autóctono o influencia cretense. Según Diodoro de Sicilia, el toro en Hispania tuvo carácter sagrado desde que Hércules, fundador de Sevilla, regaló tres toros a un reyezuelo nativo.
El culto del dios sol-Mitra pasó directamente del mundo indo-ario al latino, su vehículo de expansión fueron las legiones romanas y tenía al toro como centro de sus ritos. El clero mitraista reprochaba a los cristianos que tomaban de su religión muchas cosas, entre otras que plagiaron, en su purificación por la sangre del cordero, la purificación por la sangre del toro. En el momento en que el emperador Constantino se convierte a la religión de Cristo se intenta acabar con estos ritos. Pero este culto solar estaba profundamente arraigado y el cristianismo tuvo que conservar e integrar elementos de la religión del dios-sol Mitra, para conformar un sistema en mayor o menor medida sincrético. A pesar de adaptarlas, los teólogos -que conocían el origen pagano de las fiestas taurinas- llegaron a calificarlas de “espectáculo de demonios”, no dispensando sepultura cristiana al muerto por asta de toro, al igual que los suicidas. Ni las bulas de León X en 1517 ni la de Pío V en 1570 lograron arrancar al pueblo unos ritos que, sin saberlo, hacían alusión velada a divinidades paganas.
Significación mágico-simbólica
La tauromaquia representa el sacrifico primigenio, que en algún momento no sólo dio sentido al mundo sino que configuró su orden cíclico y cuya vivencia en los pueblos antiguos significaba la preservación de la vida misma, del ordenamiento del mundo.
Jung decía que cuando un ser humano está delante de un símbolo arquetípico, aunque éste proceda de una tradición religiosa, espiritual o cultural distinta, experimenta una emoción a veces inexplicable. El toro es un arquetipo de los pueblos ibéricos o, todo lo más de los pueblos mediterráneos, o, si nos vamos muy lejos, de los pueblos atlantes.
La fiesta de los toros es una opera aperta en la cual confluyen numerosos motivos esotéricos y no esotéricos del inconsciente colectivo. Por ejemplo, la fiesta reproduce el esquema del laberinto. No en balde Teseo se adentra en el laberinto de Knossos para enfrentarse al Minotauro, un ser que simboliza las pesadillas del subconsciente y, en definitiva, el espíritu del mal. Pues bien, al igual que el recinto donde se atrinchera el Minotauro, también el coso es un laberinto, dividido como está entre la andanada, la grada, los tendidos, la barrera, la contrabarrera, el callejón, los burladeros, el centro. Por ello, en la medida en que el laberinto es un arquetipo de todos los pueblos de la tierra, cualquier persona, al margen de su origen ibérico, puede tener acceso a ese mundo mágico de la tauromaquia.
También tiene una explicación erótica relacionada con la fecundidad y la descendencia, cuando el diestro sale a la plaza es yin, mujer. Lleva cinturita estrecha, luce lentejuelas en su atavío, usa zapatos femeninos, y además se contonea, se pavonea, abre la capa. Por el contrario, el toro es yang, es la fuerza viril, el macho por antonomasia. Luego, a lo largo de la corrida, en esta especie de bodas entre el cielo y el infierno, se va consumando una transformación. Al entrar en contacto con la bestia, el torero va convirtiéndose en macho, al tiempo que el toro pierde su fuerza y se vuelve hembra. Cuando llega la hora de la verdad, el diestro ha de introducir un falo -la espada tiene forma fálica- en el hoyo de las agujas, un espacio con forma de triángulo isósceles, el símbolo del sexo femenino desde la noche de los tiempos. Al final, si el falo entra debidamente y alcanza el punto G, el toro cae despatarrado y se rinde. Como sucedía con el esquema laberíntico de la plaza, no hay duda de que esto también es un arquetipo universal.
En el tercio de la suerte de capa también aparece esta explicación relacionada con rituales mágicos, en tiempos antiguos la capea era parte del rito nupcial, se trataba de un contacto mágico de la capa del esposo (del torero) y el toro, cuya finalidad era recoger en los vestidos la potencia genésica de la res. La protagonista de este ritual mágico de contacto era la mujer, sobre todo en culturas de orientación matriarcal, y es que en el toro es un gigantesco condensador de energías procreativas. En la suerte del estoque también hay un fenómeno religioso, en su origen la muleta eran sábanas de la cama nupcial de color blanco, ésta se fue tiñendo de rojo como reflejo de la costumbre de exponer las sábanas de la reina o la princesa recién casadas para demostrar al pueblo que su matrimonio se había consumado, con lo cual habría descendencia y, por lo tanto, la dinastía tenía asegurada su continuidad.
Significación arquetípica-cósmica
Hace miles de años, por efecto de un tercer movimiento de la tierra, que provoca la precesión de los equinoccios, el sol abordó el equinoccio de primavera, en el signo del zodiaco que recibe el nombre de Tauro. Este signo de la constelación celeste fue considerado como el signo del sol primaveral, del sol fecundador, del Dios sol. El reconocimiento popular y los homenajes rendidos al Sol, se dirigieron naturalmente hacia el signo del zodiaco que era su símbolo, hacia el signo del Toro, el cual siendo partícipe, en alguna forma, de la acción del sol fecundador fue, en este aspecto, identificado con el astro. Se le rindieron honores y se le atribuyeron sus virtudes, poder y beneficios. Este signo abandonó el objeto significado, se convirtió en un dios y se adoraron las representaciones del Toro celeste. El entusiasmo religioso fue más lejos; no sólo se adoraban las representaciones del Toro zodiacal, sino que incluso un toro vivo gozaba de honores divinos. Fue así como el toro, la bestia mágica, signo dibujado, pintado o esculpido, en los zodiacos artificiales, fue identificado con el sol de primavera, se convirtió en TORO-SOL y , metamorfoseado en toro vivo, fue adorado como un dios, un dios solar.
La corrida de toros es una fiesta solar. El color dorado de la tierra del albero reproduce el color del sol en el crepúsculo. Y una de las funciones principales del matador consiste en derramar la sangre del animal más fuerte, el toro, y así devolver a la tierra (simbólicamente el mapamundi) la vida, la energía, la fuerza que está desapareciendo al caer el sol.
En el culto mitraico los monumentos simbólicos al Dios-Sol Mitra muestran un toro que es sacrificado y cuya sangre purificaba a aquellos sobre los cuales se extendía, un rito denominado Taurobolio. Existía la creencia (como vestigio de un rito de regeneración agrícola) que de la sangre del toro brotaban las vides, de la médula, el trigo y de su semen, los animales. En este culto, el toro es visto como fuente de vida, al que es preciso matar, permitiendo así nacer todo: el acto de matar es igual al de crear. En la corrida el torero se viste de luces como vestigio arqueológico del culto mitraico (que empieza en Persia, donde Mitra es dios de luz e intercede entre el hombre y los dioses) como si quisiese ser un trasunto del mismo Mitra, ser un dios solar o, más bien, el torero se convertiría en un sacerdote pagano manejando las energías cósmicas.
En la simbología en torno a estas tauromaquias míticas también se asimila el toro con una divinidad lunar. La posesión de cuernos que representan las fases de la luna y el color negro de muchos de los astados condicionan esta analogía. Si ahora consideramos que la luna es el símbolo de la noche y que la oscuridad es el de la muerte, no resulta difícil comprender este “salto” de una imagen real a otra mitológica. La luna simboliza también la periocidad de las estaciones y, por tanto, de las cosechas. Muerte y Vida vuelven a relacionarse ya que para la mentalidad primitiva no regía el principio de contradicción, no le era absurdo creer firmemente que la sangre del toro poseía un inmenso poder fecundante. El toro negro representa a un dios de la oscuridad al que simbólicamente hay que matar para que el hombre (ser de luz) pueda vivir.
El toro representa en la conciencia de los hombres la energía primitiva y salvaje y, al mismo tiempo, la ultra potencia fecundadora. El hombre debe conducir y disciplinar la fuerza con la inteligencia, debe ennoblecer y sublimar el sexo con el amor. Le corresponde vencer en sí mismo la animalidad primigenia, los elementos taurinos que hay en él: la adoración de la fuerza erótica y muscular igualmente agresivas. Su antagonista más evidente en su voluntad de purificación es el toro. La corrida es la representación pública y solemne de esa victoria de la virtud humana sobre el instinto bestial. Así pues la corrida de toros, a pesar de sus acompañamientos espectaculares, es en realidad un misterio religioso, un rito sacro. Con sus subalternos o acólitos, el torero es una especie de sacerdote de los tiempos paganos, pero al que el cristianismo ya no puede condenar. El torero es el ministro cruento en una ceremonia de fondo espiritual, su estoque no es otra cosa que el descendiente supérsite del cuchillo sacrificial que utilizaban los antiguos sacerdotes paganos. Y así como también el cristianismo enseña a los hombres a liberarse de las sobrevivencias bestiales que hay en nosotros, nada tiene de extraño que pueblos católicos como los nuestros, en Europa y en la América española, concurran a este rito sacro, aun cuando no comprendan con claridad la íntima significación del mismo. Si no con su inteligencia, con sus entrañas, saben que desde hace miles de años adoran al Sol y al toro.
Es realmente sorprendente que, en los veinte minutos que dura la lidia según el Reglamento taurino, se hayan condensado rituales y conductas de tan distinto origen y significación. Y es que aplicando una de las leyes de la termodinámica al campo de los mitos, en el inconsciente colectivo nada se pierde ni se destruye, sino que sólo se transforma.
Fuentes: Jesús Callejo - Fiestas Sagradas Editorial Edaf
Carlos Gabriel Luna Escudero - Espéculo. Revista de estudios literarios. Universidad Complutense de Madrid.
Guzmán Urrero - Entrevista a Sánchez Dragó en la revista Cuadernos Hispanoamericanos.
La primera imagen proviene de del periódico inglés The Guardian.
La segunda imagen, correspondiente a una obra de Picasso y el estudio sobre la tauromaquia provienen de www.espanolsinfronteras.com
12 de junio de 2010
El deseo
11 de junio de 2010
Hermana
Hermana
mis ojos por tu vida
perforar la muerte
con una mirada de acero
con el fuego de mi ira
los rayos azules
de mi alma
No quiero juzgarte
ni elevar un altar a tu sangre
quiero que sonrías
cuando marchas por las calles
cuando abrazas a tu hija
cuando sopla el viento
sobre tu rostro
Quiero que regreses al mar
como si fueras princesa
primavera entre las olas
sortija
esposa de un gigante
ruta y corriente de luz
Atardecer en la Patagonia según www.pixdaus.com
10 de junio de 2010
serpientes y magos
La cesta de mimbre
estaba llena de serpientes
algunas llevaban números en su piel
otras vestían un overol de billetes
y elevaban sus cascabeles
con amenazante
elegancia y destreza
Las había enormes
con textos escritos en la piel
caligrafía hermosa
en idiomas
que parecían griego
mandarín
o sánscrito
En total eran siete
sus nombres eran
Espinosa Rubí
Jacob Tseng Pu
Raquel Tupac
y Abraham
Sorpresivamente
me invitaron a tomar desayuno
Abraham preparó
huevos de campo
con hongos y tabasco
luego hablamos de la verdad
y su búsqueda
citamos a Popper y Prometeo
empleamos los sueños de Miranda
y los antiguos libros de Próspero
Luego del banquete matutino
una comisión de doce magos llegó a buscarme
me hablaron con números y símbolos
les respondí con mis naipes del tarot
nos abrazamos
con las palabras mágicas
bebimos las copas amargas
y dulces
del mediodía
La imagen proviene de este sitio.
9 de junio de 2010
de pie y al orden
De pie y al orden
y los espíritus
que habitaban en los rocas
o volaban desnudos
sobre el oscuro océano
se aprestaron a ingresar
al otro lado del espejo
Siguiendo instrucciones
dividí la luz en tres partes
recordé a Juan y su verbo
marqué un espacio sagrado
un lugar de respeto
Todos éramos una mente
o un sistema de estrellas
la música y las palabras
pasaban limpias y claras
dentro de una sola alma
El rito marchaba
con belleza
como una jornada
en que nace el cielo
y las flores
responden con rocío
a los impulsos del sol
Todo conforme a lo previsto
hasta que yo
el hombre a cargo del fuego
volqué el caldero de oro
arruiné la música
practiqué el caos
detuve la antigua obra
En la imagen, "La creación de las aves", de Remedios Varo.
8 de junio de 2010
seres de luz
La personas vestidas de blanco
llegaron en medio de la noche
velas iluminaron nuestra casa
y los habitantes
recibimos caricias
practicamos yoga
cedimos el cuerpo
a nuestros soles
Yo era niño
y aquellos ángeles
siguieron apareciendo en las plazas
danzando en los recreos del colegio
frecuentando
las burbujas de la noche
abriendo sus ojos
en los espejos
Ignoro por qué
ahora empiezo a recordarlo
y los seres me visitan en los sueños
corren conmigo por las playas
comparten el yogurt con Isidora
Puse piedras en sus bolsillos
y siglos después las encuentro
En la imagen, "La Llamada mítica", de Josephine Wall.
7 de junio de 2010
pezones
Me pesan los ojos de la noche
verbos caminan por tu cuerpo
fallan regresan persisten
exceden tus pezones vívidos y oscuros
alzados salvajes hambrientos
cimas que unen nuestros soles
rayos de la misma aurora
árboles abrazados en un círculo
espíritus inscritos en una frase
cómodos incorrectos audaces
implicados en el mismo deseo
ajenos al futuro
insolentes furiosos líquidos
maternales
extensamente libres
En la imagen, "Estudio sobre rostro femenino", de Umberto Boccioni
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