3 de mayo de 2010

Zaragoza




Por varios meses

el cantor

pasaba por las empedradas

calles de la ciudad medieval

en busca de Azul



Cocinaba para ella

Caldereta

Migas de Embún

Recao de Binéfar

Tortilla de chorizos y níscaros



Le regalaba su alegría

cantaba las trovas de Aragón

maldecía con encanto

leía cuentos

a la hermosa mujer

de ojos verdes y pelo rojo



Con el padre de Azul

habían combatido juntos

en lugares que devinieron en carreteras

pequeñas canchas de fútbol

jardines con fuentes y palomas



La muchacha no quería hablar

sólo pedía caminar junto al Ebro

escuchar a Bach con los ojos cerrados

escribir cartas a la niña

que habitaba en su cuerpo



Vivir esta segunda preñez

era regresar al encierro

volver a otra vida

repetir la muerte


Azul no quería a su hija

más que no quererla

la rechazaba

no imaginaba mirarla sin pensar en Daniel

no imaginaba abrazarla y excluir a Daniel

se sentía ajena a esas pequeñas vidas

se maldecía a si misma

maldecía su historia su alma su existencia






Este quinto capítulo de esta telenovela, está asociado lejanamente a la anécdota de mi amiga Patricia Sepúlveda con Joan Manuel Serrat, que concurrió una mañana a consolarla y llevarle desayuno en Ginebra.

Por arbitrios míos, llevé la trama a la Zaragoza de José Antonio Labordeta, ciudad a la que varios caminos me enlazan.


La imagen proviene del potente blog de Antón Castro.

2 de mayo de 2010

tango y sexo: ovulación






Por siete días

sólo hubo tango y latidos

obstinada danza de sombras

música en cada músculo

gemidos de las flores

vapores en sus cuerpos

pariendo la tormenta y el relámpago

definiendo cegando nutriendo



Ella era brava como una loba

su cabello rojo no conocía límites

crecía en las sinagogas

trazaba sonrisas en los muertos

forjaba sangre en los deseos



En él estaba el impulso del mar

la pulcritud de los hielos

el primer higo

los toros

el arte de acariciar con los ojos

aprender con la lengua

perdonar con los dedos


A ambos les costaba respirar cuando ella cedió

y fue como lluvia sobre el suelo hirviente

como sol horadando el océano

grito que parte la tierra

la profana

la vuelca

la regresa a su estrella


Huyeron del tiempo con sus orgasmos

embriagados con los líquidos

y los sabores

que pasaban de un alma a otra

libérrimos

devastadoramente desnudos

benditos de placer

nuevos

sagradamente unidos






Entonces ella preguntó su nombre

y una llama estalló en su alma
















La primera imagen “Omega Nebula”, tomada por el telescopio Hubble, fue publicada por Wikipedia


La fotografía, titulada “Jack O'Kundalini”, es de Jay Sinclair y proviene de http://perfumeshrine.blogspot.com






En el clic del tango está “Ostinato”, de Carla Pugliese.

Finaliza así el cuarto capítulo de la telenovela.

1 de mayo de 2010

El Maestro Yumbero






Osvaldo aunque zurdo

tras cuarenta años de genio y lucha

era intocable

sus contramanos eran parte de la bandera

su humanidad era el tango

la academia

el viejo Café del barrio



Estuvo prohibido en las radios

lo dejaban temporadas en prisión

y su música seguía en las almas

como aquella rosa roja

que nacía en su ausencia



Una mañana de Villa Crespo

leyó tres mínimas líneas

sobre la mujer abandonada en el pavimento

fue como una frase de piano en su cabeza

pronto Azul estaba en las giras

amando el bandoleón

bailando con la furia devastadora

de una tempestad en pleno océano


Ella se sentía transportada a la magia

habitaba en el aire

recorría los países con el sexteto

embriagando con su luz a los poetas

demoliendo toda antigua belleza

mordiendo los pezones de la tierra


Su alma pertenecía a la Yumba

hasta que una noche en Guayaquil

notó que una mirada visitaba su cuerpo

por vez primera sintió algo

que no fuera repugnancia

frio o indiferencia



En el Café tocaban “Sur

y su rojo vestido brillante

era el centro de todos los tiempos

y de todos los mundos



Hablaron por varias noches seguidas

hasta que el joven de la camisa blanca

tomó su mano y su espíritu

ella sintió que siempre habían estado juntos

la electricidad se cortó en todo el país

y sólo hubo brillo en sus besos

besos como explosiones

besos como ciudades y canciones

como estrella que cae en el agua


Todo era un gran girasol

un camino de luz en el bosque

salvo un punto de silencio

para Azul era imposible hacer el amor

el deseo la regresaba al Capitán

la muerte

las constantes violaciones






Tercer Capítulo de la Telenovela. En el clic está “La Yumba” de Osvaldo Pugliese, inspirador del Maestro Yumbero y luego Sur, con música de Aníbal Troilo y letra de Homero Manzi.


En la image, un retrato del Maestro proviniente de www. tangoilustrado.com

30 de abril de 2010

La Mujer





Todos los días un sueño distinto

lombrices que abundan en los cadáveres

la fetidez de los cuerpos

los disparos

gritos desgarradores de los heridos

el asalto al Cuartel convertido en tragedia


Todas las noches

las violaciones del teniente Marusso

la piel con un olor de mierda

un hijo creciendo en las entrañas

vomitado por el océano

nacido de un infierno


Matilde Negra Verónica

la noche batía sus nombres de insurgente

Bacán llamaba a su marino

puerco y maldito cuando se marchaba

o el trajín del sexo lo allanaba


En la lejanía

el Rio de la Plata

los teatros de Avenida Corrientes

el niño que nace y desaparece

los bullicios de Menotti

y su mundial de fútbol


De pronto despertar desnuda en el Barrio de Once

las sirenas de las ambulancias y una carta entre las manos



Matilde

se que en el encierro fuiste la mujer de mi esposo

ahora él ha muerto y yo tengo a tu hijo

le llamaré Daniel

pagué tu libertad con todos mis bienes y con toda mi pena

ese es mi regalo para nuestro niño

seré su madre

se que tu no puedes



Ella despierta

su verdadero nombre es: Azul






Capítulo II de "Proyecto de Telenovela".

En la Imagen, la "Escuela de Mecánica de la Armada", ex centro de torturas en Buenos Aires.

29 de abril de 2010

con los ojos del día jueves






El día jueves levantó su brazo de barro

y los colores de mi alma

cayeron como lágrimas

por los muros de la casa

llenando los planos verticales

la superficie de los muebles

el rostro impávido de los platos


En la cocina estaba el verde

y un bello naranja de zanahorias

Isidora pintaba su cuarto

con nuevas nubes rosadas

mientras dos angelitos

jugaban a marcar sus huellas

celestes y pecosas

sobre las ventanas

y las alfombras de Irán


En el baño predominaba el azul

y la tina mostraba una boca cantora

de allí salían burbujas con sus vocablos

globos transparentes que besaban a mi esposa

y reían al chocar con los primeros trazos de luz










Poema dedicado a los ojos de Edelmira Carrillo.

La imagen corresponde a la acuarela "Un poco más de mi amor", de Kandinsky.

28 de abril de 2010

proyecto de telenovela





El hombre de la corbata roja

habita las mejores oficinas de Santiago

lustra sus zapatos antes del mediodía

lee Capital y El Diario Financiero

piensa en inglés

fuma cigarros de holanda



Por la tarde

visita el Café más cercano a la Moneda

allí se reúnen muchachas de toda América

las más exóticas

las de ojos más grandes

las de verdades más evidentes


El hombre de la corbata roja

siempre se atiende con la misma joven

le entrega millonarias propinas

nunca acepta un beso suyo


Por la noche

regresa a su casa en el barrio alto

asiste a su esposa enferma

piensa en el aroma de su hija

le dice buenas noches en el alma




La imagen proviene de www.quebrato.com.br

27 de abril de 2010

frutas





En mi poema llevo una manzana roja

membrillos premiados en aulas escolares

duraznos cubiertos de honores y bigotes

higos mirados por Jesús

naranjas quitadas a la lluvia

sandía mora ciruela

papaya rubia del Elqui

banana alcayota uva

pera encerrada y acuosa

guinda y cereza de diciembre

melón de cielos despejados

chirimoya de hermosas princesas

granadas del monte Moriah

pepinos nueces frambuesas



Tengo mango batido con maracuyá y piña

frutilla de fogosos recuerdos

fresas dátiles arándanos

níspero en pequeñas cantidades

damascos que aman el mediodía

almendras

mandarinas como múltiples ojos

maqui y piñón del noble pehuén

limóm y caqui en los postres de mis abuelos.











En la imagen, "Summer" de Arcimboldo

Maravilla de la Guerra





Que hermosos son esos fuegos que iluminan la noche

suben hasta su propia estrella y se detienen a mirar

son princesas que danzan

mientras ponen sus ojos en las gentes


he conocido la sonrisa y la alegría de mi bala

en la cotidiana apoteosis de mis amantes

cuyas cabelleras son ahora cometas

doradas meretrices de todos los tiempos y razas

madres de niños que nacen para morir de inmediato


que hermosas estas bombas

pido más belleza y más bombas

millones de estallidos como letras de un libro

sería hermoso que la vida naciera de los agónicos



sería más hermoso que los cadáveres escribieran la música

notas que se esfuman en esta guerra de tanques

todos los días asisto a un festín

un banquete en tierras de niños

el mundo tiene hambre y abre sus bocas

el planeta tiene hambre y Baal

toma un desayuno de mandíbulas y orejas


tanto fuego para asar el cuerpo humano

el aire es agradable y trae el recuerdo

la familia

el carbón

las tardes junto a la piscina

el festín crece mientras el cielo se traga a las almas

sólo por gula

feliz de hacer malabarismo con nuestros sueños


he recorrido la dulzura de esta guerra

yo y mi compañía a todo el ancho del combate

he cavado lechos para ríos que van a todas partes

poniendo su odio en nuestras almas

estoy en la primera línea de fuego

y estoy en todas partes o mejor dicho

comienzo a estar en las tazas

y en los frascos de miel

soy yo quien comienza el futuro

Icaro que viaja hacia Santiago



Dejo al futuro la historia de Guillermo Rey del Sol

que se fue a la guerra y supo estar en todas partes

celebrando en las felices ciudades de la retaguardia

en los estadios

en los que mueren sin avanzar

en las mujeres en los cañones en las sandías

en el cenit en el nadir en los 4 puntos del cerro Recreo

y en el único fuego de esta guerra

lo que sería hermoso

si las cosas del mundo me ocuparan

pero en este sentido nada se avanza

porque estoy en todas partes

y sólo yo estoy en mi







Adaptación del poema de Guillaume Apollinaire, poeta que participó en la Primera Guerra Mundial y fue herido por una bala en la cabeza. Poco después murió a raíz de la "gripe española" que hizo estragos en aquel tiempo.

La imagen proviene de esta página

Amantes





Amantes


Dos hombres juntan sus testículos,

uno de ellos, mi compañero de estudios,

acaba de dejar a su esposa y sus dos hijos,

demoliendo su mundo,

saliendo de la tierra al viento.


Un email partió a todos sus cercanos,

compartiendo su historia y su verdad,

registrando los planos de su nueva casa,

un lugar en que abundan las artes,

el jazz, las largas conversaciones.


Los niños se pelean en sus colegios,

defienden a su padre,

lloran en las cocinas y en los baños.


Todo se derrumba,

mientras crece un rosa en sus espaldas,

la angustia se disuelve en los ríos,

la primavera cumple su hazaña.






Hace una semana, supe que uno de mis compañeros de universidad se asumió como gay. Ya son varios casos cercanos. La vida va imitando los relatos de Proust, los pasillos de la Odisea, de Shakespeare y la Biblia.

.
En la imagen "David y Jonathan", de Rembrandt

26 de abril de 2010

Puerta Giratoria





¿Qué poemas están en la cárcel?

¿qué hombres sin dientes?

¿qué niños sin vida?



Pasé como un fantasma

por las casas de un barrio cercano,

vi tres pequeños en una cama,

la ropa húmeda,

el padre cumpliendo su condena,

la basura preguntando a los ratones.


Vi el efecto de las drogas,

la disciplina de las bandas,

el sexo en las esquinas,

las madres durmiendo

para regresar al burdel.


Vi el aceite negro en los sartenes,

el orín de los colchones,

las moscas,

los perros calentando a los ancianos,

los seres sin ganas y sin dulzura.


Vi muchas cosas

y luego dejé a los niños,

igual de húmedos, igual de fríos.







La foto proviene de www.elpais.com

25 de abril de 2010

Reclamo de Isidora





Papá: no me castigues más con la ducha.

No me digas: ¡un momento!

cuando te pido mi leche,

no te quedes escribiendo en la mañana

mientras miro mis monos

o como mi yogurt.


¡Déjame quedar dormida en tus brazos!

Llévame a nadar,

a ese espacio gigante que llamas cine,

al lugar en que crecen los limones,

a la estrella en que viven mis abuelos.


Por favor: no me retes,

perdona los muros rayados,

los juguetes en el suelo,

los pocos minutos en que me taimo.


¿Recuerdas el día en que nací?

¿Cómo nos mirábamos?

Como vivíamos en el mismo océano

y en el mismo amanecer.


Papá, vamos con mamá

a subir por escaleras y poemas,

a caminar por bosques tupidos

a dominar los nombres del sol.




En la imagen, Isidora vista por Carla Jofré Vidal.

Nota: "La Ducha", es la sanción disciplinaria de Isidora, consiste en mojarla simbólicamente con el agua de la regadera cuando hace alguna de sus más graves travesuras, como meter sus manos al water o derramar su comida en el suelo.

Mayakovsky en el mundial de fútbol





Con mi corazón encendido y mis camisas azules
excitaré
vuestra mente
que sueña con partidos de fútbol
como empleado de funeraria sumido en la TV;
hasta hartarme me burlaré, atrevido e irónico.

Ni una sola cana mi alma tiene,
ni en mis años hay ternura senil.
La fuerza de mi voz atraviesa el mundo
y con veintidós años
camino enhiesto, hermoso,
como Obama o Messi.

¡Vosotros los delicados ex melenudos!
que sobre tiernos violines recostáis el amor
o, si rudos sois, sobre timbales.
Nunca podréis hacer como yo,
volverse del revés y ser todo labios.
Venid y aprended.

Damas pulidas envueltas en sedas y perfumes
que humedeciendo los labios hojean los libros
como cocineras indagando sus placeres
¡dejad esa indecencia de putas celestiales!
Si quieren
amaré vuestra carne hasta la locura
y haré un cielo con vuestros gritos,
si quieren
seré intachablemente delicado:
no seré un hombre,
sino una nube en pantalones.


En el mundo no existe un Boston florido.
Hoy glorifico de nuevo
a hombres cansados como un manicomio,
y a mujeres demasiado besadas.
Tristemente comunes: como un refrán
o un silabario de niños precoces.




Adaptación de "La nube en pantalones", de Vladimir Mayakovsky.

La fotografía del poeta fue tomada por Неизвестен, en 1929 y proviene de Wikipedia.

24 de abril de 2010

cristales sobre mi alma.





Vi mi vida en la mirada de un gato
,

era corta y sin sorpresas,

gris como la historia de un divorcio,

moderada y cauta

como una camisa blanca,

hecha de horarios y audiencias,

de esposas y minotauros.


Me vi en los ojos de Isidora

y tenía la elegancia de un viejo libro,

la potencia de un puma,

los modales de un mago

y de un filósofo.



Me vi en las fuentes de mi madre

y tenía las mechas tiesas,

estaba recién salido del barro,

amigo de los ríos,

heredero de todas las almas.


Al amanecer,

escuché mi propia luz,

al menos, los tubos que aún funcionan,

me vi robando los ritos de la aurora,

escribiendo para curarme del fascismo,

observando el vapor en las cocinas,

escuchando cantar a mi hija.


En fin, decidí no morirme.

Al menos no, mientras viva mi madre

e Isidora no cocine con albahacas

y monte su propia obra de teatro.


Gabi y Beatriz serán las críticas invitadas.

ojalá lo encuentren todo malo.

De lo contrario, tendré que morirme en paz.




En la mirada de un gato, está Georges Brassens y su testamento.

No pase sin hacer clic.

La imagen proviene de pixdaus.com

23 de abril de 2010

Benito y la Reina de los Sentidos




“Escucha, hijo, los preceptos del Maestro, e inclina el oído de tu corazón; recibe con gusto el consejo de un padre piadoso, y cúmplelo verdaderamente. Así volverás por el trabajo de la obediencia, a Aquel de quien te habías alejado por la desidia de la desobediencia. Mi palabra se dirige ahora a ti, quienquiera que seas, que renuncias a tus propias voluntades y tomas las preclaras y fortísimas armas de la obediencia, para militar por Cristo Señor, verdadero Rey”.



El monje la miraba desde su Reino,
liberaba las puertas de piedra,
comentaba su alegría,
sus cintillos de guerrera,
su forma de ser en la Luz.

Pronto fue transitando
del desapego a los afectos,
de la paz a la ansiedad,
del Reino del Espíritu
a la selva de lo sentidos.

¿Cómo regresar al mundo?
Dejar las rutinas del sol,
y los pies de los mendigos,
abandonar el pan, la comunión,
los trabajos que modelan
su alegría.

El hombre temblada de miedo
y de emoción,
ajeno ya a los dos reinos,
lamentándose
al otro lado de los muros,
expulsado de la Casa de su Padre
y extranjero en el planeta del yo.

Abif, en cambio,
estaba sereno.
Sólo hay renuncia
cuando se nota al jazmín,
se prueba el caldo,
se pierde la boca en la miel.

Ella, nuestra amiga,
es caricia y montaña,
bosque de paz,
agua que limpia y perdona,
sin malicia,
sin preguntas,
llena de una clara alegría.

Le atrajo la pureza del monje,
los océanos de su espíritu
la quietud de sus ojos,
los instintos de vida
en el Jardín de la Luz.


Volverá ella a cruzar las puertas de piedra,
la higuera perderá sus frutos,
aceptará el invierno,
conservará su esencia,
retornará el azul.





En la imagen, "Pietà", de Marina Abramovic.
La cita corresponde al comienzo de la regla de San Benito.

22 de abril de 2010

Apuntes para un cuadro de Nathalie Regard






Siete niños en sus columnas,

una plaza con varias fuentes,

es de noche y de día,

las mujeres se besan,

imaginan sus futuros,

pesan los silencios y los afectos.


El mes de agosto es invisible,

hay una cocina y una hormiga,

un hombre con dos falos,

la boda de una virgen,

la pereza y el cienpiés.


En el cuadro hay

música de Webern,

los niños se hacen adultos y viejos,

aman “La Appassionata”,

comen ravioles y lentejas griegas,

caen en la cárcel,

venden su alegría,

pierden la vida.


Todos los niños

tienen un cuaderno de sueños,

historias dentro de otra historia

cuadernos dentro de otro cuaderno,

nuevos pliegues en el alma de Nathalie.





La imagen proviente de http://bp.blogspot.com

21 de abril de 2010

día y noche





Camino seguro sobre el día martes,

humilde, breve, transparente.


Me toman los signos del horizonte,

las bocas del gran astro,

los poemas del mediodía,

los rayos que bajan

al centro de Dios.


La luna llega como un barco,

reina de sombras,

señora del tiempo,

mujer de libros,

puerta del cielo interior.


La luna permite los sueños,

corrige los mares,

confía en la muerte,

gobierna el temor.




En la imagen, "Pintor en la luna", de Marc Chagall.

Isla Greenwich, 1955





Mario cayó en una grieta de hielo
oculta por la nieve,
estuvo segundos buscando la muerte,
viviendo en imágenes sus veintidós años,
su infancia entre los bosques,
sus uniformes de teniente,
sus botones de oro,
las semanas en Montevideo,
la boda por carta
con una muchacha uruguaya.
Desde el fondo,
apretado entre los hielos,
pidió que lo olvidaran,
que nadie muriera por su causa
entre las ventiscas inclementes
y el frío espantoso.
Su acompañante, Caros Abarca,
voló como nunca en sus esquíes,
anduvo por horas sobre la nieve
hasta llegar a la Base
en Bahía Chile.
Allí, los jadeos del cansancio
y las emociones
le impedían hablar.
El capitán intuía la tragedia
y esperaba con la paciencia de un sabio.
Al fin, Abarca pudo unir las palabras,
comenzar su relato, abrir los trabajos.
De inmediato comenzó el rescate.
Todas las sogas se unieron para Mario.
Horas después, una patrulla estaba
junto a la grieta, con sus lámparas
y sus espíritus armados de esperanza.
Las cuerdas descendieron por largos
minutos, hasta convertirse en nudos
sobre el cuerpo de Mario.
Luego hubo que jalar y jalar,
aunque se acabara el día
y las sogas perdieran sus hilos
como en un película de suspenso,
a un instante de la muerte.


La imagen proviene de www.panoramio.com Poema basado en un episodio real.

20 de abril de 2010

El regreso del invierno




El invierno luce sus pantalones rojos

mientras la lluvia reza sobre los naranjos,

conversa con los techos de metal,

obedece a nubes y montañas.


Entones iré a la calle Independencia,

caminaré por el inmenso patio vacío,

aunque el agua rebote sobre el cemento

y los muros regresen de su olvido.


Veré a las palmeras en la Avenida Brasil,

ruidosas al jugar con los vientos,

quejándose por la falta de niños,

por la ciudad que muere y renace,

imitando su antigua alma,

su febril ajetreo junto al mar.


Se hace tarde,

almorzaré mirando el temporal,

mientras los cortejos marchan a los cementerios

y los oradores recuerdan a hombres ejemplares,

que existieron en otro Valparaíso,

cuando los colores eran más vivos

y los burros caminaban mojados

en mañanas de lluvia

habitadas por recuerdos

de otra antigua ciudad.






En la imagen, el patio del Colegio de calle Independencia, en los ojos de Loreto Oyarzún.

19 de abril de 2010

noto el respirar de las novias




Hay días en que me atrapan los silencios

y noto los corazones de los pájaros,

el respirar de las novias,

los tréboles que crecen en mi alma.


Son mañanas heladas

en que mis ojos tocan el Aconcagua

y las cordilleras visten su manto,

vapores de fuego sobre la piel sin marcas.


Son mañanas en que lloro

y converso con los barcos,

los espectros del mediodía,

mendigos, cartoneros,

porteros de palacios

invisibles.



Días en que abro calles en mi cabeza

y camino descalzo

por las habitaciones de mis abuelos,

los rostros de mis hermanos,

los silbidos de mis padres al llegar a casa.


Son días en que subo los peldaños de la aurora

y converso con otros Gonzalos,

juego con ellos a la canasta,

encumbro volantines,

lustro sus zapatos,

anudo sus corbatas.


Son días perdidos para todo fin práctico,

salvo para escuchar las canciones de Isidora,

cometer infracciones de tránsito,

observar los cisnes,

dibujar a mi esposa,

bendecir sus labios.





En la imagen, aparezco - Gonzalo Villar - celebrando en casa de Carla Jofré.

18 de abril de 2010

La Higuera




En la fiesta,

hablamos sobre secretos,

los universos,

los sagrados derechos femeninos,

los peligros del parto en la antigüedad,

los nuevos rumbos de mis amigas

y de la Tierra.


El futuro estaba en la puerta,

esperando sus órdenes,

nuestros sueños,

nuestro empuje,

los efectos de la buena educación.



El futuro llevaba los lentes de Spinoza,

los higos de Buda,

las palabras de Jesús hacia los árboles,

la risa de nuestros hijos,

los tejidos invisibles de los Sufis.


Abrí la puerta y lo abracé,

ambos teníamos el mismo porte

y los mismos ojos,

éramos el mismo ser,

el mismo árbol,

la misma sombra.




Poema dedicado a Anita Peña Saavedra, que se marcha a Honduras.

En la imagen, la higuera de Museo de Picasso en Málaga.
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