
Ayer nació Sofía.
Se que su sonrisa late en nosotros.
En el nuevo brillo de todas las cosas
que han renunciado a la tristeza
y ahora saltan de alegría,
estremecidas por su fuerza,
por la multitud de temblores
que habitan en su mirada
Ayer nació una niña amada.
La joven estrella del viernes
la tomó de la mano
y dulcemente la condujo hasta sus padres.
Pronto la lluvia vino a existir en sus ojos
y un torrente de luz llegó
como un aguacero a nuestras almas.
Ya viene su primera mañana.
El sol tomará desayuno junto a su cuna,
mientras espera el milagro de la leche
y se detiene a besar a su padre.
Ambos lucen lágrimas de alegría.
Ambos danzan y danzan.
La madre está despierta
en el medio de esta noche.
Mil almas piensan en ella.
Mil poemas son escritos para ella,
la que regala luz,
la que da abrigo a nuestra esperanza.
Ayer nació Sofía y ya está abrazada a mi alma.