Nunca tuve nombre
Sólo una piel de palabras
Un anillos con silencios
Mi alma carga de estrellas
Nunca tuve nombre
Sólo una piel de palabras
Un anillos con silencios
Mi alma carga de estrellas
Juan y el que viene detrás
Yo os bautizo con agua, pero el que viene detrás de mí es
más fuerte que yo . Yo no soy digno de quitarle las sandalias.
Él os bautizará con
el Espíritu y fuego. Tiene su bieldo en
la mano y aventará su parva, y reunirá el trigo en su granero, pero la paja la
quemará en un fuego que no se apaga.
Haz dicho que no eres digno
y sin embargo abriste su camino
fuiste recto
de seguro una flecha del sol
Haz dicho que no eres digno
y te escogió el tiempo
para romper el cielo
dejar fluir el Espíritu
hornear el pan con los primeros granos
dejar tu nombre en la noche de los justos
Escribo los bordes de las cosas
La pelusa sobre labio de un tigre
Las uñas de una hormiga
El libro bajo la almohada de un muerto
Agrego aquello profundo
La sala de un cine abandonado
Tú durmiendo desnuda
Un ángel silbando desde la sombra
Y las cosas escriben en mis bordes
Habla el sol en mis latidos
Me toca el rezo de las olas
y tu piel eléctrica
la noche estallando en tu piel
Veo las esferas que giran invisibles
Electrones armados de relámpagos
Siento aire tibio de tu nombre
Hay cortejo de recuerdos
Un muro que el tiempo aún perdona
Juan Bautista son elementos de Baco, Leonardo da Vinci |
Juan anuncia el juicio
Apareció Juan Bautista en el desierto, predicando un
bautismo de conversión para el perdón de los pecados.
Dijo a la gente que
venía a ser bautizada:¿ raza de víboras, quién os advirtió para huir de la cólera que se acerca?
Dad, pues, un fruto
digno de conversión y no os gloriéis diciendo en vuestro interior: tenemos por
padre a Abrahán. porque os digo que Dios puede sacar de estas piedras hijos de
Abrahán.
Ya está puesta el
hacha junto a la raíz de los árboles. Y todo árbol que no de buen fruto será
cortado y arrancado al fuego. Mc
Y acudía a él toda
la región de Judea y todos los habitantes de Jerusalén, y eran bautizados por
él en el río Jordán después de reconocer sus pecados.
Voy en camino hacia el Jordán
He sentido el hacha junto a mi raíz
La tempestad se anuncia
en mi ventana
y en mi centro
No me salvará el linaje de mi pueblo
Ni la promesa hecha a Abraham
Ni el pacto con Jacob
Tendré que mudar mi mente
Abrir mi casa a la Gran Luz
Sumergirme en el río eterno
Limpiar mi cuerpo y mi espíritu
Salir de aquí hacia el otro Reino
* Hoy comienzo a comentar la Fuente Q, el testimonio más antiguo de los dichos de Jesús.
Llevo en mi cabeza a Dios
y la Gran Luz
me empuja y posee
o me disuelve en su mano
como a una simple
espiga de trigo
Me abruma el 9 y el 6
también tu colores celestes
cierto vapor del café
el pan que grita tu nombre
En la noche
me apego a tu ternura
bebo tu fuego y tu dicha
cierta luz de tu esencia
la Luna que brilla en tu centro
En el templo, los trabajos
Pulsiones de Mercurio
Permanente amanecer
Aquí la estrella espléndida
Nuestro amor escrito en el cielo
Bendigo al tiempo
que tanto une
al imperio de tu boca
y a los signos
que aplaudo
en tu humedad.
Esta ciudad la escribió el viento
Hubo nubes perfumando su destino
Una Templo de estrellas
eligió su nombre
y su única rosa ha nacido en mis sueños
Hoy he visto el otoño
Inscribió campanas
en mi tiempo
lo sentí en mi piel
fue el viento
que cruzó por mi nombre.
Nunca más sin ellas
y no faltará agua
en la raíz de este siglo
bendición a nuestros niños
cerezas , humitas y libros
Hay un sexo sentido
entre nosotros
y cabe en él este invierno
la calvicie del silencio
cierta hierba azul
una herida de placer
cierta piedad del trayecto
En parte alguna del mundo
soy del todo extranjero
me abrazan hunos y guaraníes
mis nobles hermanos de Santa Cruz
gigantes de Benarés
aquellos que veneran el respeto en Holanda
mi familia en Saint Cecile Lodge
los nuestros en Cadet y Puteaux
benditos sufís en Estambul
los talleres de Olga Maturana Santelices
la Casa del Sol en Sevilla
Esa multitud de lugares
en que me esperan herramientas
una copa bendita
y el fuego permanente del hogar.
En esta casa mi suerte
El poema de tu piel
Nuestra noche estrellada
Un intenso azul
que deja y retira sus truenos
Quiero nuestro invierno
abrazo de tu pubis
calor en la noche del tiempo
tu lengua ligada a mi ternura
Te regañan los semáforos
Habla de ti el sábado
El cinco de diamantes
La mano izquierda de un hombre mudo
Te castiga un elefante sabio
Un niño calvo lee tu mente
Un niño llamado Juan
con guantes y reloj de oro
La serpiente habla en tu nombre
También los conejos ricos
El fantasma de la leche en polvo
La lengua verde de un sargento
No hay sentido en la ternura
en el beso
esta soberbia
aquello escrito en el dorso de un silencio
la espada de azúcar y regaliz
Mas la razón tiene su imperio
Defiende a la ciudad contra estos vientos
Transforma el mundo
Nos levanta de la mierda
Expresa y celebra nuestra Luz.
No hay sentido en la ternura
Al menos es difícil descifrarlo
pero la razón nos guía al cariño
y aprendemos a confiar desde la cuna
celebrando leche y abrazos
durmiendo bajo el nombre de mamá.
Tengo al cielo
durmiendo a mi lado
rescata mi piel su ternura
y un trueno enseña su nombre
su esencia eléctrica
el bosque que incendian tus ojos.
Llega el jazz a Recreo
Nos besamos entre Bird
y champaña
La noche
lleva desnudos sus pechos
El mar enviste contra el otoño
La luna ha vuelto a llorar
No niego la primavera
Pero la encierro en mi poema
Hasta que estalle de verde
y la pronuncie el sol
Mo mueres
pues la tierra recoge tu sangre
y quedan tus nietos benditos como estrellas
el libro que plantó tu sonrisa
la escuela que pagaron tus medallas
el recuerdo y la memoria
de los que aún te nombran
Bendigo mi origen, el sol
Los cisnes que tejieron la lluvia
El poema de los nombres
La Luna, que heredará mi ternura
Acarreo rocas y extraigo metales
Cada jornada saco piedras del abismo
con mis ojos las trituro
y las llevo al fuego de mi alma
Vuelvo cada día y hay nuevas rocas
pesadas y fuertes como torres
monstruos de invasión continua
ladrillos tejidos de palabras
folios
sombras volcadas en papel
¿Conoces el destino?
¿Hay allí una serpiente mordiendo su cola?
Un pueblo ondeando sus banderas
La eternidad del silencio
o sólo el Amor extendiendo su presencia
Disque su teléfono invisible
Marque el número de su Maestro Interior
Trama misteriosa de conciencias
Sala en que el yo
danza en la torre de todos
y arden los siete pilares del cielo
Hace tiempo que Giusseppe Verdi
golpea mi puerta
Llega con vinos y quesos
mas sus ojos paridos por el viento
esos que lloraron y amaron por todos
Al salir una estrella
le presento a Gershwin y Duke
El se ríe, y luego llora
Después me habla de Italia
sus campos gobernados por la aurora
aquellos magnolios plantados por sus manos
amistad entre luz y belleza
En la profunda noche
solloza
piensa en su música agrietando tristezas
fustigando tiranos
elevando emociones
alentando el pensamiento
Antes de irse
estudia a Billie Holiday
me deja un abrazo en morse
habla de mujeres prohibidas
brinda por la libertad que crece
sube al cielo de John Coltrane
Mi acrobacia consiste
en zigzaguear seco entre la lluvia
claro, como un Maradona imposible
electrón de ojos turquesa
partícula de un plano escondido
capitán de viajeros astrales
Mi acrobacia
aquella única que cuenta
la aprendí huyendo de maridos
asido a la rama que oculta el abismo
parado sobre diez cabezas de un tigre
caminando sobre un gato egipcio
volando hacia el Padre
como la fe de un inocente
Mi caída
la que ahora presumo
causó un agujero en el ser de este mundo
y pasé de un infierno a otra tumba
herido por mi propia ternura
alma girando en el éter
tiempo ajeno al tiempo
noche herida en su pubis
mi fuego buscando otra piel
Envío mi ternura a tu alma
y te llamo, niña, hija
estrella encendida en mi nombre
sueño del último fuego
Carola Jamett luce una araña en su centro
Al occidente, Vargas la llaman.
Yo la nombro esposa
Esfera y refugio de luz
Alma con raíz en la lluvia.
Gracias por los quesos
y estos nombres de tus naranjas
tus pronósticos del tiempo
un poco de vodka
mezclado con cielo
Hoy escucho mi silencio
Una pausa antes del asalto
Antes de cruzar el árbol nocturno
y asirme a los hilos del sol
para respirar su fuerza
y conquistar la vida
Jamás el sol ha olvidado
su muerte
Ni Oscar Ichazo
sus noches de Chamán
Lee el hombre su vida
en las piedras.
Marilyn |
Lo que Múnich Von Trappen
Hare Krishna non prestan
Porque mi Padre
el que abrió mar y cielo
no es Dios de muertos
sino de vivos
y Robert estuvo allí
esa noche de sobredosis
Ese agosto en que
Marilyn partió a otro Hollywood
y Lenin cerró sus ojos en la ambulancia
Porque, claro,
nunca murió en su cama
sino en brazos de América
o, al menos, en los de su Fiscal General
bien lo sabe Hoover y Netflix
el rostro triste de Clark Gable
y los ojos sabios de Billy Wilder
Tom y Jerry jugaban al jazz en los cines
y pronto balas harían crecer el Valhalla
mientras Vietnam bebía Napalm
y Malcolm cae bombardeado
lo mismo que Jack
Ernesto en las montañas
Marcos un 5 de octubre
y nuestro hermano Martín Lutero hijo.
No por mucho florecer
asoma el día desde su tumba
o cae el cielo sobre Nueva York
y el Presidente se despide desde La Moneda
Me parezco a mi hija
El mismo sol brilla en nuestro centro
Espíritus comunes nos conforman
y nos cobija una misma alegría
este destino de abrazos
el libro que leen nuestros sueños
Marque su trabajo sobre un Libro de Paz
Uno de esos textos que flotan en el aire
y se leen en la profunda noche
como puntos de luz en el cielo
Lleve su trabajo sobre los hombros
O deje que él lo conduzca a usted
Niños y marineros sobre techumbres
Artistas y Obispos sobre tejas de Madrid
Y al fin, dejé su trabajo en el olvido
Renuncie
Camine bajo el sol del día lunes
Beba chocolate del destino
Tome el tiempo de nacer junto al mar
La sentí como vida en mi rostro
Fin de un silencio
Amistad entre el mar y estas rocas
Elías subió desde Pirque a las estrellas
Fue criado en la Colmena
Vivió entre flores de Guatemala
Escuadras de acero salvaje
Tormentas de higos
Nietos y bisnietos del Winnipeg
Ahora sonríe en Reñaca
Despierta acontecido en Ovalle
Enseña el poema de la palta
El largo beso de la Chirimoya
Aquellos pasos lila de su esposa
Su nombre en el Zafiro del Este
Elías cruzó el espejo en Pirque
Habló de Londres con Zaratustra
Bebió pintas bajo suelo bombardeado
Estuvo en la tumba del viejo Moro
Fue maíz y papa de altura
Lloró en la raíces y en la puerta de Chile
Que el poema se una a tu nombre
y tu piel de Carola sea mi piel de Gonzalo
y tu noche de hembra sea mi luz de alegría
sereno cuerpo de Luna, agua ondulante
sol que hiere mi pulso
agua volcada en mi carne.
Escribo para no perder mi cabeza
No herirme de cielo
No huir de mi infancia
No dejar que se pierda el calor de mi madre
Escribo para no llorar de certezas
No trizar mi silencio
No ahogarme en la sombra
No dejar que se borre el azul de sus ojos
La vida me quiere y lo agradezco
Me dejo lamer por ella
La huelo, la toco, la beso
Soy su conciencia
La recibo en mis ojos y en mi luz
Ocurre que el aire está de fiesta
Pronto el agua cruzará su cuerpo
Habrá ríos en el cielo
Las piedras se cubrirán de verde
y la muerte dejará de ser
Caravaggio |
Jesús y Velásquez en nuestros hogares
Palma, "El Joven" |
Antonio Ciseri |
El viernes muy temprano se reunieron los ancianos y los maestros de la Ley. Después de atarme con con cadenas, me condujeron ante Pilato.
Pilato preguntó: '¿Eres tú el rey de los judíos?' y respondí : 'Así es, como tú lo dices".
Como los jefes de los sacerdotes me acusaban de muchas cosas,
Pilato volvió a preguntarme: "¿No contestas nada? ¡Mira de cuántas cosas te acusan!"
Pero Jesús yo no le respondí, de manera que Pilato no sabía qué pensar.
No era la hora de impedir con palabras el plan de mi Padre.
No era la hora, pero pasó por mi mente esta defensa:
Pilato, padre de Marcial y de Tito
Hijo amado de Flavio y Valeria
Pesa en tu conciencia la justicia de mi causa
pues sólo cumplo las escrituras sagradas
Soy Hijo del Hombre
Hijo y creación de Dios
y el Reino de mi Padre existe en el Espíritu
no en los dominios y reinos de Tiberio.
Pesa en tu conciencia la justicia de mi causa
y define tu lugar entre los hombres y las estrellas.
La Negación de Pedro, Carl Henrich Bloch |
Correggio |
Pero cuando resucite, iré delante de ustedes a Galilea.
Entonces Pedro me dijo: 'Aunque todos tropiecen y caigan, yo
no”. Y, desde mi espíritu expresé:
“En verdad te digo que
hoy, esta misma noche, antes de que el gallo cante por segunda vez, me habrás
negado tres veces”.
Pero él insistía: "Aunque tenga que morir contigo, no te
negaré". Y todos decían lo mismo.
Y por siglos han hecho lo mismo, pues me han visto postrado en
la calle, herido o arrestado injustamente, y la gran mayoría ha pasado de
largo, sin siquiera mirarme a los ojos.
El gallo canta y canta, mas Pedro sigue mintiéndose a sí
mismo.
El hombre del cántaro de agua
El que
amarró un burro en las afueras de Jerusalén
El joven que vestía de blanco
y habló a
las mujeres en la tumba de Jesús
Los que
ayudaron a multiplicar
el pan y los
peces
Todos los que
aprendieron a caminar sobre olas
Maestros de Cámara Oscura
Aquellos que rajaron el velo del templo
y entre
lágrimas dañaron la higuera
Benditos hermanos de Juan
Seres purificados
por el Agua
Nuevos Elías
Terapeutas
iniciados en Egipto
Dueños de papiros
y bibliotecas
Hebreos, griegos,
persas
Mujeres con los
rostros del mundo
Almas que aún huelen a nardo
y formando
un lazo con sus brazos,
estremecidos
de amor, comparten la Luz.
Seres bajo el sello del Lucero
Virtudes
femeninas y viriles
Gente cargando
agua de vida
Rocío solar
Océano al
que llegan los espíritus
Océano al
que llegan los espíritus
Océano y Espíritu.
Faltaban dos días para la Fiesta de Pascua y de los Panes Ázimos
Liberación de Israel y ausencia de defectos
Los jefes de los sacerdotes y los maestros de la Ley
buscaban la manera de detener a Jesús con astucia para darle muerte, pero el
temor los refrenaba y decían:
'No durante la fiesta, para que no se alborote el pueblo”.
Se acercaba una nueva liberación, una total enraizada en
el amor, bondad que fluye y eleva.
En mi cuerpo el invierno
La madera
Jerusalén
El imperio del pan
Camino a Galilea
Un trébol creciendo en el silencio
Gracias hermano Ludwig Gieseke
Busqué tu corazón y encontré caridad
Nuestro principio de vida
Amar y enseñar el amor
Ser siempre Luz
Respeto divergente
Corazón consagrado a la obra