El Triunfo de Baco, Diego Velázquez, 1629, Museo de "El Prado", Madrid
Baco, Caravaggio, 1598, Galería de Los Uffizi, Florencia
Baco está sentado sobre un barril
Velásquez amplía el mundo de Caravaggio
A la fiesta acuden dioses y humanos
Jóvenes y viejos
Cuatro seres coronados
Dos con sombreros
Tres con la testa desnuda
Dos hermanos de nariz contenta
El rostro juvenil de un homicida
*
El dios renacido mira a Diego
Le reprocha haberlo secuestrado desde Italia
Culminar la apertura de su toga
Envejecerlo
Exhibir su ombligo
Volcar la botella que reflejó al lombardo
*
Hace justo 28 años
el “Triunfo de Baco”
presidía la sala de
nuestra metamorfosis
La extraña pintura habla del poeta
elevándose a otro estadio
mediante la vid y sus caldos
pero habla mucho más del arte
su extensa red de conexiones
hermandad entre muerte y vida nueva
*
Hoy volví a examinar aquella obra
antes de recibir mi propia corona
y recuerdo a raudales la sala llena
Carolina, Javiera, Arturo, Lorena
El alma fuerte de Ida
Mi querida calamar
Un elegante Pez Espada.
Entre cadenas, piedras
y océanos: nuestro círculo,
tanta luz empujando el tiempo
canciones de padres y abuelos
nuestro licor dulce
mil abrazos sellados con fuego