Este territorio de luz
es nuestro hogar
el libro que leen los cielos
nuestra raíz de alegría
la casa que formamos sobre el mar
Este territorio de luz
es nuestro hogar
el libro que leen los cielos
nuestra raíz de alegría
la casa que formamos sobre el mar
Tienes memoria de mi piel
y habito en tu tibieza
existo en tu claustro
vuelo y canto desde tu ser
Vamos a la Universidad de Chile
Al centro de nuestro espíritu
Nuestra sala de soñar
El taller en que nace el futuro
He visto las manos verdes del mar
Sus largos brazos golpeando mis ventanas
Entrando lentamente a esta sala
Besando los muebles y mi cuerpo
Todo en la hora mágica del atardecer
Al fin y al cabo, la tierra nos mira
Usa los ojos de las machis
Sus sortilegios de números
El poder del Canelo
La fuerza y el misterio de la sangre.
He resuelto combatir
Romper con los temores
Aceptarme libre
Crecer en mis sueños
Anidar con mi luz en plena noche
Pienso en la música
Mi niña y su piano
Viaje desde el Big Bang hasta sus dedos
Sus abuelas leyendo para ella
Tiempo abrazando al tiempo
Todo el poder a la ternura
No grito, estoy hecho de paz
Habito abrazos de cuerpos desnudos
Soy amigo del naranja en los cielos
de tantos animales que respiran
ese afán de los toros
el rabo y las orejas del Guadalquivir
Sobre mi luz, las estrellas
Tú cantando en toscano
Estos límites de la tarde
Nuestras copas de cristal
Siete planos del cielo
Las llaves del mundo en tos ojos
Que en este sandial nada perturbe nuestra alegría
pues cada gigante de rojo dulzor
será devorado por niños
que comerán sus trofeos en grandes rodajas
manchando rostros, manos y ropa
atrayendo abejas y moscas
marcando la ternura con su rojo dulzor
Luego de comer
los niños cargarán su existencia con sandías
y con singular esfuerzo de mañana celeste
las llevarán como balones de rugby
hasta la Casa del Abuelo
para partirlas frente a "Sandía Calada"
y pedir al viejo poeta la historia de Roser
el Winnipeg
aquella España malherida
tanta luz
que ahora crece en nuestras vidas
Violeta Parra, Cecilia Vicuña, 1973
Violeta recoge
Carga empanás caldúas
Recibe odio de poderosos
Violación del invierno
Incendio de lo suyo
Ventisca del cielo patriarcal
Camina sobre fuegos de sangre
Arrastra su luz en recodos de carbón
Corta choclos
Amasa, Teje, Canta
Su cuerpo es América cortada
Montaña encerrada en un cajón
Gonzalo, insistes en expulsarte de paraíso
Abrir ventanas a la tristeza
Almorzar con el disgusto
Enredarte en los problemas del siglo
Libérate
Abre tus alas de invierno
Ríe una y mil veces
Llama alegría al amor
Ejerce tu ternura
Camina de nuevo sobre montañas de fuego
Te escribo en mi libro de vida
Uno tu rostro al sol
A los barcos que pasan junto a tu almohada
y te tomo como a un racimo de uva
para devorarte dulce, líquida,
impregnada de mañanas celestes
piel de rocío
tibio amor de 2021
En El Jardín, a minutos del mar
cabían prostitutas y esclavos
porque allí habitó el ser humano
vida modesta - amistad - prudencia
la razón horadando la muerte
Nuestro sabio enfermo confía en sus sentidos
cultiva y enseña su
ataraxia
piensa átomos que
brincan
nos intuye complejos y
libres
atisba la Física
Cuántica
camina bajo higueras y parras
escucha cantar a la mujer que ama.
Poderoso Maestro
no teme a los dioses, no teme a la muerte
vive sin llamar la atención
disfruta el placer, evita el dolor
duda de un Dios omnipotente
afirma que la muerte extingue la conciencia
posee tumba en las afueras de Dite.
Deseo el candor de primavera
El decir de los pezones
Las nueces del alma
Una rosa dormida en tu nombre
Pretendí enseñar a mi hija
y ella es quien me educa
marca con su nombre los caminos
rompe los nudos
carga y extiende la luz
El domingo
dejó sus calzones sobre el sofá rojo
Borró el rubor de sus labios
Bebió malta con whisky
Escupió sobre el césped
Tachó la palabra lunes de su libreta
El hombre, expulsado del paraíso
vigila sus herramientas:
La escuadra, el compás,
Nuestro arado
Videos tras la guerra y sus batallas
La niña ha peinado su cabellera
Abajo sus grandes cejas
El poder de su rostro redondo
Sus mejillas encendidas de alegría
Escribo los días tras mi espejo
El otro Gonzalo no me mira
Mas lo veo caminando en San Francisco
Nadando entre delfines
Creando esculturas transparentes
Quemando las raíces del infierno
Elijo claridad
Cielo gigante de mi país
Estrellas desbordando la noche
Nuestros planetas en el horizonte
Amistad permanente del Lucero
A cada rato: juegos de la luna
Esa pequeña línea curva
La roca en el cielo
El barco
Su rostro grande y radiante
Una bella deidad
sueña a mi lado
está hecha de cielo y ternura
canta voces del Rimac
escribe bellezas en el piano
late su alegría en mi carne
Dédalo amó las
estrellas
Con su cuerpo
dio vida a un triángulo y
apuntó al Sol
Se
convirtió en compás
y la
tierra fue su hoja en blanco
Es Delta,
el hombre que abre las puertas.
Una
ráfaga de intuiciones cruzó su mente
Observó a
Pasifae pariendo al Minotauro
El
Laberinto
Su hijo
cayendo sobre Hiroshima
Su cielo
colmado de humo
La vida
reducida a pantallas
Mis palabras y mi espíritu
son las palabras de mi madre
el sol que nace en mi alma
1968
historia del cielo
y del rayo que la ama
Elijo libros de paz
Filtros sin veneno
Mis ojos aceptando la noche
Sereno desapego
Aguas tranquilas en el mar imterior
Veo el rostro de mi madre
y mi alma salta alegre
mis hermanos abrigan con su fuerza
ella despierta y me conmuevo
hay aurora en mi cielo
y la buena luz pliega y repliega la noche
Mamá, tan buena que eres.
Vienes siempre a mis sueños
y me alegras.
Anuncias la ternura del silencio,
sencilla tibieza,
rayos de tus ojos en la luz
Pedí a las olas que me escribieran
Aunque me encantan sus voces sobre las rocas
La insistencia de su boca azul
choque tras choque sobre la tierra
Subiré mi alma hasta Ayacucho
Quiero escuchar a su pueblo
Compartir con ellos en su cielo
Vivir su fe y su dulzura
Bailar en ronda bajo estrellas
He olvidado el miedo
duermo bajo escudos y estrellas
cargo mis lanzas y mis nombres
beso la tierra antes de atacar.
Unto mis heridas con hierbas
Las cicatrizo con piedras calientes
Buceo hacia barcos enemigos
Nunca asesino por la espalda
Mis ojos indecisos
apenas caben en tu mirada verde
necesitan el hacer de tus manos
el peso de tu nombre
la Luna hechizando nuestro tiempo
Encontré una voz en el viento
Grito de un ser invisible
Roce sobre la tierra
La mano de Dios
golpeando los vidrios
Me enamoré del viaje
El crepúsculo a un costado
Tanto cielo hospedado en mis ojos
El movimiento
Las estrellas siguiendo mi nombre
Aunque no lo creas, hubo un país sin zanahorias
Ajeno a caballos y viruelas
Un poderoso territorio de papas
Reino de choclos
Edén sin manzanas ni sicomoros
Tarde sin tecito
Niños sin azúcar
Mañana sin lácteos ni café
Vengo a silbar
Escribir la luz
Servir a la Luna y a Júpiter
Esta noche única
Tendido bajo un cielo de otoño
Unido al calor de mi esposa
Tu alma trae rimas y rabos
Naranjas, astrolabios, dunas
Serpientes de ojos celestes
Barajas de Lunas
Los ojos de Maimónides
La bandera que alza el día martes
La historia de la humanidad
es la historia de Dédalo
ayudando a violar a Pasifae
encendiendo fuegos
observando
procreando
seduciendo
encumbrando volantines
prediciendo movimientos del cielo
sembrando
cosechando sus destrezas
incendiando bosques
convirtiendo prójimos en bueyes
En la Granja Snowball y Napoleón
Oprimidos del mundo unidos
Trotsky y el georgiano
Boxer caballo leal
Guerra de liberación
Igualdad violada
Maquillar la historia
Stalin nuestro nuevo Zar
Estás aquí y es más que suficiente
Aunque un rayo gire en tu cabeza
Así: el cielo despierta en tu rostros
Cabalgan hacia ti las estrellas
Brota un rayo verde en tu existir
Alguien escribió Limache sobre el mar
Villa Alegre de Limache
San Francisco
Ciudad de Soublette y Urmeneta
Paraíso de los Garrido
Sueño de Ricardo Caruana
Lugar de cerveza y tomates
Secreto de trenes
País de Rocío Veas
Lugar en que nadé sobre los hombros de mi padre.
De la Luna Roja conozco su humedad
Su indudable inclinación a la izquierda
Cierto rubor de ciclos
La magia de su amanecer
Su viaje escapando de la noche
¿Qué sabes de la ultratumba?
Apenas el abrazo de mi gente
Abuelos enlazados con estrellas
Conversaciones en sueños
Miradas invisibles sobre mi frente
Mi prestigio es de fantasma
Beso bocas imprevistas
Humedad del Arco Iris
Páginas sagradas
Frentes de niños
Las manos lejanas de mi madre
Pido tu nombre hija
Tus ojos de niña
La rosa que duerme en tus libros
Siete días de tu rubor
Nuestro Cine
Los trabajos de hoy en tu alegría
Para ustedes mayistas,
el triunfo de este pueblo
el sol silbando en la Rampla
escaleras del puerto
Ojos de Alicia y Clemente
Nuestra vida en Delicias
Una paella
Champaña
Camila cocinando
Invierno en Lastra
Tantas vidas en nuestros años
Pienso en corazones que laten
Agustín dormido en la calle
Mi hermano cuidando a sus hijos
Cenáculos que discuten
El mate en manos con frío
La lluvia sobre casas de cartón
Hoy besé mucho a mi madre
Volví a soñar a mi abuelita Alicia
Estuve con mi hermana
sentí el calor de su ternura
comí papas con mantequilla
escribí un informe
abracé a mi padre.
Otoño y frío son engañosos
Chile respira libre
Ha despertado y camina
Se reconoce diverso
Rompe las cadenas del destino
Pone en su lugar a los dueños del dinero
Medita, antes de corregir el futuro.
Esta noche los besos son más dulces
El abrazo fuerte entre compañeros
Nos protege la estrella
El lila profundo
La voz y la sangre de Chile
¿Cuándo comenzó todo esto?
Acaso en la pampa del salitre
Ese viernes de primavera
El 25 en el Espíritu de Alameda
Cantos lilas y verdes por millares
Esas noches en que perdimos los ojos
Manifiesto y 18 de Brumario
La tarde en que el hambre se besó con el enojo
Lo cierto es que Barrabás vivió más de un instante
Fue poeta en vez de silencio
Curó niños con sus manos
Sembró árboles, bosques y ciudades
Tuvo hijos a raudales
Cruzó inviernos y primaveras
Horadó la Luna
Anudó los vientos
Nos llama nietos, hijos, gotas de su océano
Si alguien me dice que es comunista
De inmediato confío en él
porque entiendo que es un ser de ideales
uno que arriesga la vida por sus hermanos
capitán en nave de mártires
héroe en ciernes
genuino ilustrado
vanguardia de auroras en noche cerrada
Si alguien me dice que es comunista
aquí en el país de Recabarren
no siempre queda a la altura de su estandarte
El sábado comenzamos a votar
Habrá que registrar el cielo
Primer muro que pintamos juntos
Tiempo de la gente
Patria con sabor a pueblo.
Quizá, todo fluya absurdo y siniestro
- y creo que no lo será-
Pues esta vez acertaremos
Nuestro libro lo escribimos todos
Será un pacto de vida
Mis labios están llenos de vida
Los bordó un hilo de generaciones
La sangre de América
El ir y venir de la olas
Este profundo destino de besos
Hoy estuve con mi madre
Si tengo suerte, mañana también la abrazaré
Escribí dsu nombra en una hoja
La sostuve con mis manos
Sentí sus miedos y su ternura
Para perder siempre hay tiempo
En cambio la victoria
efímera y bella
no refleja su rostro en la hora
No dejes de vivir Gonzalo
Roba a cada estrella su fuego
Regresa una y otra vez a Huasco
Asiste a Brodway y Corrientes
Escribe poemas y novelas
Viaja muy lejos de Ur.
*
Juega a torrentes con tu hija
No dejes de besar a tu madre
Nada, corre, abraza
Vive, porque este tiempo es prestado
Apenas un pequeño viaje
Una rosa en medio de la nada
Te agradezco sol
Recibí tu ternura esta tarde
Tu enorme ojo dorado
Tus rayos murmurando claridades
La tierra tibia
El mar absorviendo tu nombre
Aprendí a preparar el café
Rastrear su aroma
Leer su tiempo
Moler y disfrutar su granos
Distingo en su aroma la lluvia
Esas cordilleras verdes
La manos que recogen las frutas
El viaje del cardamomo
La calma que llamamos café.
El tres de mayo organizó mis huesos hacia el trabajo
Son testigos Piedad Acero y Carolina Brito
La podera Daniela Chellew
Héctor Camerati y Héctor Modales
Don Benito Orondo Alcázar
Los últimos rayos de V-92
El viejo Archivero de Concepción
Mi nombre en horizonte perdido
La rosa de Zu Zu
Tantas niñas ultrajadas
Gente durmiendo en la calle
Frank Capra y sus relatos
El sol solencioso en mi ventana
En mi vida: trámites de rutina
Mi elección de nombre:
Piedad Acero Zúñiga
Amiga de espíritus
Caricatura de mí misma
Algodones entre mis dedos
Última heredera del sol
Los explotados marchan hacia mayo
Músicos y pescadores
EL pueblo diverso
Maestras y Camareras
Ellas con sus pañuelos verdes
Los nuestros
El joven que porta las banderas del tiempo.
Mi poderoso cielo
Anda con sus zapatos desabrochados
Tiene su risa en manos del mar
Cría montañas y catedrales
Duerme desnudo
Por la noche sube a las estrellas
Acero de los nombres
Cierto roce de pezones
Nuestro Comité Central
Este nido
Una perla
Captura
El día que cubren las sombras
Talmud árbol rinoceronte
Cuerno jirafa kipá
Copa marfil candelabro
Salomón termita hipopótamo
Escribo y voy
de viaje por los sentidos
aceite con ajo
pimienta
mesa extendida y la familia.
La rosa está aquí
Maravillosa en su desnudez
Viva y secreta
Orina se deseo sobre mi nombre
La muerdo y la bebo
Ella renace en mi centro
Pienso tus nombres y tus libros
Tus cigarros con menta
El poema que cocinas
Destellos que dejas en la ciudad
¿Cómo estás Sol?
te ví caer hacia el norte
A mi lado Carola
y mis padres en el horizonte
Y, tu, sencillo y poderoso
pareces hundirte en el agua
dejando oscuridad como herencia
noble rey que preside este cielo
¿Vuelves mañana?
Te espero tras el Monte Aconcagua
Bello fuego de mañana
Astro de gases y explosiones
Padre y señor de la luz.
Escribe Isabel
Libera tu sol en la sombra
Haz combatir tu guitarra
Forma remolinos con tu voz
Canta, que llevas el siglo
en tu boca
.y siembras fuerza
y alumbras
porque has vuelto a vivir.
Puedo decirte
que me encanta ser tu padre
vivir contigo la lluvia
aprender de tus mejillas
ser el abrazo que llega a tu camino
Yo soy el Invierno
Me llamo hielo y gripe
Hospital
Fiesta de la Lluvia
Hogar, barro, fuego
Ropa de lana
Bototos
Este pase con paraguas
Recuerdo una tarde de otoño
en que te esperé a la salida del Cine
Avenida Pero Montt
Luces de la ciudad y mis manos húmedas sobre tu rostro.
De este día aprendo el peligro
Los pies helados de mi hija
Un vaso quebrado
Tantas palabras
Truman llegando al límite
Rosetones y su alquimia de luz
La rosa volviendo a nacer
Agustín nació de mi mano
Diciembre 9, 1969
Pero conoce los nombres del frío
Asume su ternura
Tiene un perro llamado
Si eres de
Recreo, seguro conoces a Agustín
Tiene la luz
particular de su pobreza
Sonríe con
la mirada
Comenta el
fútbol / Viaja a Limache
Posee infinitas
multas por vivir en la calle
Como diría
Belkis:
Es cierto
que me importa,
porque ahora
le escribo un poema
mientras
él resiste sobre el cemento
degusta el café de los conserjes
lo
alimentan mejores que las mías
Si eres de
Recreo, te ha saludado Agustín.
Te ha
conversado en la calle
Lo has
visto despertar entre cartones y su perro.
Hace meses
me ofreció su pan con jamón
y hoy le
dije que tengo pena.
Quizás pronuncie
mi nombre y diga:
Es un poeta
vietnamita
Tiene una
hija inteligente
Le ofrecí
pan y lo rechazó
Sintió mi frío
y no quiso darme abrigo.
Quiero agradecer a este día
Aprender de sus contrastes
El almuerzo de arroz con papas
Actos a contrapelo
Una mariposa sentada en mi nombre
Tú lo sabes
Amo la ciudad de Valparaíso
Sus Luces
La tristeza de su decadencia
Aquellos cines devenidos en bodegas o mercados
Nuestras calles sucias
Tanta ira de su pueblo
Mi espíritu en cada árbol
Cada ausencia
Playa Ancha
Avenida Alemania
La Fantasma
Osmán Pérez Freire
Cada lugar ahora clausurado
Isidora Belladora Isiniña
Niña hermosa 13 años Gran cantora
Luna creciente Dueña del cielo Libro de Lluvia
Ser de ternura Espíritu que habla Alma que sonríe
Querido océano Chispa y noticia del sol Viajera cargada de Luz
Soy fenicio
Amo los caballos
Temo al terrible brazo del aire
Costruyo barcos y navego
He pactado con mi Dios de Tempestades
Soy quien domina la escritura
Comercio con telas púrpuras
Estaño
Cobre
Aceite y Esclavos
Yo navego
Conozco Cabo Verde y Granada
Las Islas Atlánticas
Cada recobeco del Nilo
El mundo sencillo del Guadalquivir
Vamos de picnic
Llevemos un termo de café
Huevos duros de siete minutos
Aceitunas de Til Til
Vino blanco
Un mantel con tu nombre: Carola
Los oficios requieren de clientes
El arte tiene su raíz en la Luz
Silencio arcano
Emociones
La simple armonía del amor
Ema, es hora de hablar de tu abuelita
Si, de tu abuelita linda
La de chocolate en la mejilla
La tejedora
Aquella mansa y alegre
¿Sabes?
Ella posee nubes en el ombligo
Retrata almas en libros
Honra al Dios de todos los siempres
Lo abraza
Lo mira en los cielos y en su madre
En ríos de amor que ella siente.
y
¿Posees tú el lazo de abuelita y nieta?
El puente entre mundos
La clave de se su caja secreta
Ese respirar que inunda otra piel.
Se que lo tienes
y crece gigante en tu nombre
Niña Maestra
Extenso mensaje del Cielo
Viajé a Mojave con Carola
Vamos desde Recreo al sol
Un sillón florido sobre tierra
Cheques de viajero
La ciudad de Jack Palance
América en blue
Fue antes del bombardeo sobre Nínive
P. Adlon con botas de vaquero
Las mujeres son panteras
Jasmín se encuentra
En esa tristeza llueve la luz
No soy santo ni bueno
Mas no atropello inocencias
No hago el mal por delicia
No traiciono al amigo
Mis piernas rompieron la noche
Mi cuerpo dobló Recreo
en varios pliegues de piedra
Con ellos hice una mesa
y comí kuchen
Encendí velas
Hablé en alemán con mi hija
A mi espacio de conciencia
llegó Carla Jofré
vestía de novia
y comía chocolates rojos
.............................................para Juan Carlos
El hombre
que trabaja ha marcado positivo
Lleva una
semana o dos aferrado al oxígeno
Ya no facturas,
ni vigas ni maestros
Sólo sortear
el día
Mantener la
posición de supermán
Quedarse en la luz y en la esperanza.
.
Su hija dibuja
mandalas junto al mar
Ora al Dios
del Invierno y a la Gran Madre
Piensa en mil abrazos de su padre
Los regresa
al agua y al aire
Los ofrenda
al mar
Los vuelve
a dibujar en su alma
El hombre que trabaja ha marcado positivo
Lo invade una densa neblina gris
Hay un reloj que se detiene y otro que huye
El mundo se hunde en su zapato izquierdo
La palabra Carla gira en su centro
Supermán lo baja del árbol
Con sólo mirar disipa los vahos
y lo lleva a viajar sobre horizontes
Gracias C.
Me encanta tu color celeste
Los dardos que lanza tu mirada
Tanto fulgor de mazapán
Maga de muñecas
Fuego interior de Pequeña Lulú.
Es nuestro segudo año de encierro
y pienso en ancestros refugiados de volcanes
En aquellas pulgas mostruosas
Bocaccio escondido en Fiesole
Barcos con bandera de peste
Imagino la Edad de Bronce estallando
El último dinosaurio
Cártago y Tiro desoladas
Caen los muros de Bizancio
En los Guetos se aguarda la muerte
Es nuestro segundo año de encierro
y hay un Viernes en cada dormitorio
Gente sola extraviada en su silencio
Tanta alma conectada a la TV
Adolescentes ahogados en hormonas
El viejo gito del hambre
¿Qué queda en la despensa?
Ya no existe el trabajo en la tienda
Ya no cuenta el fin de mes.
Llevo esrito
2 de abril en mi trasero
en los bordes de mi lengua
la extensión de mi calvicie
mi rostro
que es feliz al pensarte.
El otoño no pasa por mí
Tmpoco las nubes
Ni el jabalí de las buenas noches
Ni Penny Lane
Ni Sandra Dee