Rubén Melej en los aires

Fuente de la imagen : La Nación Argentina

De tanto soñarlo
aprendí a volar
Parado sobre la niebla:
Vi al tiempo caer desde su altar
conversé con duendes
bailé alegre con Mab

Divirtiéndome sobre el aire
Observé a los astros girar
Los vi despertar en las sombras
Moverse desde Cero  hasta el Zenit
Diluirse en  baños de luz

En la puerta de abril
Encontré a Rubén Melej
Cargaba lluvia y arco iris
Viejos discos de vinilo
Fotos queridas de sus hijos
Sus ojos pidiendo otro saber

Curva de los Mayos: Zona de Combate

En este valle de miedo
Bocinas en la niebla
Mi amante fenicia
Mil ojos asediando desde barcos
El niño Rómulo Augústulo
Pies desnudos de Ana Frank
Memoria de torturas en Recreo
Aún el juicio está pendiente

En el cielo:
Corre el fantasma de David Porter
Vuelve el Essex
Resuenan viejos cañones
Teodoro Lowey abre su tumba
Una bailarina llora
El futuro aguarda tras las nubes.

 

Madrid 2020

Madrid  tiene signos de muerte
hay menos besos
oscuridad en El Prado
llanto en los hijos
temor en lugar de fiesta

Mal paso
en ciudad de alegría
Calla el fulgor de tintos
Ese carrusel de teatros
Nuestra plaza de Libros

Mal paso, antes del buen baile.

Pronto

Pronto sembraremos el mar
Plantaremos ángeles y gigantes
Corderos lanosos
Altos sombreros de gitanos
Higos  con ojos  y ciencia

Nuestra semilla será la luz
Nacerá otro cielo
Gritará el deseo
Habrá paz sobre poemas vacíos
Volverá el pan  a esta Patria vacía

Desnuda en la cocina

Leibovitz

Desnuda

siempre vas desnuda en la cocina

persuadiéndome del orégano y el tomate

hablándome de mantequilla,

habas de Pitágoras


lúdico sentido de los puerros

mi olor cuando nace el curanto

y tu cuelas el caldo.


Desnuda

siempre muerdes los tomates

para provocarme/

me obligas a cubrirte de oliva

buscar naranjas en tus labios

beber vino desde tu boca.


Desnuda

mientras pienso el café de los sufis

lleno tu cuerpo de albahaca

planto fresas en tu ombligo

saco miel de tus pechos

busco granadas y moras

encuentro uvas y rojo maqui

Visita

El ángel
dejó sus gafas sobre la mesa
llevó sus dedos transparentes
hacia las flores
eligió el destino
de cada embarcación
y luego dijo 'Nombre sea del Dios'

Rezando

Hay millones rezando
No afecta al virus
No cambia el color de la muerte
Pero todo es distinto, la gente reza.

Muerte

Hoy nos pregunta la muerte
Elige nuestra casa y nuestro paso
Envidia miradas y partos
Los últimos besos

Pero el bosque
Nuestro amigo de sueños
Ya no vuelve a ser amigo
Ya no guarda nuestra luz

Enamorados

Los enamorados creemos cosas extrañas
Tenemos fe en la unión
Nos cuesta imaginar la distancia
Acetar las rutas del otro
Sus críticas
Aquel remolino de diferencias

Tiempo Perdido

Largo plazo entre el desayuno y el aperitivo.

Panorama

Estudio
el salario de la lluvia
nuestro humor en las calles
la capa azul de mi hija

Veo a Nixon cantando en China
Voces dobladas por el cáncer
Myriam
en ventana de colores
Una isla repleta de muertos

Y tantas cosas que no veo:
El aguacero en Valdivia
Grandes ratones en las rocas
Huevos de gaviotas
Las mínimas tumbas
de tantos días

Páginas Secretas

En  la Biblia  hay páginas secretas
Caes en una palabra y despiertas en otra edad
En el clímax de una  película
Sobre la cabeza de Goliath
Abrazado a la  mujer de Lot
Jugando tenis con un ángel
Cocinando  para trece en la mesa

Nos une el maíz

En América nos une el maíz
Aquella  experiencia de  morderlo
Betún de sal y mantequilla
Nuestra boca sobre gotas de sol

La mía muerde en desorden
mi rostro se torna amarillo
juega en la coronta
y  granos de luz
pueblan nuestro suelo.

En cambio
la tuya ejercita su ballet
Avanza con limpio silencio
Desata su elegancia
Extiende tu dulce pulcritud

Poetas del Imperio

Cae el azul a los nombres
Poetas sueñan con dioses
Por un sueldo les dan voz
Son creados
a la medida de los reyes
hechos al servicio de la riqueza.

Profecía

Creo que era azul el pueblo de la primavera
y pequeño
el libro de las sombras

La Tierra era pecosa
y traviesa
El Sol vestía corbata
La Noche montaba a galope
La Muerte soñaba ciudades

Luego llegó el hombre
Vino de cielos oscuros
Trajo pirámides y ángeles
Escuelas y  Cárceles
Grandes ministros de guerra
Geometría de cuerpos
Trenes  con focos nocturnis
Barcos balleneros
Bocinas, drogas y taladros

Fue adversario del   caqui
La mujer
Nuestro salario
Los colores
El tercer sentido de una frase
Incluso
de las grandes verdades

La Edad del Hombre
termina esta hora
Lo sellla el Bufón de los Nortes
Este encierro gigante
Mujeres bordando otras leyes
Nurstras flores mapuches
Ciertos pasajes de La Víbora
Pumas  sobre la barra  del Liguria

Cantar

Ejerzo el derecho de cantar
Pueblo el cielo con mis voces
Empujo viento y  estrellas
Sacudo  torres del tiempo
Vuelco mi nombre en la luz

Canta desnuda

Ella juega con el sol
Cena rodajas de cactus
Uvas bañadas en miel
Sonidos de jazz
La Luna  y buen whisky

Despierta
y roza la nariz del invierno
posee  cimas  y tormentas
Escucha  "Don Carlo"
Besa pianos de madera
Nunca rompe una higuera
Canta desnuda en mi hogar

Ella es el sol
Nombra el futuro en mis ojos
Llora al  borrar nuestras  tumbas
Llena de risa las sombras
Pinta los nombres de Dios

Cuidado

Cuidado
Vienen  poetas a beber el mar
Cautivar  sombras
Romper cristales del infierno
Cortar orejas  a los muertos
Quemar las naves
Tal vez rezar

Horas de encierro

En este encierro el tiempo es un duende azul.
Una  rendija en el cielo
Cierto vaivén de atardeceres
Esta mudez del cuerpo
Mi hija al otro lado de esta Luz.

Tiempo de rezar

El día nos enseña
Enciende luces en el teatro
Vibra en las aulas
Es sublime cual lenguaje del mar
Deja su espíritu en los libros.
Corre con los niños en el bosque.
Busca nuestro Uno al rezar.

Cumpleaños 53

Todo este tiempo he venido naciendo para estar contigo
Pegarme a tu pecho para sentir tu tibieza
Tomar tus manos
Enfrentar nuestros ojos
Jugar a hacerte reír
Caer desde el cielo a tu mirada
Escribir mamá en tu cuaderno de alegrías

En este plano del cielo

En este plano del cielo
nació mi hija
En sus latidos despierto
En sus ojos viajan ancestros
Ella canta
Cree en Eleanor Rigby
Dibuja el rostro de Liverpool

Bailando en la misma brisa

Imagino a Carla  en el peldaño de un poema

Marcia lee sus estrellas

Myriam instala sus sueños

Pía reprende a  la noche
Caty bailando sobre nubes

Gabi vuelve a cantar

Nuestro Esteban arropa a sus hija

Claudio bebe con Miles Davis

Cony  sueña con el fuego

Caro juega con su hijo

Michel  juega con duendes

Mi hija canta

La brisa nos vuelve a juntar

Muda el sentido

Muda el sentido de las cosas
Yo encerrado con un ángel
El mar en mis ojos
Un rio de jazz
El CBUS
esperando por mis sueños
La Luna seduciendo al Lucero.

Nombres marcados con plumones

La muerte está triste
Observa ataúdes sellados
Nombres
marcados con plumones
Soldados cargando
esos cuerpos
Miedo aplastando el olvido
La muerte rompiendo su brillo
La noche ha borrado sus ritos.

Tejiendo

Doy testimonio del agua
Este viernes en la bahía
Carola tejiendo  elefantes y conejos
La vida se defiende
Yo tejo palabras y papeles

Trabajadores de la Salud

Hoy defiendo a mi pueblo


Dejo atrás la risa de mis hijos.


La paz de mis libros


Aquellas dulces certezas de mis días


El abrazo esencial de mi madre.






Acudo al hospital para vencer.


No para hacer lo mínimo, sino para servir


Cuidar al ser humano .


Abrazar al distinto.


Combatir su dolor.


Regresarlo a su viaje






Hoy me arriesgo por el otro.


Quiero que lea la risa de sus hijos


Reciba el canto de los libros


Renazca en la memoria de muchos






Y si tras cruento esfuerzo no se salva


y cierra la noche los trabajos del día


tal vez mi mano sostenga la suya


y él respirando agitado

imagine en mi rostro a sus padres

Tus pies

Tus pies 

tienen una estrella propia

bendita personalidad

carisma al mover las pestañas

actitud de baiilarin

pequeños roces

en  el encierro de marzo

Palabras que nuca estarán en un poema

Pijama de hombre enfermo
Natre
Bacinica
Piñín
La tole tole

Uslero
Bisoñé
Pulpería
Garita
Cilantro
Rasero
Cola de Lagartija

Raspar
Aneurisma
Carótida
Pulgar
Ingle
Mascar chicle de frutilla

Catre
Alfil
Betún de zapatos
Mirilla
Talco de guaga
Hay que ponerle una perita al niño

Abuelita Alicia

Hoy extrañé tu arroz de primavera
El pañuelo bordado en tu manga
Tu limón en mi pelo
Tus ojos en el rostro de Bladimiro

Encendido y Apagado

Hay días en que los nombres gritan de placer
Lo mismo que los viejos sillones
La querida alfombra
Tus pezones
El rosal que ha herido tu piel

Hay días encerados en cementos
Esos en que nada vale mi sonrisa
Mis palabras que ríen
La luz de este ingenio
El rayo que prometen mis labios

Labios del mar

No quiero hablar de estos labios del mar
Pero el oleaje salta y me pellizca
Me moja con sus puntas blancas
Escupe huiros
Lanza conchas
Busca besarme con su lengua de sal

Otoño

Escribí: "no entres"
Pero caíste desde marzo
Con tus corbatas
y agendas de notas

Para peor, traes visitas
No el dulzor de la uva
Y el arroz primavera de Abuelita Alicia
Sino que una calma de muerte
La espera
El año encerrado en tantas grietas

La Sol

La Sol  destrozó su corona
y muchos mundos nacieron ardientes
eran masas de gases estallando
Fuego
Guerra de Átomos
Hijos gigantes disparados al cielo
Esferas rondando a su útero
Títeres de la  la gravedad
Puntitos que nombro al amanecer

Espirituado

Espirituado me dices
Pero eres tú la que habla desde el cielo
Aquella que levita en Semana Santa
Toma ponche hasta quedar coloradita
Baila cueca en agosto
Lleva enaguas azules
Bebe whisky con miel

Espirituada me abrazas desnuda
Te calmas con el dolor de los rieles
Inhalas nuestras sales marinas
Dejas tus zapatos en la Luna
Traficas almohadas
Escribes bajo Parra invisible

Nombres de Dios

Todo nombre es nombre de Dios
Lo mismo que el agua y el fuego
El Tiempo
Este virus
Las dudas
Nuestros miedos
Los diálogos
El acto humano de pensar

Desconectar el sentido

Escuché el color de los nombres
El tic tac  de los huesos
La defensa del sexo
Este trofeo de vulvas
Trigo y vino en los senderos

El ombligo estuvo
en mi boca
Leí  mis sombras
Este caldero  de tildes
El texto y mi  maleta de viajes.

Morirás Chile

Morirás Chile

Perderás tu nombre  y tu alegría

La fe de tus hombres

El puño y la voz de tu gente

Ese perfume lila en tus mujeres

Morirás de hambre  y de virus

Desnudo, te vencerá el fuego

El cielo tomará tus poemas y  tus victorias

y un  viento amargo devorará tu cuerpo

Tu pequeña  historia  termina ahora

La viruela asesina nuestros niños

Huyen cobardes  yanaconas

Hay sangre y miseria en el tambor

Rodillas

Rodilla con rodilla
Eléctricos y  estelares
Cuerpos plagados de estrellas
Desnudos en sus silencios
Carnes vivas
Rodillas de gozo
Rodillas gritando su pena

Virus Coronado

Escucho los virus coronados
Caminan entre multitudes
y  ciudades desiertas
Perdonan  niños
Degüellan a los ancianos

Figuran graciosos en los viajes
Devoran pulmones
Caen ebrios sobre sus camas
tibias
Pasan de boca en boca
y de mano en mano

Rompió sus poemas

El día ha roto sus poemas
Tras llorar ha quemado su casa
Besó por última vez este
cielo
Hundió sus pies en el mar
Dejó su memoria en el viento.

Fuerzas de la Naturaleza

Si has visto Tiburón
Seguro entenderás Coronavirus
Aunque un niño es
dueño de la playa
Y se tiñe de rubio
antes de lanzar sus tweets

Marineros de antes

Nunca llueve en Recreo
Nunca marchan los barcos
La terraza consume el infinito

Ahora, la  batalla y su cocktail
Venerables marineros de antes
Before Belloto 2000
Aquellos martes difamantes
Gritos en Fuerte Papudo

Bruja

La  tierra me ha nombrado

tu hermano

cielo de piedras

agua erecta

línea que bebe el azul

Con su mano

me levantó desde el poema

mordió mis entrañas

cultivó mi sombra 

limpió mi piel con su ropa

hirvió mis  ojos  en la sombra

Oh ataúd y primavera

Semen de caracoles

Segmento de  un virus

Prometa con alas  de serpiente⁷

En la vereda

Llevo un televisor en mis brazos
Fuera de eso, voy desnudo
Hablo con mi cuerpo
Soy antena del artefacto
Sudo
Hago pipì antes de cruzar la calle

Parió Mujeres

El tiempo parió mujeres
Soles transparentes
Barro
Poemas de agua
Noche Útero
Escuela
Palabras húmedas de mar

Rechazo

Rechazo domingos y  sombreros.
Esos poemas de mujeres.
Los trece reinos de lluvia
La escuela para todos.
Tanta cifra en el sueldo mínimo.

RR

Imagina tus raíces

Laberinto  de nombres y lenguas

Sus escuelas

Cascada sexual

Millones de ojos en las piedras

Valor

No valen las cosas
Los conceptos
Estos prejuicios
Nuestras verdades

Nada vale sino el cuerpo
Sus rizos de luz
El sol  en la carne
La tribu en solemne eseranza

Drama

La sala está muda
Sobre las tablas el fuego
Luces sobre tres rostros
El rey. Nuestro obrero. La muerte.

Tras tanto silencio, el canto
Alumbran mandarinas
Grita el sol la esperanza
Cae sobre todos la tarde

La sala vuelve a estar muda
Sobre las tablas el agua
No hay luces ni rostros
Sólo la lluvia que cae

Tips

Mira
Une tu ruta a mi nombre
Gira la pirámide
Tala este bosque
Rompe el gris de la sombra
Bebe el grito  que  llama

Hechizo

Ven niña
Te invito a caminar en mi poema
Recibe su llovizna en tu rostro
Duerme en sus plazas tranquilas
Rompe su cristal  azul
Extiende tu luz en mi canto

Ven y regala tu Dios a este llanto
Cede tu  tiempo a  esta frase
Alumbra el sentido de los signos
Traspasa sus silencios
Desciende al fuego  que manda.

Ven y deja aquí tu infancia
El jardín de tu risa
Tus dibujos  que forman mi nombre
Nuestro almuerzo con reyes
La tibieza que nace en tu calma

Es cosa de meses

El invierno
abre sus ojos de nieve
bosteza
camina sobre tumbas de niños
saluda militarmente a los virus
pronuncia el nombre de
la noche
apuñala enfermos
derriba silencios
empuja las olas
tiene su trono sobre el mar

Regreso de Carola

Volverá Carola Jamett al Cinzano.
Traerá sus pezones a mi nombre.
Vivirá en mi sonrisa
Sus zonas húmedas
El tiempo que ríe en su belleza.

Escudos Vikingos

Primera Línea

Exceso de furor

Mascarillas

Piedras

Violencia limitada

Me consta su valentía

No me causan temor

No usan gorra 

No visten de verde

Claro, salvo los infiltrados

Palabras vivas

Estoy contenta
Llevo láminas de mar
sobre mi cuerpo
fragmentos de  tierra
palabras vivas
el cielo incrustado en mi vulva

Dos meses antes

Nombro acá el estado de las cosas
Falsa calma
Trincheras de marzo
Nuestro pueblo y sus  banderas
Hermandad de mujeres
Laberinto hacia el 26 de abril

AA

Espíritu amado
Deja tu nombre en mi sol
Manten firmes tus pechos
Lánzate a mi cuerpo
Moja mis manos
Estalla de luz en mi fuerza

Bella amada
Escribe de agua esta tarde
Presenta tus labios
Acércate
Aplaude 
mientras cruzo tu cuerpo con mi luz.

24

Celebro a  mis padres
Boda en la Catedral
Fiesta en pasos perdidos
Espléndida  noche de sábado
Verano de 1967

Olga Maturana bailando con su hijo
Bladimiro encaramado en sus ojos verdes
Aicia Garrido siempre encantadora
Silencioso y solemne, mi abuelo Gustavo

Celebro a mis padres lanzados al mundo
Chile adolescente
Antes de Tacna y el Tancazo
Variedad de terremotos
Tres luces nacidas de ese espíritu,

Cuaderno de Pedidos

Pide tu destino Carola
Mis  dominios de la  Mar Océano
La  borra del castellano
Los dientes del  Colo Colo
Nuestras palabras quechuas
Cine filmado en francés

Pide nuestro horno de galletas
La salud de tu cuerpo
Mi caída sobre tus días
Sábados de paella
Mi verso
por un caldillo de choros

Tiempo

El tiempo ha creado la tierra
Viaja con la luz
Pesa mil estrellas
Devora sombras
Tiene la asltura de  su Dios

Tienes tiempo?

Acércate.
¿Tienes tiempo para un abrazo?
Momentos para el diálogo
Cocinar juntos
Caminar desde Masita  a nuestro hogar.

Acércate.
Muestra  el poema que levantas en la terraza
Háblame de Marcos y Jesús
Aquellos años en Egipto
Dante llegando a Buenos Aires

Ven.
¿Tienes tiempo para un abrazo?
Mis manos batiendo la polenta
Jack the Knife en el aire
Barricadas  al sur
La frutilla enamorada de tu kuchen

Duele

Duele el poema y el nombre
El ángel sobre mis hombros
La ira
Esta desidia
Las almas que rompen el tiempo

Síntomas

Eres espíritu 

con síntomas de primavera

Jardinera del mar

Ninfa de Recreo

Cronista de almas

Apurona insigne

Hembracocinando sus sueños

Nueva habitación

Hoy llegas a tu nueva habitación
Hay ángeles pequeños en cada rincón
Asoman ligas de muñecas
Hablan los trenes
El manto de tu abuela
Creaciones de tus manos
Poemas en  los ojos de tus abuelos

En los bordes el sol
Los nombres del mar
El amor de las gaviotas
Nuestras nubes
El alma del tren
El puerto levantado sobre el cielo

Confesión para Vita

En mi diario de vida escribí que eres fea y bigotuda
Dibujo perejil en tus dientes
Hablo de las papas en tus medias
Critico tu canto
Y  el rayo aristócrata de tu mirada

Así no corro riesgos
Leonard ama recorrer mis secretos
Observar desde mis ojos
Besar con mis labios
Abrazas las vibraciones de mi mente

Ventana

Observo el cielo desdr
mi ventana
Un tren se eleva
En su interior Virginia Wulff
Ciertas maripsas
La nariz del cielo
Los dedos del sol sobre estos rostros.

14 y 15

En la madrugada
Nos visitaron moras de Jaén
Celebramos el desayuno
Construimos el deicurso
Despliegue de razones
Palabras hilando esta Luz

Luego dormir
Subir a la puerta del mar
Viajar a nuestra mesa
Celebrar tu coraje
Saludar la primera línea
Convertirnos en x
Sentirte al dormir













































































































































































































En mudanza
Desde el poema
a la primavera
Desde Julita a Julio
De la ley de mierda a la ley nuestra
Del 5 al 7
De la infancia  a otra cosa
Amunátegui espiera a Eloísa Díaz.







 

Bendición para Carola

Que no se atrase tu corazón
Ni queden heridos tus sueños
Que abunde agua en tu piel
Resida en tu boca la ternura
Consideren tus labios un beso mío

Que no se atrase tu corazón
Ni se aleje la lluvia de tu nombre
Que ronden los abrazos tu alegría
Premie la tierra tus pasos
Ocurran tus sueños sobre mi almohada

Caifás

Respóndeme Caifas
Escribe tu sentencia sobre la tierra
Presenta tu látigo
Anuncia tu tarifa
Marca tu rechazo a esta Luz.

Bajo la tierra

Miro bajo la tierra
Allí están nuestros  cuerpos
En los huesos raíces de selva
Ríos subterráneos
Pequeño vértice del cielo

Hoy he nacido

Hoy he nacido
Traje al cielo este febrero
Su numeral once
Mi niña y su "si papá"
La cárcel junto al Mapocho
Valparaíso, la ciudad encendida

Notas

Inversa
Digna
Inverosimil
Bella
Ligera
Acuosa
Promiscua
Telúrica
Certera
Brillante al crear mi cielo

Carola me despertó con el signo de la cruz

En sueños me visitó un maestro

Pese a sus atuendos, parecía un hombre común

Conocía mi espalda

Le enseñó a mis huesos una zancada mínima

La clave de relajar mis piernas

.

Activó mi  chakra Vishuddha

Sentí un chorro de luz en el cuello

Me  condujo a un rito circular

Isidora y Ángel  también recibían luz

Anita Peña, retrasada, llegó a dirigir la ceremonia  

.

Era fuerte el Maestro

Cruzó la noche con su  luz

Su tiempo fue mi alegría

Trabajo de virtud

Acto sencillo del bien

Apoyo, antes de entrar al laberinto

Entre Libros

Entre  libros
Mucha luz
Joaquín Murieta
Ulises
Antiguos planos de Viena

Está
Mark Twain
riendo a destajo
Cláudio Bertoni observando
Marxista y Engels
Junto a nuevas recetas palestinas.

Dejè de ser patriarcal

He dejado de ser patriarcal
Niego primaveras
Río ante el silencio
Pinto Gabrielas en el cielo

He expulsado la palabra mío
La expresión  hacendosa
Celos por un baile
Café compartido
Poema dedicado a otros ojos

Claro, ahora soy otro
Àngel sin pene
Cocinero desnudo
Don Juan poniendo la mesa
Limpiando el baño después  de mear.

No te ufanes

Disminuye Carola Jamett
No te ufanes de primavera
Exige un hijo con mis ojos
El sol de este puerto
La patria creciendo en tu vientre
El cielo erguido en tus sueños.

Tiempo

El tiempo no regresa
Universo en fuga
Peldaño caído
Rostro feroz
del movimiento

Aventura

He robado al destino mi nombre
Lo desplegué sobre  aire y  mariposas
El salitre de mi pueblo
Nuestro mar
Las manos queridas de mi madre

Abrí mis letras y las derramé
Rompí  los ojos de la muerte
Dejé mi espíritu en el agua
Pronuncié el logos
Fui la sangre y el beso de la rosa

Extendió sus alas

La niña ha extendido sus alas

Brota desde el agua hacia los cielos

Paga con sus ojos la ternura

Canta

Juega a saltar con las estrellas

Pinta en los muros de mis sueños

Comimos higos

Hoy comimos higos
Fue nuestra tarde en el paraíso
Nadamos
Irradiabas alegría
Caminamos descalzos sobre la tierra
Arrojaste al mundo tus ojos verdes.

Tesoros del país

Camino sobre peras de agua
Sobre sandías e higos
Melones maduros
Grandes frutillas
Moras gigantes
Duraznos peludos
Dulces chirimoyas
Tunas llenas de sol
Cerezas de grandes corazones
Uvas perdonadas por el viento

Abre la música

Carola, abre la  música
Mira el poema que vuela
El sol de cada instrumento
Elocuentes vibraciones
Oleaje y luz sobre tu cuerpo

Cien genios escriben en tu aurora
Tu conciencia bebe y sonríe
El saxo hiere y nombra
Respiran las teclas del piano
Marcan su perdón los violines
Hay rayos entre sonidos y silencios

No ha sido en vano

Estoy en la Alameda
Nuestro pueblo respira libre
Cruzan bicicletas y estrellas
Hembras cantando
La tierra creando su patria

Ni brisa ni lluvia borro

Ni brisa ni lluvia borro
Y sin embargo, perdono
Modero rayos de mi ira
Cultivo luces de ternura
Dejo partir la tristeza

Media, Federa y Ariadna

En Primera Línea
Medea, Fedra y Ariadna
Pañuelos verdes al viento
No quedan piedras
sobre la paz del silencio
Sólo el verano
esperando tormentas

Las diosas  excitando la tierra.

25 de enero

El sol se queda en el cemento
Los niños giran hacia el agua
Termina la semana de Isidora
Ángel que me llena de abrazos

Cotidiano

Sobre la proeza del día:
La gente. Su música.
El arte.
Trabajos del sol
sobre la tierra.

Sobre la proeza del día:
La gente.
Raíces del teatro.
Hilado de los nombres.
Los guisos
La profunda ingeniería.

La Comedia

Isidora en La Comedia
Estuvo entre focos
Pasó junto a Parada y Guzmán
Escuchó el grito de la muerte
Subió a los hombros de Sharim
Pasó al velorio de Armando Uribe
Entró y salió llena de preguntas

Ella

Mi hija duerme
y yo camino sobre el cielo
Despierta y habla con sus ojos
Conversa y pregunta
Grita
Defiende sus dioses
Llama primavera al cepillo de dientes
Conversas con  la noche y su escudo de luz.

Réquiem

Tras la muerte, perseguir a Dios

Confusión

Nuestro rancho en Dite

Pintar los nueve círculos

Izar velas en nao de Ulises

Despertar como Chile en el Infierno

Espíriu de la carne

Soy el espíritu de la carne
Luz pasando por mi cuerpo
Peldaño del infinito
Ojo interior de esta galaxia

Pueblo Unido

Niños bailando el pueblo unido.
Encaramados sobre dioses de bronce.
Arrimados a este cielo de esperanza.
Traspasados por olas de espíritu.
Niños disfrutando la paz.
Músicos en su Réquiem de Chile.

Strange Fruit

Sobre el mundo
extraños frutos
África mutilada
Holocausto
Armenia
Bombas sobre niños
El siglo roba nuestro ser

No es el siglo Gonzalo
Es el ser humano
Sus miedos
Odio inmemorial
Estúpidas fronteras
entre la luz

La brisa balancea los cuerpos en Marion
El odio muerde sus bocas torcidas
La ley cuelga de un árbol
Lewis Allan observa a través de una foto
Billie Holliday
lo enseña a la noche
llora la aurora y el sol

Elicira Godoy

Isidora encontró tu nombre
Lo recogió del aire
Linda abuelita de mi abuelita
Estrella madre
Montaña a la que suben mis ojos.

Abuelita, imagina tu beso
convertido en poema
El solsticio en tu bolsillo
Las gotas de tu vida
en el ancho río.

En el país de los muertos

Un día cruzamos la muerte
Niña Simone presidía desde la Luz
Había rabinos y  probostes
Reyes de  Persia
Peregrinos a La Meca
Loros con acento francés

Nuestra carne difuminada
era aire que avanzaba
Un rayo de silencio
La ruda que crece en la sombra

Introducción

Les presento mi muerte
Cierto aleteo de moscas
Piel abandonada
Nuestro vacío
La noche dormida en mis ojos

Peticiones

Pido ojos ligeros
El te a las 6 y cuarto
Mis pies desnudos 
sobre la tierra
La niña cantando al atardecer

Pienso en ti

Pienso en ti
Como si fuera mi deber
y mi alegría
Me empuja el oleaje interior
La estrella que te nombra
Aquella tibieza que dejas
en mi calma

Sicarios de Valparaíso

Descubro  a los sicarios en mis pasta de dientes

Gritan desde sus púlpitos y cornisas

Deambulan como huevos de pascua

Chauchas

Viejos llaveros olvidados

Tickets de un  cine inexistente

Veo sus huellas en edificios derruidos

Muros centelleantes

Huesos de jaibas

Siglos de basura

Uñas de ancianas

El oleaje verde de  Plaza Victoria

Los escucho entre copas de champaña

Soñolientos en mi espejo

Dichosos en  páginas de comercio

Galantes con su primavera

Bloody Mary a las doce en punto

Nuestro incendio con zambuca

y  granos de  café