Ella está en fila para morir
Su cuerpo colmado de veleros está cansado
Le pesan las miradas de sus hermanos
y su sangre, ya sin urgencia de rocío,
huye espantada de la vida.
Alejandra se despide de Alejandra
aplaude el otoño de sus ojos
camina sobre el temblor de sus poemas
saludando a un sol y a una luna
de silencio.
Por última vez
retira un vestido azul desde su canción
aretes de oro
nube verde para su cielo
zapatos de miedo
que entregará a la muerte.
Este texto conversa con Alejandra Pizarnik en "La última inocencia", "Cantora Nocturna" y otros textos.
LA ÚLTIMA INOCENCIA Partir en cuerpo y alma partir. Partir deshacerse de las miradas piedras opresoras que duermen en la garganta. He de partir no más inercia bajo el sol no más sangre anonadada no más fila para morir. He de partir Pero arremete ¡viajera!
Cantora nocturna
Joe, macht die Musik von damals nacht.
La que murió de su vestido azul está cantando.
Canta imbuida de muerte al sol de su ebriedad.
Adentro de su canción hay un vestido azul, hay
Un caballo blanco, hay un corazón verde tatuado
Con los ecos de los latidos de su corazón
Muerto.
Expuesta a todas las perdiciones, ella
Canta junto a una niña extraviada que es ella:
Su amuleto de la buena suerte. Y a pesar de la
Niebla verde en los labios y del frío gris en los
Ojos, su voz corroe la distancia que se abre entre
La sed y la mano que busca el vaso.
Ella canta.
En la imagen, el retrato de Alejandra Pizarnik, obra de Sara Facio.
Proviene desde el blog de Rafael Narbona.