Gonzalo Villar y Carlos Salinas Bruzzone |
Michel Garrido |
Patricio Gozález, Gonzalo Villar, Luis Alberto Werner |
Patricio González, Gonzalo Villar, Luis Alberto Werner, Carlos Salinas |
Michel Garrido |
Susana González |
Vista General |
Mariana Muñoz, Gonzalo Villar, Susana González |
Las Fotografías son de Jorge Villa
Impresiones sobre la Presentación
Muy bien preparadas, brillantemene ejecutadas y muy aplaudidas fueron las intervenciones de Michel Garrido y Susana González.
Michel, nos regaló su musicalización de los poemas "Vergüenza" de Gabriela Mistral y "Folletín del Diablo: Prólogo", de Pablo de Rocka.
Susana ejecutó ejercicios de danza que aludieron a los trabajos del ser humano sobre sus sombras.
En lo personal, estaba preocupado por la extensión de la selección de poemas que preparé para leer. Pero la gente tenía hambre de poesía, hambre de emocionarse hasta el llanto, hambre de profundizar en los símbolos, hambre de rendir homenaje a los que abrieron caminos.
Se trata de un libro muy extenso, altamente mágico, que mudó mi vida al escribirlo y que seguramente abrirá nuevas puertas y ventanas entre sus lectores.
Puerta que cruzó Gabriela Mistral el solsticio de verano de 1914, don sus Sonetos de la Muerte.
El texto que leí
Agradecimientos.
Olga Maturana Santelices, Alexandra e Isidora, Mis padres, Cristina Guerra, Luis Riveros Cornejo, Gran Masetro de la Gran Logia de Chile, Carlos Salinas Bruzzone, Luis Alberto Werner-Wildner, poeta y Gran Maestro de Ceremonias de la Gran Logia de Chile, Víctor Hugo Arévalo, Pedro Palma, Patricio González, Antonia, Javier, Myriam Parra, Claudio Francia, Marcia Orell, Edgar del Canto, Michel Garrido, Susana González, Manuel, Matilde, José Domingo, Delfines, Aurorinos, Bienaventurados y Abnegados.
Olga Maturana Santelices
Si toda alegría se perdiese
la pequeña luz que viaja en mi sonrisa
la pequeña luz que viaja en mi sonrisa
despertaría nueva en la mirada de un gato
solemne en el nombre de una estrella
persistente en el recuerdo de mi abuela.
Si toda alegría se perdiese
bastaría sólo con invocar sus ojos
bastaría sólo con invocar sus ojos
su alma limpia como un cielo
sus manos perdonando mi tristeza.
sus manos perdonando mi tristeza.
Nuestro Lucero (A Valentina Delgado Muñoz)
Ella es visita y anuncio.
Efímera y permanente.
Suele quedarse como eco del día.
Es puente entre dos mundos.
Inteligencia en lo oscuro.
Amor claro y sencillo.
Certeza del navegante.
Luz que pasa entre los cuerpos.
Latido de Arauco.
Espíritu en el horizonte.
No es Dios, es su destello de luz.
Nuestros últimos
trabajos
En los últimos cuatro años he publicado un nuevo poema cada día en mi
ventana al mundo, la página web “Crecer sin Dios” . A su vez, Ediciones Altazor parió desde las imprentas, cuatro libros arrancados
de mis auroras.
Mi hija y mi esposa
me regalaron la alegría, la motivación y la serenidad para tejer estas
obras que ahora me unen con la comunidad, en forma similar a un
abrazo, un puente de voces, una galería callejera, una conversación entre amigos.
Mis últimos tres poemarios, son libros ambiciosos.
“Nuevos Poemas de Amor” aborda el amor en todas sus etapas, integrando
la perspectiva propia de distintas
orientaciones sexuales. El texto nació
acompañado de una acción de arte, consistente en regalar este volumen el día de
los enamorados de 2012 a quienes se casaban, a quienes se divorciaban, a las
madres que parían hijos, a mujeres privadas de libertad, a las personas que
celebraban dicha fecha en una fiesta gay.
“Muros que miran al Mar” inspiró, promovió y acompañó la
construcción de un Museo al Aire Libre en las colinas que unen Viña del Mar y
Valparaíso, configurando un genuino Laberinto y elevando una Catedral
invisible en que las pinturas son los vitrales y la palabra ocupa el lugar de
las piedras, las columnas y las torres. Esencial en este trabajo ha sido Myriam Parra, la curadora, organizadora y corazón de esta intervención urbana que los vecinos de Recreo han incorporado a su identidad.
“Iniciación y Poesía”,
por último, es la nueva rama de un árbol sagrado.
Este libro constituye “Poesía Sagrada”, porque sus textos
fueron trazados en base a las enseñanzas
atribuidas a Zaratustra, los Magos Persas y las Comunidades Pitagóricas, que más tarde devinieron en Monasterios
Benedictinos, Universidades y Logias Masónicas, y, lo más importante, porque la aventura de recorrer sus imágenes y evocaciones,
constituye por sí misma una experiencia
de ampliación de la conciencia y evolución personal.
En mi concepto, entre nosotros la poesía sagrada tiene
su explosión inicial en los maravillosos Sonetos de la Muerte, de Gabriela Mistral.
Los trabajos que están
en marcha.
Junto a Myriam Parra y a un equipo de artistas que encabeza Edgard del Canto,
estamos desarrollando dos obras que servirán de ampliación a nuestros Muros que
miran al Mar.
Se trata de “El muro de la Poesía” y “Ennio Moltedo en la
mirada de su pueblo” , trabajos pluridisciplinarios que unen literatura y artes
visuales.
Buscamos difundir los poemarios ya existentes, que brillan silenciosos en sus humildes tirajes,
pero que merecen existir en la mirada de la gente.
No basta con lanzar los libros al océano, hay que izar las
velas y llevarlos a todos los mares del
mundo.
Para eso necesitamos nuestro ingenio y dedicación, más la colaboración de
la comunidad. Pedid y se os dará. Golpead y se os abrirá. Buscad y encontraréis, escribió
San Juan en el más pitagórico de los evangelios.
Así que os pido a cada uno de vosotros vuestra colaboración,
para que se abran oportunidades para estas obras y la
comunidad acceda a ellos.
Por mi parte, haré imprimir postales con algunos poemas y
mientras camino por la ciudad, los regalaré a las personas, para motivarlas a
acercarse a estos libros.
Recorrido por
Iniciación y Poesía.
Aquí se profundiza en símbolos comunes a la Humanidad, como
el Sol, la Luna, El Lucero de Arauco,
el Águila, el Agua y el Minotauro, que renace y renace en Polifemo,
Goliath, Calibán, la Bruja del Norte, las
Corridas de Toros y Moby Dick.
Os invito
a un tour por este Libro, conformado a la manera de un rito de
iniciación, con tres viajes que se identifican con los tres
grados azules de la Francmasonería; más un capítulo dedicado al ágape,
otro dedicado a los seres humanos que realizan este camino; otro
que generaliza sobre la Iniciación de raíz pitagórica y uno
muy querido, dedicado a mi océano de origen, “Los Delfines Nro. 49” de
Viña del Mar, integrante de la FJAPE.
Procedamos
a examinar algunas de las notas distintivas de la tradición iniciática de raíz
pitagórica, como respeto, libertad, pensamiento sin límites, memoria,
encausamiento de las pasiones, fraternidad,
valor de la palabra, trabajos de la luz sobre la sombra,
unidad
entre vida y muerte.
Respeto
Mi
respeto para el que vence su destino,
para ese
que brilla en la noche,
el que
busca, posee y difunde la luz.
Mi
respeto para ese que enfrenta el combate,
aquel que
hace el camino,
ese que
forja la luz.
Mi
respeto para el que muere y renace,
el que
vence su cuerpo,
el que
triunfa en la lid.
Mi
respeto para aquel que perdona,
el que
deja sus odios
y
renuncia a su azul.
Mi
respeto para el alma que sufre,
la que
insiste en su rabia,
la que
pierde su luz.
Libertad
de cambiar
Vamos a
cambiar el sentido de las cosas,
dejar que
la tierra sea azul
y
el aire doble su hígado sobre el océano
mientras
el agua grita su nombre al tambor.
Mudar por
ejemplo
el enojo
de las balas,
la
timidez de los tomates,
la
tristeza de este pueblo.
Mudar la
lluvia
y sus
cráteres sobre el barro,
los ojos
legañosos de la pena,
la rabia
en los puños del silencio.
Cambiar
el destino de los niños,
comprender
su futuro de sabios,
la amplitud
de su fuerza,
la
energía de su ojos,
la
presencia caudalosa de su luz.
El
Pensador
Pienso,
porque
así mi carne se hace libre,
porque
así construyo mi alma,
así
emerjo de las piedras,
así me
levanto de las aguas,
así lo
exige mi fuego.
Pienso aunque
yerre
y vuelva
a equivocarme,
aunque
así me aleje de la paz,
aunque
así me torne un hombre
atrapado
por campanas de ilusión.
Pienso,
porque
así tiene rostro mi espíritu
y me
crecen alas en la espalda
y la
ciudad brilla con mi luz
o se
hunde bajo el peso de mi sombra.
Ariadna (Memoria)
Quién le
enseña a la araña su tejido?
Cómo
accede a ese recuerdo?
Qué
laberinto lleva en su destino?
Bestia
Conversación con Kavafis
No olvides, bestia, todo aquello ocurrido
la forma en que minaron tu fuerza
oscuro dolor por tu ausencia
otros ojos morando en tu sombra
labios que volcaron tu estrella
engañoso sabor del deseo
carne buscando la carne
voces hiriendo tu nombre
silencio después de la muerte
Humanidad
(Compasión)
El otro es ficción,
tu fuiste el que cargó la cruz
y clavó las manos del ungido,
el que mira su sombra en la cárcel,
fuerza que crece y perdona,
desaparecido,
niño nacido sin ojos,
asiento vacío en el cine,
año que viene del mar.
El otro no existe,
tu eres quien mira y juzga,
tu ayunaste en protesta,
mordiste el higo bendito,
mataste a tu hermano,
guardaste secretos en el Libro,
mentiste a Sara y Agar,
lanzaste cuerpos al abismo,
aprendiste de Raquel,
hiciste temblar al amor.
El otro es un mito,
tu ordenaste las bombas,
hablaste con Nixon,
marcaste el cielo en los muros,
mordiste la arcilla entre golpes,
tantas veces moriste,
soñaste con otras batallas,
seguiste violando tu honor.
El otro no es tal,
tu eres quien duerme en el frío,
quien cava su tumba,
alma que busca el sonido,
hombre que vende su rabia,
labio que rompe el dolor.
Tu eres humanidad,
la compasión lo implica,
tienes sangre y rayos en las manos,
vibras con la música de otros,
eres su lenguaje y sus errores,
sus dibujos, su futuro, sus miedos,
su pequeña y bendita esperanza.
Tu eres Possest y Dreyfus,
transitas en la frontera de las conciencias,
siguiendo el camino hacia el centro,
el retorno al lugar sin nombre,
la altura, el hambre,
el eje del que todos pendemos.
Tu eres el otro y el sol,
Jaurès y Mozart,
Leftaro,
los dioses gemelos,
la memoria, los idiomas,
la puerta del invierno,
el viaje que brilla en la lluvia.
En ti está el conflicto y el día,
el sello de todos los seres,
los obreros, el circo,
puma que duerme en el bosque,
madre que llora en la noche.
Yo soy nosotros y todo,
lo que puede ser,
la rama que nace en el árbol.
Canto a
Nosotros
Conversación
con Walt Whitman
Quien
humilla a otro me humilla a mí
porque yo
respiro en la tibieza del otro
habito la
mudez de sus ojos
y me
llamo Gonzalo
como
todos los hombres del mundo
Quien a
otro besa es a mí quien besa
porque yo
habito en los labios de todos
abro las
puertas del deseo
gozo en
el placer de la lluvia
vuelo en
el poder de otras mentes
Siete
veces siete
Bendito
el que no escucha
y el que
rompe,
el que
pasa de largo en los días de luto,
el que
niega y maldice a sus padres.
Bendito,
aunque no le importa la tortura,
aunque
tome y disfrute la sangre
aunque
guarde y construya su rabia.
Bendito
el indiferente,
el
ladrón, el fascista
y el
tramposo,
el que
vive feliz en la mierda,
el que
ofende y persigue a los justos.
Bendito
el diletante y el torpe,
el que
busca engañar con la prensa,
el héroe
sutil del egoísmo,
el
cobarde encerrado en su pena,
el
rabioso prisionero de la envidia.
Bendito
el dueño de las traiciones,
el
formidable rehén de sus miedos,
el
insistente racista,
el afable
pedófilo,
el
dueño del látigo y la espada.
Benditos
los seres de sombra,
porque a
ellos se dirige la aurora,
las
buenas palabras del día,
la luz en
que viaja el amor.
Resurrección
de la rosa
En el
horizonte la rosa está enferma.
Los
centauros lamen sus pétalos y no despierta.
El
invierno la divide entre sus vientos.
Sus
estacas conservan el secreto.
Sólo el
Señor Transmuta
Conversación
con Mishima
A
diferencia de mi conciencia
la rosa
lleva escrita su eternidad
sonríe
ante la lluvia y el viento
su
Energía es la delicia eterna
Observemos
ahora el Universo de las Palabras y descubramos al interior de
ellas a nuestros viejos símbolos, la letra A es un mago del
Tarot atacando a su propio Minotauro, la
B es una mujer desnuda en la femenina columna del Norte, la J con su puño en
alto ilumina la masculina columna del Sur.
Un
solsticio para marcar el nacimiento y otro para celebrar los trabajos en la
plenitud de la vida.
Alfabeto
“A”
es un toro vencido, “B” una casa, “C” es un triángulo que viaja sobre un
camello y “G” es el propio Gimmel, libre, alegre y en
continuo movimiento bajo el signo del 7, “R” es la cabeza, “I” comprende
al brazo y la mano en signo de lucha.
I vale 9,
por ello renace desde su tumba.
Una
puerta se encuentra en la letra “D”. El movimiento del agua es la “M”, que casi
es el mar, María, Moisés, una madre.
La “O” es
un ojo divino y la “e” irradia como un espíritu.
“N” es la
serpiente Nun del océano primordial y Noé significa consuelo.
“P”
es la boca, “L” corresponde al ariete que conduce a los bueyes y a la
conciencia que guía las conductas.
“H”
significa cerrado y hombre es el prisionero de la tierra. La “S” fluye de
un diente, sierra que carcome la madera, “si” que recibe y añade.
La
"Z" es un puñal, “Q” es un mono que conserva su cola.
Aleph o
al orden de compañero
Pongo mi
mano izquierda contra el aire,
unida por
la carne a mi cabeza,
destacando
la memoria sobre el tiempo.
Registro
allí el origen del mar,
las cañas
que mueven los osos,
pequeños
giros en los faros,
incendios
en el bosque rugiente,
golpes
del ser a la piedra.
Quebrado
el cuerno del toro,
la mano
derecha en el centro,
ofrezco mi
llama a la Gran Luz,
entrego mi
vida y mis sueños,
águila
naciendo del viento,
rayo agrietando
los cielos.
Soy
entonces un hombre,
letra de
una frase escondida,
conciencia
que rompe la roca,
martillo
entre miles de martillos,
lucero
cantando en la noche,
hombre
hermano del hombre,
libre
unido a otros libres.
Emet
Conversación
con “El Golem” de Borges
Aunque la
haya escrito
El
Altísimo sobre la arcilla,
la
palabra no es esencia,
ni
fragmento,
ni
espíritu de las cosas.
Así que
no alumbro la noche
al
escribir la palabra “estrella”
ni llueve
a cántaros
en las
letras del invierno.
Palabra
es tono y tiempo,
onda que
crece en el agua,
diálogo
entre otoños,
música
que borra el silencio,
uva
muriendo en su cesto.
Palabra
no es principio de Dios.
Palabra
es el mismo Dios.
Apología
de la Escritura
Imagina
que tuviéramos la memoria de otros
y
viviéramos sus noches de bodas
dolor en
camas de hospitales
pena
de niña violada
continua
hermandad de los sueños
envidia
en las salas de gobierno
oscuridad
en el fondo de la tierra
música de
lluvia sobre la selva
Nos
persigue el tiempo, resulta apropiado entonces visitar a algunos hermanos que
dotan de realidad humana a Nuestra Escuela.
Nuestro
Querido Hermano Juan Bustos Marchant
Su
trabajo
En 1970
importantes
sectores de la Armada
buscaron
un Golpe de Estado
frenado
por René Schneider
y sus
generales.
Alertado
nuestro
Presidente
eligió
entre los más leales
su detective
de confianza en Valparaíso
un
hermano en el grado del Lucero
iniciado
ante
la antigua Biblia
de la
Respetable Logia Reforma.
Ese fue
Juan Bustos Marchant
formando
mosaico
con Luis
Vega Contreras
Baruj
Abogado
de la Intendencia
ojos y
oídos del Presidente
en su
propia ciudad.
Con fino
arte
obtuvo
voces confiables
al
interior de las naves
descubrió
el engaño
en el
ataque a Ismael Huerta
resolvió
el homicidio del Capitán Araya
supo de
juego y contrajuego
Inteligencia
Naval
ASIVA
Radio
Liberación
El
Mercurio
minas
personales en Subida Altamirano.
Apenas
quedó tiempo
para
ejercer como Prefecto
doce
bombazos cada noche
bandas de
civiles y marinos
Panquequeros
Patria y
Libertad
Arturo
Pinochet
Fuego en
el Cerro Castillo.
El
miércoles cinco ya supo del Golpe
y
dio informe en detalle al Gobierno.
Sin temor
la noche
del diez
observó
el primer desembarco en Muelle Prat
llamó al
Presidente
buscó
hombres para unirse a soldados leales
se
replegó a su trabajo
fue
relevado del mando
torturado
con cuchilla y revólver
liberado
y destinado a Santiago
denunciante
de su propio destino
arrestado
por orden de Enrique Vicente
flagelado
otra vez sin clemencia
Asesinado
en mayo de 1974
tras
botarle los dientes
y
quebrarle las costillas
-suicidio
en la versión de la Junta-
sin
cargos de Fiscalía Naval.
Guantes y
Mandil
En alguna
parte están los guantes blancos.
Aquellos
que entregó a su esposa Nelly Velozo.
Aquellos
renovados en las manos sagradas
de sus
hijas Pamela y Gloria.
Son
guantes rasgados por silencios de piedra.
Por el
frío que congela alegrías.
Por el
miedo que detiene esperanzas.
Tomo mi
mandil y con humildad
lo entrego
manchado a sus hijas
cubierto
con lágrimas de humanidad
cubierto
con mi propia esperanza.
Orlando Peña Carvajal
Marcia Orell García
Ciudadano del Lebu
Claudio Zalazar Parra
está en su casa de lo alto,
conversando con Bach
y sus numerosos hijos,
jugando a los duendes con Satie,
bebiendo el whisky de Miles Davis.
Mi amigo es millonario en discos,
platos de cocina española,
andamios y resquicios femeninos,
pequeñas y grandes mentiras,
setas, sabores de tabaco,
libros de teatro,
historias de fábricas,
certezas sobre “El Moro”,
palabras que pesan en la noche
y desnudan la esperanza.
Mi amigo es dueño de nada,
salvo de su alma,
una nota en el agua,
cristales de sol en la mañana.
Fue elegido capitán entre los prisioneros
cuando el pueblo habitaba
en los barcos de la bahía
y el futuro estaba prohibido,
al igual que la paz y las miradas.
Estuvo en la Base de “El Belloto”
escuchando sinfonías y sonatas,
oratorios para salir de los golpes
atado a las frases de Mozart
y los pasos de su madre
en la casa de Limache.
¿En qué piensas?
grita el dueño de los bandos
y aumenta su violencia,
sus embates,
su limpieza.
Prohibido huir hacia el interior,
prohibida la música,
los recuerdos,
la íntima y sucia libertad.
Mi amigo se emociona y vuelve,
se desprende un instante del verdugo,
saca un cigarro y sigue conversando.
Nuevamente el metrónomo,
las pequeñas tormentas en la cordillera,
la voz como instrumento,
la ambición,
Eroica y el hombre de Córcega.
¿Por qué el músico nos llevó hasta allí?
Estamos en otro desayuno en la torre,
en el piso 21 de Valparaíso,
mientras los dragones cuidan las ventanas
y las princesas confían en el otoño.
Orlando Peña Carvajal
Observo a Orlando Peña Carvajal en la mirada de su viuda. En la admiración de sus hijos. En sus libros custodiados con cariño. En su costumbre conservada hasta ahora: siempre, el mismo número de Lotería.
La mañana está soleada. Los cinco niños acuden a la cama de sus padres. Entre abrazos y caricias, deciden el fin de semana: recoger moras en Concón, asistir al Estadio o el cine, pasear en la camioneta Ford del año 30, colarse al estreno de Rigoletto, observar las marejadas en Avenida Perú, asistir al espectáculo del horizonte en el atardecer, visitar a los Fricke, jugar cartas con los Urbina, escuchar cuentos antes de quedarse dormidos.
Orlando y Leda han fundado y organizado la Escuela Normal de Viña del Mar. Su hogar está en el mismo recinto, siempre en contacto con alumnos internos, que se recuperan de gripes y dolencias en la amplia cama matrimonial.
En casa, los mismos principios de la Escuela: igualdad, autonomía y respeto; aprender en el hacer; responsabilidad como premisa. Cada hijo tiene un archivo con logros y alegrías, todos se saben queridos, todos tienen un poema.
Como en una novela, la historia posee una primera frase: “Usted me gusta señorita” deslizada dulcemente en el camino a la escuela. Copiapó 1930. Orlando 17 años. Leda 12.
El cortejo duró una década de ternura. Nuestro estudiante rebelde escribía desde Santiago a compañeros que servían de celestinos. Años después consiguió llevarla al cine, aceptando que la madre de Leda quedara sentada justo al medio de sus deseos. Se casaron en 1941. Se amaron y respetaron siempre. Corrigieron pruebas juntos. Se quisieron en sus diferencias y en sus armonías.
Por 21 años, Orlando dirigió la Escuela Normal de Viña del Mar, hasta que su corazón falló en 1971. Su espíritu no quería ver su trabajo denostado. La Normal clausurada en 1973.
Marcia Orell García
Nuestra hermana es bosque
Su desnudez alumbró las aguas del sur
Se hizo amiga de copihues
El Trumao La Lluvia
Amables Pillanes del Viento
Las Raíces La Altura
Nuestra hermana es Liceo
Espíritu Laico de Chile
Aula de igualdades
Ventana de Ciencias
Humanismo en Libros
Rondas Abrazos
Palabras
Nuestra hermana es mujer
Deseo
Libertad de su cuerpo
Amor entre bosques
Amor prohibido
Largo beso de treinta años
Larga estación del no olvido
Nuestra hermana es Valparaíso
Juventud en años de Reforma
Almas construyendo utopías
Bombas y terror como destino.
Nuestra hermana es imagen
Búsqueda del sol en lo oscuro
Poesía de luz
Poesía de acción
República del Cine
Almas unidas y en sincronía.
Nuestra hermana es intelecto,
lectura, intuición,
sangre herida y sensible,
aire encerrado en su nido,
viento enamorado del rocío.
Nuestra hermana es secreto de iniciación
Aurora al final del camino
Chocolate y rosas
Confianza
Agua naciendo en nuestro círculo.
Nuestra hermana es familia
en todas nuestras mesas.
Una, entre tantas hijas,
de nuestra Madre Grande.
Ciudadano del Lebu
Claudio Zalazar Parra
está en su casa de lo alto,
conversando con Bach
y sus numerosos hijos,
jugando a los duendes con Satie,
bebiendo el whisky de Miles Davis.
Mi amigo es millonario en discos,
platos de cocina española,
andamios y resquicios femeninos,
pequeñas y grandes mentiras,
setas, sabores de tabaco,
libros de teatro,
historias de fábricas,
certezas sobre “El Moro”,
palabras que pesan en la noche
y desnudan la esperanza.
Mi amigo es dueño de nada,
salvo de su alma,
una nota en el agua,
cristales de sol en la mañana.
Fue elegido capitán entre los prisioneros
cuando el pueblo habitaba
en los barcos de la bahía
y el futuro estaba prohibido,
al igual que la paz y las miradas.
Estuvo en la Base de “El Belloto”
escuchando sinfonías y sonatas,
oratorios para salir de los golpes
atado a las frases de Mozart
y los pasos de su madre
en la casa de Limache.
¿En qué piensas?
grita el dueño de los bandos
y aumenta su violencia,
sus embates,
su limpieza.
Prohibido huir hacia el interior,
prohibida la música,
los recuerdos,
la íntima y sucia libertad.
Mi amigo se emociona y vuelve,
se desprende un instante del verdugo,
saca un cigarro y sigue conversando.
Nuevamente el metrónomo,
las pequeñas tormentas en la cordillera,
la voz como instrumento,
la ambición,
Eroica y el hombre de Córcega.
¿Por qué el músico nos llevó hasta allí?
Estamos en otro desayuno en la torre,
en el piso 21 de Valparaíso,
mientras los dragones cuidan las ventanas
y las princesas confían en el otoño.
Sobreviví a mi padre torturado.
Nunca doblé mi cerviz ante tiranos.
Me hice combatiente y prisionero.
Estudié Filosofía y Derecho en la Cárcel.
Encadenado obtuve mis grados.
Persistí en la Democracia.
La República.
La asombrosa libertad.
Soberbio como bestia en arena soleada.
No di un paso atrás.
No me humillé ante traidores.
No fingí sonrisas.
No acepté obsequios ni palmadas.
Fui un ser libre y no un simple cómodo;
no un pequeño egoísta;
no un siervo del capital.
Nací desde la sangre de mi padre
Nací desde el exilio
Me enseñaron las traiciones.
La componendas.
Los practicones.
El vicio que agrieta los templos.
Sobreviví y enseñé.
Hablé de la tortura y la pena.
Defendí al hombre.
La dignidad del que cumple la ley
del que la viola
del que la encarna.
En la imagen, la portada del libro, construida a partir de la acuarela que Víctor Hugo Arévalo preparó especialmente para la ocasión. Le pedí a Víctor Hugo que pintara a partir de la carta del Loco en el Tarot Acuariano. Lo hizo en un estilo tan realista, que preferí intervenir la imagen mudando por fuego la palabra loco, haciendo un guiño a los simbolistas franceses que resaltan la conexión fonética entre loco y fuego en su idioma.