
Me incomoda hablar de Venezuela, porque es un país que jamás he visitado, no estoy inserto profundamente en su historia, su gente, sus costumbres.
Me incomóda hablar de lo que allí sucede, porque es un Estado que cuenta con un régimen constitucional y tengo por firme principio, el respeto a las autoridades generadas democráticamente dentro de un Estado de Derecho. Ello, porque crecí en Dictadura y conozco el rostro pestilente del fascismo.
Me incomoda, porque no deseo que mis palabras contribuyan en modo alguno a quebrar la institucionalidad o a generar un clima de violencia.
Me incomoda, porque los empresarios y los gobernantes de derecha han hecho causa común en contra del Presidente Venezolano, y no son ellos, santos de mi devoción.
Me incomoda, porque gran parte de los progresistas del continente admiran o tienen puestas sus esperanzas en el liderazgo de Chávez, y son ellos, a quines suelo llamar amigos y compañeros de ruta.
Me incomoda, porque tengo la impresión de que en forma previa a las reformas chavistas, existía en Venezuela una gran masa de desposeídos que padecían el hambre y la exclusión.
Sin embrago, por lo que he visto en los blogs venezolanos, en su generalidad opuestos al oficialismo, he podido constatar que en aquel país el descontento es grande y existe una extendida sensación de arbitrariedad e injusticia.

Claro. Habrá que apuntar que se trata de gente con recursos, con computador, con tiempo de ocio, con actividades y viajes que contar y lucir.
Concedo ello. Pero también debo decir que no se trata de nuestros típicos derechistas locales: pinochetistas, fundamentalistas, ultra nacionalistas, anticomunistas.
Por el contrario, se trata de gente con amor por la poesía, por la naturaleza, por la humanidad.
A causa de esa gente, puedo decir que me incomoda la situación actual en Venezuela, me duele que se restrinjan las libertades, se cierren estaciones de televisión, se transite poco a poco hacia un caudillismo personalista.
Ontokita, la mujer que siempre lleva los pies un poco más arriba de la tierra, enterada de nuestra inquietud por Venezuela, me ha dicho que para ella es una gran contradicción y una gran paradoja lo que ha pasado durante los últimos ocho años en su país.
"Fue honesto el intento de cambio, casi todos votamos por él. Es cierto que los cuarenta años anteriores estuvieron llenos de corrupción y desigualdad, pero también es cierto que Chávez no ha hecho cosas mejores, ha despilfarrado las riquezas del país, lo pobres sieguen siendo pobres con menos educación y sólo paños calientes para aguantar".
"Chávez tiene buenas ideas pero es déspota e ignoranteante. Se le fue el poder a la cabeza...lo que nunca le perdonaré es que haya dividido a mi país en dos colores, en ricos que pocos hay y pobres que van en aumento; que su discurso sea la violencia y el irrespeto y que todo parezca una bomba de tiempo en el que el único perdedor será el pueblo".
Bueno, los invito a un paseo por los blogs Venezolanos que habitualmente se enlazan a este "Crecer sin Dios".
Ontokita, una artista espectacular.
Nika, una poeta elegante, emotiva y azul.
Alida, guapa, talentosa, dulce.
Verdades que Asoman. Un lugar lleno de poesía.
Petit Morte, el espacio erótico de Post Scripta.
Ariadne, enloiquecida por el beisbol.

El Reporte de Amnistía Internacional sobre la situación actual de los Derechos Humanos en Venezuela.
Informe de Amnistía sobre el resto de los países americanos.
Las fotos provienen de este sitio: Movimiento Juvenil