La muerte intentaba separar a mis padres
y ella cantaba "Ne me quitte pas"
Lo hacía desde su cama en la clínica
Como profundo ruego a las estrellas
Y nuestra bella y alegre Alicita
lo ha conseguido
se mantiene pura en los ojos de mi padre
vuelve a escribirse en cada despertar
La llamamos aurora y alegría
Con emoción cantaba mi madre
Maestra en los tonos del francés
En su universo cruzaban imágenes
Intimidad de la unión
Aquella vibración de su voz
Que antes y ahora prevalece
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