31 de diciembre de 2024

Jaime Aldoney Vargas

 




En el centro del Espíritu

Hay siempre una sala de ajedrez

Allí juega la lluvia contra el horizonte

Shostakóvich ensaya a un costado

Jaime piensa en la décima jugada que viene

Hay rayos de luz que caminan en silencio

Prokófiev vuelve a vencer a Capablanca

 

Algunos días

Regresa a caminar por Limache

Escucha Radio Latina

Alza su bandera roja sobre la CCU[1]

Forja portales en la planta abandonada

Escribe memorias del futuro

 

Mientras viajo en tren

suelo abrazarlo al cruzar por Belloto

O cuando percibimos arrastrarse

bajo la tierra aquel gusano de fuego

El oxidado fantasma del Buque Maipo

Último espacio en que fue visto con vida

 

12 de septiembre

Efectivos de Carabineros y la Armada

Arrestan a una docena de obreros en la Planta de Limache

Los marinos se enfocan en Jaime

Esa misma tarde lo llevan a su Base Aeronaval

Boca abajo

Los prisioneros fueron tendidos sobre la pista de aterrizaje

y soportaron un furioso interrogatorio

Golpes de culatas y

Saltos sobre sus cuerpos

 

Al sacarlos de la pista

Jaime ya no podía caminar

y faltaba aún el paso por la picana eléctrica

desnudez de su cuerpo

golpes por el simple placer de golpear

 

13 de septiembre

Sus captores lo trasladan al mentado Maipo

de la Compañía Sudamericana de Vapores

Allí, el arquitecto Wladimir Morales lo observó demolido

Abrigado apenas por la belleza de su vida

Sol fecundo de Limache

Las obras que construyó su alegría

 

26 de septiembre

Un testigo observó su cadáver en la Morgue[2]

Nunca más hubo noticias de sus restos

Su familia todavía espera

 

La Corte Suprema condenó a Patricio Maximiliano Horacio Valentín Villalobos Lobos, Pedro Pablo Arancibia Solar, Jaime Miguel Urdangarín Romero, Germán Valdivia Keller, Guillermo Ignacio Vidal Hurtado y Sergio Iván Mendoza Rojas,  como autores del delito de secuestro calificado de Jaime Aldoney Vargas. Rol N° 4915-09.

 

 

 

 



[1] Planta de la Compañía de Cervecerías Unidas en Limache, de la que Jaime era interventor designado por el gobierno.

[2] Morgue del Hospital Deformes, en que también estaba el cadáver de Oscar Farías Urzúa, interventor de la Industria Parma de Limache, asesinado con arma de fuego.

30 de diciembre de 2024

Juan Cameron

 

 


El terror expulsó a Juan Cameron de Valparaíso

Lo empujó hacia el castillo de Hamlet

Aquella aurora boreal

Esos marcados solsticios

La sabrosa mesa de François-Marie Arouet 

 

Irónico flautista

En su cuaderno de notas se llevó nuestra ciudad

Crecieron allí sus ascensores

La noche del American Bar

Nuestros esteros subterráneos

Aquellas galletas de sus fábricas

Gestas deportivas en el viejo Mackay

 

Ahora irradia su luz en Plaza Aníbal Pinto

Vuela magnético sobre el Café Cinema

Irrumpe en los grabados de su esposa

Contempla el siglo desde su alto volantín

Espera en la tempestad sus aplausos

29 de diciembre de 2024

Fray Camilo Henríquez

 


Nuestro hermano de Valdivia[1]

José Camilo Henríquez González

Sacerdote y Fraile de la Buena Muerte

Estudia y vive en Lima desde sus quince años

 

Allí está siendo interrogado por la inquisición

Ha leído “Emilio” y “Cándido”

Predica el contrato social

Hay sospechas de su unión a los obreros de paz

Aprende con cada golpe una lección de libertad

 

Encendida la primavera de 1810

Unió su lámpara a nuestra aurora

Retornó a Chile

y aguijoneando a los patriotas

exclamó: ¡Hasta cuando pensáis!, ¡Resolved![2]

 

Coherente, no vaciló en tomar un palo

y encabezar la muchedumbre

que ayudó al Batallón de Granaderos

a repeler el Motín de Figueroa

aquel uno de abril de 1811

 

Ese año

redactó la proclama de Quirino Lemáchez

había que marcar nuestro rumbo

fijar bandera de combate

recalcar que no somos esclavos

que tenemos derecho a libertad y alegría

a una Constitución que nos proteja

y defienda la majestad de nuestro pueblo

 

Su sermón con ocasión de la apertura

del Primer Congreso Nacional

selló la unión entre Democracia y Derechos Humanos:

«Existe una justicia inmutable e inmortal

anterior a todos los imperios;

y los oráculos de esta justicia

promulgados por la razón

y escritos en los corazones humanos,

revisten de derechos eternos»

 

Pronto la guerra se llevó a su propio hermano

en las trincheras de Rancagua

y él buscó refugio en Mendoza

Dejando atrás su “Aurora de Chile”

Su cargo de Diputado

El luto de su familia

 

Años después regresó

para hacerse cargo de la Biblioteca Nacional

impulsar las luces lautarinas

ser el espíritu de la Logia Aurora

Presidir el Senado de la República

 

Se describió a sí mismo como

fraile, brujo, masón y carrerista

Doña Trinidad Gana lo acompañó en su existencia

Recibió su herencia

Conservó sus secretos

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 



[1] Además de sacerdote fue periodista y médico.

[2] Aurora de Chile, 17 de agosto de 1812

28 de diciembre de 2024

José Miguel Correa Verdugo

 


Nuestro hermano rechazó la venda

Quiso plenitud de luz

Brincar coherente a las estrellas

Altivo, distinguido, coherente

Heroico hasta el último segundo

 

Actuaban en su espíritu los caminos del sol

Alcanzar, poseer y difundir la luz

Logia San Juan de Nueva York

Febrero 24 de 1816[1]

Nuestro húsar ha roto el dogal

 

Nuestro hermano cruzó a galope por la Alameda

Fue impaciente, bravo, arrogante

Insurrecto a sus 24 años

Buscó libros e Imprenta

Creó La Aurora de Chile

No más noche de siglos

Irrumpió contra el imperio de la ignorancia

Disolvió el pantano de los miedos

Rescató a los esclavos desde el vientre de sus madres

 

Hijo de su tiempo

Bailó con la muerte

Buscó aventura y libertades

Gloria para su nombre

Profunda independencia del espíritu

 

Ahora la patria se preserva en su manto

Avanza desde bibliotecas y liceos

Asume su indómita presencia

Crece desde su fecunda sangre

Disparos que rompen su estatura

Su mirada volcada en  los cielos

 

Las balas fueron cobradas a su padre

 

 

 

 

 



[1] Constatado con el Acta de la Logia y el Diario de vida de Carrera. En una jornada recibió los tres grados simbólicos

27 de diciembre de 2024

Renato Verdugo Haz

 


Nací desde la tragedia de mi Padre

Huelo a humo de locomotora

Guardavías, hierro, carbón

Sangre de mi fuente

bajo el tórax metálico del tren

 

Fui alumno socialista de Jaime Galté

Él predijo los frutos de mi árbol

La dureza de mi verbo contra el fascismo

La dignidad que defendí en los templos

Vínculos entre Liga de los Justos

Mahoma

y el signo que aprenden los compañeros

 

Con serena valentía

alcé mi voz contra dos Grandes Maestros

Los llamé al orden de la prescidencia política

Los invité a amar la Democracia

Renunciar a joyas y metales

 

Les recordé que bajo coloridos paramentos

marchaban desnudos

hacia el juicio de la historia

confundiendo la pequeña luz del templo

con la grande que inspira las conciencias

 

Junto a cientos de mis hermanos

Supe exigir Democracia

y con nuestro pueblo luché hasta conseguirla

Llevando siempre mi alma limpia

y la mirada mucho más allá del crepúsculo

26 de diciembre de 2024

Hernán Henríquez Aravena Clanista asesinado en Temuco

 


Tras crecer en el Jardín del Pensamiento

Se inició muy joven en Trapiales[1]

y luego extendió su bondad

entre los bravos Araucanos de Concepción[2]

 

Enamorado de la salud pública

se hizo médico

comunista

padre de cuatro hijos

hombre sereno

brillante director de hospital

 

 

 

Visionario

Impulsó la medicina intercultural

Aceptó los misterios del bosque

Asumió como Jefe en Malleco y Cautín

 

Y a ese hombre de luz lo torturaron

Avergonzados, negaron haberlo detenido

Días después, reconocieron haberlo matado

Nunca devolvieron su cuerpo

 

Su esposa pidió ayuda al Obispo Piñera

Su marido no era cristiano”, se excusó el prelado

y un gallo insistió en llorar sobre los techos

El verbo estaba en la boca y no en la acción

 

Su esposa pidió ayuda en los talleres de bondad

Tampoco allí hubo acción decidida

La mayoría celebraba los bandos

Descorchaba champaña

Se negaba a mirar el terror

 

La justicia tardó medio siglo

Los ancianos asesinos sobrevivientes

ahora respiran en la cárcel

El Hospital de Temuco lleva el nombre de Hernán

La tibieza de su piel se ha ido

El fuego de su espíritu permanece

 

 

 

En fallo unánime (causa rol 14.483-2021), la Segunda Sala de la Corte Suprema –integrada por los ministros Manuel Antonio Valderrama, Jean Pierre Matus, la ministra María Cristina Gajardo y los abogados (i) Eduardo Morales y Ricardo Abuauad– confirmó la sentencia que condenó a Crisóstomo Hugo Ferrada Carrasco, Enrique Alberto Rebolledo Sotelo, Heriberto Pereira Rojas, Jorge Aliro Valdebenito Isler, Jorge Eduardo Soto Herrera, Luis Osmán Yáñez Silva, Luis Alberto Soto Pinto y Leonardo Reyes Herrera a 20 años de presidio, en calidad de autores de los delitos.

En tanto, Luis Raimundo Quezada Chandía fue sentenciado a 17 años de presidio, como autor de los dos homicidios calificados, y Óscar Alfonso Ernesto Podlech Michaud, a 12 años de presidio, como autor del homicidio calificado de Henríquez Aravena.

En el caso de Pablo Aquiles Alister Contreras se le impuso una pena de 4 años de presidio, como cómplice de homicidio simple y encubridor de apremios ilegítimos.

Finalmente, Jaime Mauricio Echenique Seco, Aníbal Arturo Tejos Echeverría, Enrique Alcides Isaacs Casacuberta, Antonio Sergio Monserrat Mena y Xavier Fernando Pérez Chávez fueron condenados a 3 años y un día de presidio, con el beneficio de la libertad vigilada, por su responsabilidad como encubridores de los delitos.

En la causa, el máximo tribunal, actuando de oficio, sustituyó las penas de 3 años y un día de presidio, impuestas a Berthold Bohn Sauterel, Rodolfo Ernesto Schmied Callejón, Víctor Manuel Volante Leonardi y Rogelio Olivares Torruella, por la libertad vigilada intensiva por igual lapso, como como encubridores de los delitos.

 



[1] Se inició en 1953 en el Clan Trapiales

[2] En 1961 era Jefe del Clan Araucanos


25 de diciembre de 2024

Miguel Enríquez Espinosa





 Recuerdo mi infancia en Concepción

Juegos con Marco y Edgardo, mis hermanos

La dulzura de Inés,  aquella luz de mi sonrisa[1]

El amor gigante de nuestra madre

Mi padre empujando libertades

 

Nuestro hogar fue un claustro de libros y música

Largas conversaciones

Anécdotas de mis tíos parlamentarios[2]

Vivencias de la Armada

Historias de hospital

Vibraciones emanadas del templo

Una luz de bondad en aquel hogar del sur

A nuestro Jardín del Pensamiento

Llegaba la juventud del sur

En mi gran cuarto de soltero

Celebramos el 26 de julio

Soñamos la insurrección de los humildes

La hora final del reformismo

pues Cuba brillaba en las almas

y no había tiempo para otro Catapilco

Otro bailarín González Videla

Otro engaño, acuerdo, retroceso

 

¡Que bellos almuerzos en casa!

Ferradita, Bauchi, Luciano y toda mi familia

Mi padre moderaba con mallete invisible

Marco abría ventanas a la historia

Un río de humanidad inundaba la mesa

 

En aquella inundación

me aferré a la emoción de ser en el prójimo

y busqué en el amor sus consecuencias

Así, lágrimas de otros corrieron por mis mejillas

El dolor de mi pueblo hirió los pilares de mi alma

Temblé a los pies del Lucero

Y en mi Alto Corazón

Sentí el deber del sacrificio

 

Mucho antes de los veinte años

Me uní a Sierra Maestra y Espartaco[3]

Desde allí construimos el Movimiento Socialista Revolucionario

En 1965, anhelos y el coraje del pueblo fundaron el MIR

Clotario Blest bendijo el momento

Una rosa nació en cada jardín de América

Nuestros cuadros ya se formaban en Cuba

 

Tras ello, convertimos el discurso en realidad

Creamos territorios insurrectos

Asaltamos bancos y robamos mercaderías

Repartimos alimentos

Otorgamos poder al que siempre estuvo indefenso

 

Con fuego y tortura pagamos nuestra osadía

Combatimos el Golpe de Estado

Estuvimos en el infierno

En nuestras almas resistió la aurora

Ascendimos la montaña sin tiempo

Volcamos nuestro viaje en la Luz

 

Calle Santa Fe, 5 de octubre de 1975

Nuestro hogar está rodeado

Somos cuatro resistiendo

Buscando cobertura de fuego y huir por los techos

Nos atacan con granadas y balas trazadoras

Carmen cae herida por esquirlas de granada[4]

Munición de guerra me arranca la existencia

 

Mientras caigo, veo a mi padre

Jaime Galté y José Miguel Carrera

Con sus manos forman un triángulo de luz

Protegen a Carmen y al niño que lleva en su centro

Yo cruzo la noche estrellada

Regresa la música de mi viejo hogar

Un alma serena me invita a caminar sobre el viento



[1] Su hermana, Inés Enríquez Espinoza

[2] Inés y Humberto Enríquez

[3] Núcleos socialistas de Concepción, marcadamente impulsores de la insurrección armada.

[4] Carmen Castillo Echeverría, pareja de Miguel.

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