Desde Estambul llamo a mis padres en Gaza
Me responde la voz llorosa de mi madre
Carga en su voz la visión de sus nietos carbonizados
El cielo cubierto de cohetes
Tanta sangre ahogando su otoño
*
La llamo para escucharla llorar
Para que no tenga el dolor de estremecerse sola
La escucho hasta que viene el silencio
Madre le grito
Y es otro espíritu más devorado por el fuego
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