Reviso mi espíritu para constatar heridas
Bajo el hacer cotidiano hay un lago oscuro
En la caverna, un diamante con luz de mi madre
Niebla en mi horizontes
Y flores geniales que sembraré sobre la Tierra.
En Occidente, vi a mi padre
Me alegró su voz
Su humor cariñoso
Señales que dibuja en mi camino
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