La sala está muda
Sobre las tablas el fuego
Luces sobre tres rostros
El rey. Nuestro obrero. La muerte.
Tras tanto silencio, el canto
Alumbran mandarinas
Grita el sol la esperanza
Cae sobre todos la tarde
La sala vuelve a estar muda
Sobre las tablas el agua
No hay luces ni rostros
Sólo la lluvia que cae
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