Todas íbamos a ser prostitutas
madres de toda primavera
carne partida en mil partes
seres libres y dichosos
solteras a medida del cielo
espíritus químicos y din Dios.
Pero surgió el Rey y el matrimonio
Mañanas lavando en los ríos
Barro en el rostro de los niños
La palabra mía
Nuestros cuerpos al servicio de Dios
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