Desde mucho que vivimos este once. Fue así el día que llegó Almagro
con su carga de viruela. Era once
cuando traicionamos a Leftaro. Igual que ese martes en que bebimos chicha en el cráneo de Valdivia.
Zumbaron Hawker Hunters en
Rancagua y Cancha Rayada. Oficiales pagados con oro brindaron en Lircay.
Desde la Legación Argentina, el Presidente se despide por Radio Magallanes. Aviones
bombardean Placilla y Concón. Nadie sobrevive
Lo Cañas. Nadie regresa de Peldehue.
En Santa María de
Iquique las balas abren agujeros en niños,
sus madres, los obreros. Caen bombas en la bahía de Coquimbo. Chile al servicio de encomenderos. Hay meses y siglos de
exterminio.
Es once y la muerte
llama en Washingnton. Hay médicos envenenando a sus pacientes. Bomba certera en
Palermo. Ráfagas sobre ancianos en Roma. Exterminados como ratas, nos dice la
prensa.
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