En noche de cuchillos largos, la obrera salvó al niño.
Gastó sus ahorros en leche.
Huyó perseguida entre montañas.
Dudó y regresó por él.
En medio de la guerra, ella postergó a su novio.
Soñó a su hijo cono un hombre justo.
Lo defendió en las Cortes
Para cuidarlo, renunció a él.
Bendita humanidad de la obrera.
Reluce anteponiendo el deber.
Su amor de piel y de aire.
La fuerza con que crea la aurora.
Inspirado en la obra de Berthold Brecht que se presenta todos los martes de esta primavera.
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