Martini y Vodka
fueron girando en nuestros nombres
alzaron su casa en nuestras bocas
allí unieron sus cuerpos
y fecundaron la noche
en su cama de hielo.
Al poco tiempo,
comenzaron a formar tríos y cuartetos
La señora espumante llegó con sus burbujas
y en compañía de Aperol,
su roji-amargo amante italiano.
Los colores buscan franjas en la copa.
Tal como el cielo en nuestra costa.
Así bebemos el crepúsculo.
Poseemos estrellas.
Sembramos una mandarina en nuestro bosque.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
si discrepas conmigo, me enriqueces.