Cada día está lleno de misterios.
Pero vivo encadenado a mis costumbres.
No levanto trumao.
Perdí mi sombrero de primaveras.
No escribo mi nombre en tu pubis.
Me dejo arrastrar y cavo mi tumba.
Escondo placeres de la noche.
Castigo minutos y horas.
Rompo aguas del día.
Borro lenguajes de la hierba.
Me dejo y no me dejo.
Pero me nombran con rubor las estrellas.
Crezco en las cocinas.
Ovulo campanadas.
Quemo el dolor de mi destino.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
si discrepas conmigo, me enriqueces.