Con mis manos quebré el ojo de Dios.
Las maderas que sostienen su sueño.
El mismo tipo que vuelca el fuego en mi templo!
Bromeó el Gran Arquitecto.
Hablando en el telat y el pensamiento.
Sí, de nuevo yo compañero.
El mismo que pinta tus sueños.
Hijo de Alicia y Ramiro.
Tu amigo que brota en la tierra.
Para Soledad, que hoy me enseñó su arte en el telar.
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