
Hoy dejo el trabajo.
No está la risa de mis hijos.
La camisa limpia del primer día.
El abrazo fuerte de mis padres
y esa noche larga en que gané mi alma.
No está el niño que murió en mis brazos.
Las fiestas lindas que cedí a mi turno.
La bandera justa que llevé en lo alto.
La ternura simple del paciente hermano.
Hoy dejo el trabajo, tras haber vencido.
No hice lo mínimo. Di lo mejor de mí.
Elegí el ser humano y no el dinero.
Abracé al distinto.
Acepté la muerte.
Combatí el dolor.
Rescaté la primavera.
Poema dedicado a los trabajadores que se retiran tras toda una vida en el Servicio de Salud Viña del Mar Quillota.
La fotografía proviene del Archivo del Hospital Gustavo Fricke de Viña del Mar.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
si discrepas conmigo, me enriqueces.