Llevo a la boda seis tinajas
con agua de bosque;
pan de Cerro Esperanza
y amplio festejo del presente.
Con recortes dorados y azules,
Lorenzo y Clemente
han regalado el cielo,
anhelo de escuela,
risa perdonando el futuro.
En la cocina: zapallos y cebollas,
naranjas adornadas con canela,
caldos que beberán otras novias,
aurora en ritos de antimuerte.
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