El espíritu envejece peor que la carne.
De pronto marchas contra el infinito
y luego humedeces tu cigarro
en agua clara
o cambias tu ternura
por un yate
o un chaleco azul.
Hoy golpeas el tanque con copihues
y mañana escondes
tu moneda de plata
la tierra sembrada
el aire olvidado
tu acero de luz.
Mi espíritu envejece peor que mi carne
me aplasta aquello que cargo
lo que poseo
la pequeña paz que defiendo
mi futuro de oro
en una tumba azul.
En esta entrada converso con el poema y dibujo de Patti Smith "A Rimbaud".
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