Placilla, noche, la carretera.
Pamela entre luces y frío.
Sus hijos en otro camino.
Hacia el mar:
la ciudad y la aurora.
En su interior: El laberinto.
El Minotauro y sus hermanos.
Maridos, amantes, los padres.
Pronto el sol desnudará la ciudad
y las plazas y las calles
serán sólo de ella
al igual que bocinas de barcos
y los grandes momentos del día
que van quedando adheridos
a nuestros cuerpos.
Tendrás para tí el resplandor
las miradas, el silencio
altas y coloridas banderas
de veleros
que nunca regresarán al puerto.
La fotografía proviene de
www.emol.com
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