María Valentina
desabrocha con cuidado su delantal
observa sus fotografías
extensa claridad de Valparaíso.
Disfrutando
bebe su última copa de Baileys
besa a su hija en la frente
acaricia sus perros
abre la puerta del silencio.
Me parece escucharla reír
mimar a Isidora
compartir su alegría
bendecir el tiempo.
un poema de ternuras y tierra de recuerdo,se ve la escena, se siente el lazo que esconde el poema
ResponderBorrarun gusto leerte
saludos del otro lado de los andes