Me encanta ser un espíritu
y estar contigo en el jardín.
Observar la tierra negra entre tus manos,
sentir al sol conversando con tu sangre.
Me gusta convertirme en chinita
y caminar por tus pechos,
aferrarme a ti cuando despiertas las aguas
y luego corres mojada
para orinar largamente bajo el árbol de ciruelas,
en días que cierra la luna
y su extenso cabello de estrellas.
Las chinitas traen buena suerte si se encuentran en una margarita!
ResponderBorrarBesos