Es antes de la aurora. Yo escribo,
mi hija está abrigada en su sillón
-luego de beber su leche entibiada con hielo-.
La curvatura de su espalda me recuerda su semana 24
-aquella de la ecografía con video-
sus giros en el claustro materno,
como una serpiente con columna vertebral,
mi poema como electricidad en otro cielo
o recuerdo de mi hija ondulando
antes de nacer.
La fotografía proviene de
www. bebesymas.com
Un video sobre la vida a las 24 semanas puede apreciarse en
este sitio.
Toda gestación es sagrada. Por ello siempre debe ser acompañada de un círculo de amor.
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