Buscaste en el color de mis camisas
en el agua lunar de mis botones,
en la paciencia azul de mi sonrisa,
en la profunda sombra de mis sueños.
En cada lugar la encontraste,
pensaste en el lunar sobre su boca,
tocaste el temblor de sus silencios,
la leche que grita en sus pezones.
Este texto conversa con Teresa Calderón en el siguiente fragmento:
He aguzado el olfato
para husmearla mejor en tus camisas
en los jardines de tu pecho.
Si captaras la sutileza de mí oído
qué magnífico espectáculo
pegado a las puertas
el ojo a las cerraduras
como el náufrago
a su tabla
y todo el océano
para él solo.
El retrato de Teresa proviene de este sitio.
2 comentarios:
Uy...encontré maravilloso este poema (conversando con el otro),sobretodo por el cariz que nos muestra la eterna sensibilidad de la mujer para ciertos temas, y su profesión de sufrimiento en muchos casos.
Abrazos.
qué poemas tan buenos!
saludos gonzalo, paso a dejarte mi nuevo blog.
es genial saber que aún sigues en blogger, así dan ganas de seguir y no dejar de escribir.
saludos!
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