4 de septiembre de 2011

4 de septiembre





Viva Chile cuando enfrenta su pereza

y su estrella nace entre los muros,

huyendo el día de su siglo,

dejando el orgullo sus prebendas,

hiriendo el puma sus silencios,

perdiendo el pueblo su tristeza.





Este texto conversa con Fernando alegría en "Viva Chile mierda"

Cuando al alba sale el huaso a destapar estrellas

y, mojado de rocío, enciende el fuego en sus espuelas

cuando el caballo colorado salta la barra del mar

y se estremece el lago con una lenta bruma de patos,

cuando cae el recio alerce y en sus ramas cae el cielo:

digo con nostalgia ¡VIVA CHILE MIERDA!



Cuando el buzo ilumina su escafandra

y las ballenas se acercan a mamar en el vientre de las lanchas

cuando cae al fondo del océano la osamenta de la patria

y como vaca muerta la arrastra la ola milenaria

cuando explota el carbón y se enciende la Antártida:

digo, pensativo, ¡VIVA CHILE MIERDA!



Cuando se viene el invierno flotando en el Mapocho

como un muerto atado con alambres, con flores y con tarros

y lo lamen los perros y se aleja embalsamado de gatos

cuando se lleva un niño y otro niño dormidos en su escarcha

y se va revolviendo sus grises ataúdes de saco:

digo enfurecido ¡VIVA CHILE MIERDA!



cuando en noche de luna crece una población callampa

cuando se cae una escuela y se apaga una fábrica

cuando fallece un puerto en el Norte y con arena lo tapan

cuando Santiago se apesta y se oxidan sus blancas plazas

cuando se jubila el vino y las viudas empeñan sus casas:

digo cabeza bajo ¡VIVA CHILE MIERDA!



Me pregunto de repente y asombrado, por qué

diré Viva Chile Mierda y no Mier... mosa Patria?

quizás en mi ignorancia repito el eco de otro eco:

¡Viva! dice el roto con la pepa de oro entre los dedos

¡Chile! dice el viento al verde cielo de los ebrios valles

¡Mierda! responde el sapo a la vieja bruja de Talagante

¿Qué problema tan profundo se esconde en las líneas de mi mano?



¿Es mi país una ilusión que me sigue como la sombra al perro?

¿No hay Viva entre nosotros sin su Mierda, compañeros?

la una para el esclavo, la otra para el encomendero

la una para el que explota salitre, cobre, carbón, ganado

la otra para el que vive su muerte subterránea de minero.



Y como penamos y vivimos en pequeña faja de abismo

frente al vacío alguien gritó la maldición primero.



¿Fue un soldado, herido en la batalla de Rancagua?

¿Fue un marino en Angamos? ¿Un cabo en Cancha Rayada?

¿Fue un huelguista en La Coruña? ¿Un puño cerrado en San Gregorio?

¿O un pascuense desangrándose en la noche de sus playas?

¿No cantó el payador su soledad a lo divino

y a lo humano se ahorcó con cuerdas de guitarra?

¿No siguió al Santísimo a caballo y a cuchillás mantuvo al diablo raya?

¡Ah!, qué empresa tan gigante para destino tan menguado.



Entre nieve y mar, con toda el alma, nos damos contra un rumbo ya tapiado,

por consecuencia, en la mañana cuando Dios nos desconoce,

cuando alzado a medianoche nos sacude un terremoto,

cuando el mar saquea nuestras casas y se esconde entre los bosques,

cuando Chile ya no puede estar seguro de sus mapas

y cantamos, como un gallo que ha de picar el sol en pedazos,

digo, con firmeza, ¡VIVA CHILE MIERDA!



Y lo que digo es un grito de combate

oración sin fin, voz de partida, fiero acicate

espuelazo sangriento con las riendas al aire

galopón del potro chileno a través de las edades

es crujido de capas terrestres, anillo de fuego,

vieja ola azul de claros témpanos pujantes.



País - Pájaro, raíz vegetal, rincón donde el mundo se cierra,

quien lo grite no tendrá paz, caerá para seguir adelante.

Y porque de isla en isla, del mar a la cordillera,

de una soledad a otra, como de una estrella a otra estrella,

nos irá aullando en los oídos la sentencia de la tierra:

digo, finalmente, ¡VIVA CHILE MIERDA!







La primera edición de ¡Viva Chile M...! fue realizada por Editorial Universitaria en 1965, reeditándose posteriormente en 1966 y 1973. Fue un verdadero clamor de orgullo nacional y popular, enmarcado en la época de cambios que vivía Chile, y particularmente en la esperanza del gobierno socialista de Salvador Allende.



¡Viva Chile M...! fue una de las obras más reconocidas de Fernando Alegría. En ello influyó que, junto al libro homónimo editado, circuló un disco en donde el actor Roberto Parada recitaba cuatro de los poemas incorporados: “¡Viva Chile M!...”, “La Olla del Pobre”, “Población Callampa” y “Entre ponerle y no ponerle”. El disco, titulado La Voz de la poesía, representa un testimonio fehaciente de las propiedades de la declamación poética de esta época, por su dicción, intencionalidad en la lectura y énfasis en palabras y momentos de inflexión de la poesía; a estas cualidades, se agrega el timbre de voz recio y penetrante de Parada, virtudes vocales que posteriormente plasmaría en su participación en las presentaciones de la obra Cantata Popular Santa María de Iquique, en la década de 1970.


El poema de Fernando Alegría y el comentario, provienen de este sitio.






La imagen proviene de www4.biblioredes.cl

1 comentario:

lichazul dijo...

que sobrevivamos al mañana ya es suficiente

un abrazo

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años y años de blog!!!!